MIGUEL A. VALERO / JAIME PARRA
El pasado sábado visitamos uno de los talleres que lleva a cabo el Colectivo de Artistas Plásticos de Cehegín. En esta ocasión nuestra colaboradora, y presidenta del Colectivo, Ana Gama impartía a unos diez participantes un taller de Gyotaku. Ana nos introdujo en este arte y nos acercó a esta técnica centenaria.
Gyotaku
«El gyotaku es una técnica de estampación japonesa que comenzaron a realizar los pescadores hacia el siglo XIX con el fin de representar sus mejores capturas. Después se convirtió en un arte que también lo practicaban los samuráis y que con el tiempo comenzó a adquirir connotaciones espirituales, ya que los japoneses ejecutaban esta técnica con la tinta sumi, sacada del carbón vegetal, por tanto, comestible, y a la que se le atribuían una serie de connotaciones mágicas como la de captar el alma o el espíritu de aquello que representara.
En nuestro caso, los gyotakus se realizan con tinta de calamar, respetando al animal, ya que tras finalizar el taller los peces deben de ser cocinados y comidos».
Los alumnos del taller
La gente empieza a soltarse, a hacer composiciones: unos hacen trabajos más abstractos, otros intentan imprimir lo más realista posible al animal. Empezamos estampando un pez escamoso para aprender la técnica, y luego pasamos a distintos pescados de morralla, congrio, langostino o también calamar y sepia. Parece han quedado contentos con el resultado.».
Un espacio para compartir e intercambiar ideas
«Después, en una segunda parte del taller, se hace una propuesta gastronómica como encuentro, como espacio de compartir y de disfrutar entre los compañeros del taller, para así intercambiar ideas.
Un compañero del colectivo de artistas plásticos de Cehegín, Santos Bastida, y yo hemos hecho unos calamares rellenos en su tinta y también un tartar de berberechos y langostinos con mango y aguacate que hemos servido con unos vinos para que la gente esté tomando un aperitivo y compartiendo su experiencia».