Ya en la calle el nº 1041

Rocío Álvarez, Mujer Murciana del año 2024

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

JOSÉ ANTONIO MELGARES GUERRERO/CRONISTA OFICIAL DE LA REGIÓN DE MURCIA

En el Salón de Columnas del capitalino Palacio Almudí lleno hasta la bandera, a medio día del 8 de marzo pasado, la científica Rocío Álvarez López, natural de la localidad moratallera de El Sabinar, e hija adoptiva de Caravaca desde el mes de septiembre pasado, recibió de manos del Presidente de la Comunidad Autónoma el título que le acredita en adelante como “Mujer Murciana del año 2024”.

El acto institucional se celebró con la elegancia y dignidad de los grandes acontecimientos sociales. Unos minutos antes del medio día del viernes, 8 de marzo, el salón, acondicionado para el efecto, se encontraba lleno a rebosar, con un público entregado a todos y cada uno de los galardonados, en el transcurso de una gala a la vez solemne y austera, en la que tres mujeres y una institución regional vivieron la emoción que supone el reconocimiento de la sociedad murciana a su trayectoria como personas ejemplares en diversos ámbitos de la misma.

Rocío Álvarez, Mujer Murciana del año 2024
Rocío Álvarez y Fernando López Miras

Entre ellas se encontraba la inmunóloga Rocío Álvarez López, quien recibió el galardón la última, de manos del presidente Regional, quien en su discurso final afirmó que “la defensa de la igualdad exige la unidad de toda la sociedad y además actuar con una sola voz”, refiriéndose a ella y a las demás “como mujeres ejemplares que, en la mayoría de los casos, desde el más absoluto anonimato, han hecho posible una vida mejor, con más derechos y libertades para todos los demás”.

 Sin duda que por la mente de Rocío Álvarez paso con rapidez la película de su vida (en esos momentos), en ese anonimato a que se refería la primera autoridad regional. Desde su paso por el Colegio de la Consolación en Caravaca, junto a la madre Carmen, y amigas de toda la vida que estuvieron ese día allí, a su lado. Desde su formación en la Universidad de Granada y su postgrado en París, junto al Premio Nobel Jean Dausset; y durane sus largos años de profesión en el laboratorio del hospital de La Arrixaca, donde tantas horas de tantos días a lo largo de los años invirtió en comprobaciones y descubrimientos científicos.

                  Rocío ha sido reconocida como Mujer Murciana del año 2024, valorando públicamente “su implicación total en el ámbito de la vida social, cultural, política o económica”, en su caso en el mundo de la investigación científica, por su fundamental trabajo para que en 1985 se realizara, con éxito, el primer trasplante renal en la Región, siendo, a partir de entonces, un referente nacional e internacional en el ejercicio de los trasplantes de órganos.

                  Siempre fue consciente, durante sus largas horas y días, a solas o con su equipo de incondicionales facultativos, que lo que pretendía era aportar a la Ciencia nuevos métodos para alargar la vida de los enfermos, con proyectos costosos, para cuya financiación, en muchos casos, ella misma hubo de buscar los medios. Lo fue de la utilidad y beneficios sociales de su trabajo, sin reparar en horarios ni en días festivos, aguardando reacciones químicas que necesitaban su tiempo y que excedían al horario laboral. Ni la jubilación pudo disfrutar a su debido tiempo, por estar inmersa en un proyecto de investigación que la retuvo en activo dos años más que al resto de sus colegas.

                  El amor al trabajo lo heredó de sus padres, propietarios agrícolas acomodados, que nunca tuvieron nada que ver con el mundo de la sanidad, pero que inculcaron en ella y también en su hermana Piedad la responsabilidad y el rigor en todo cuanto se ocupaban. Responsabilidad y rigor que también le enseñaron su maestra Dª. Enriqueta, la M. Carmen, sus maestros en Murcia Candel, Poza y Sabater, y en Paris su maestro el ya mencionado Jean Dausset.

                  Su familia, sus amigas de siempre, sus compañeros de formación primero y de trabajo después, sabemos mucho de su abnegación, de su generosidad, de su entrega, de su calidad humana y científica, de su saber estar, de su interés por pasar desapercibida, de su huida continuada del protagonismo, de su bondad natural, de su palabra de animo y consuelo y de otras muchas cualidades que le adornan.

                  Todo ello, con el paso del tiempo, lo ha ido reconociEndo la sociedad civil, incluyéndola entre sus miembros de número las academias de Farmacia y Medicina, los medios de comunicación, varias sociedades científicas, el ámbito universitario y hasta el Ayuntamiento de la ciudad en la que pasó parte muy importante de su vida.

                  En el transcurso del acto, también se reconoció la labor de las mujeres destacadas dentro de las entidades sociales, en la Presidenta del Comité de Representantes de la Asociación de Familiares de Personas con Discapacidad Intelectual del Noroeste Murciano, Ana Isabel Martínez López. En el ámbito social se premió la labor de Paloma Cascales Avellán, responsable de la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional, por su lucha diaria para erradicar la violencia y los delitos sexuales. Finalmente, el premio al colectivo que ha destacado por su trabajo a favor de la igualdad, le fue entregado a la “Fundación Séneca”, por su proyecto “Mujeres en la Ciencia”.

                  Como anécdota, me referiré a la presentadora de la gala, una periodista ciega, sobre quien recayó el perfecto desarrollo del acto, haciendo uso del Sistema Braille y acompañada de su perro guía.

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