PEDRO ANTONIO HURTADO GARCÍA
La cantante nipona Kayoko Moriyama (23-03-1940, Hakodate-Oshima-Japón/06-03-2019, Tokyo-Japón), gozaba de extraordinaria popularidad en su continente natal. Era de las pocas artistas de su etnia que han traspasado fronteras intercontinentales, extremo que se vio favorecido durante una actuación en el jazzístico club “Rotary”, de Sapporo, en plena isla de Hokkaidō, ya que, allí, le contrató el presidente de “Manasse Productions”, Masao Nakase, lo que le instaló en Tokio directamente. Como compositora, arregló, transformó y versionó grandes canciones occidentales, aplicándoles un tinte cómico. Apodada “Kayo-Chan”, gozó de especial éxito con el tema titulado “Shiroicho no Samba”.
Grabó, en 1960, una versión de “Tintarella di luna”, canción italiana que popularizara la siempre querida Mina Mazzini (artísticamente, Mina). El disco que contenía esa partitura se titulaba “Tsukikage no Napoli”, del que consiguió vender más de medio millón de copias, lo que le convirtió en éxito arrollador. Su fallecimiento se ha debido a un cáncer colorrectal cuando tenía 78 años.