Tierra adentro, en uno de los enclaves más privilegiados del Altiplano granadino, bajo los pies de la Sierra de la Sagra, se encuentra la ciudad de Huéscar, una ciudad llena de historia, tradición, cultura y una belleza sinigual donde el rico patrimonio se entremezcla con sus recursos naturales singulares y de gran valor paisajístico.
Es Huéscar un territorio marcado por su propia orografía y el paso de distintas civilizaciones a lo largo de los siglos que la convierten en una joya monumental y llena de historia.
Descubrir Huéscar
Huéscar está situada en el Noreste de la provincia de Granada, su situación estratégica y la existencia de abundantes recursos favorecieron que fuera zona de paso de Granada a Levante y beneficiaron el asentamiento de algunas culturas a lo largo de su historia que han dejado rasgos que todavía hoy perduran.
Entre los distintos vestigios: las pinturas rupestres de época Neolítica denominadas Piedra del Letrero declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998 e incluidas dentro del registro de pinturas rupestres esquemáticas de la Península Ibérica. La Villa de Torralba de origen romano o asentamientos musulmanes como el castillo de Üskar, en la Sierra de la Encantada, del que sólo se conservan sus restos.
Durante la reconquista la ciudad de Huéscar sufre un crecimiento importante debido a la repoblación con familias de origen navarro, araonés y castellano que ampliaron el patrimonio urbano con casas nobiliarias como la de los Maza y de los Abades, los Peralta o del Barón, entre otras, que aportan grandeza a sus calles y sigue siendo un deleite para pasear por ellas.
Recientemente se abría al público una parte de la Casa de los Penalva, una de las joyas arquitectónicas de Huéscar y que ha pasado a ser de titularidad municipal, un edificio modernista de influencia catalana y uno de los edificios más representativo del extenso catálogo de casas nobles y blasonadas de Huéscar.
Al visitar la ciudad se pueden encontrar distintos espacios integrados en la propia ciudad paso de los distintos moradores que han dejado un legado cultural, gastronómico y con tradiciones de gran riqueza que forman parte de todos los oscenses.
En su casco antiguo está la antigua torre defensiva conocida como Torre del Homenaje. La torre acoge en su parte más alta un gran balcón-mirador de Huéscar desde el que disfrutar de las vistas de la ciudad y descubrir el sistema defensivo medieval que circunda la población.
Desde la lejanía y desde cualquier punto de la ciudad destaca la grandiosidad de la Iglesia de Santa María de la Encarnación. Ubicada en el corazón de la ciudad, junto al barrio medieval y la plaza Mayor. Fue nombrada Templo Jubilar Perpetuo por el papa Benedicto XVI y, desde 2009, es lugar de peregrinación para todos aquellos que deseen ganar el jubileo cualquier día del año. El templo se encuentra inscrito y registrado en los Archivos de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma con vínculo de afinidad espiritual, una distinción que poseen sólo 81 iglesias de todo el mundo.
En su interior, además de un templo de gran belleza, se encuentra la Torrecilla, una custodia procesional en forma de templete de plata hexagonal y tres cuerpos sobrepuestos de 87 centímetros confeccionada en el siglo XVI en Jaén por el orfebre Francisco Muñiz y que procesiona Domingo de Resurrección.
El Teatro Oscense es otro de los edificios más representativos del urbanismo de Huéscar que incluye, en su interior, un gran artesonado mudéjar del siglo XVI. Conserva la estructura original de la antigua iglesia del Convento de Santo Domingo y, desde 2013, funciona como Teatro.
El Museo José de Huéscar es un espacio expositivo donde se recoge la obra del reconocido ilustrador de cómic José de Huéscar que donó a la ciudad. Este edificio del siglo XVI muestra los restos de doble recinto amurallado de la antigua villa así como la estructura original del edificio que nació como pósito.
Fiestas y tradiciones
La Semana Santa de Huéscar está declarada de Interés Turístico Andaluz, es una de las fiestas más importantes de Huéscar y una de las más antiguas de la provincia de Granada ya que sus orígenes se remontan al siglo XVI.
Aúna su Semana Santa estilos castellanos, levantinos y andaluces que la hacen única, poseyendo un rico patrimonio escultórico y monumental.
El día más significativo de la Semana Santa de Huéscar es el Viernes Santo, día en el que se representan las Tres Caídas en la plaza Mayor y la procesión de ‘los descalzos’. Su singularidad la convierten en un festejo de gran atractivo que cada año atrae a un mayor número de visitantes.
Otro de los festejos más destacados de Huéscar se conmemora en torno a las Santas Alodía y Nunilón. El lunes de Pascua de Resurrección, los oscenses bajan a las Santas desde la ermita del monte hasta la ciudad en una romería que atraviesa multitud de parajes y donde es tradición bañarlas en las acequias del recorrido. Cincuenta días estarán las Santas en Huéscar pasar ser trasladadas nuevamente a su ermita donde pasarán a manos de los vecinos de Puebla de Don Fadrique. La entrega es un momento de gran simbolismo para los habitantes de ambos municipios.
Huéscar rinde homenaje a sus patronas, el 22 de octubre, otra de las fechas de gran importancia en el municipio ya que se celebra la Feria de Huéscar.
La devoción de las Santas de origen aragonés en Huéscar se remonta a la reconquista. Fueron los nuevos repobladores de origen navarro-aragonés los que trajeron con ellos la devoción.
El paraje de las Santas está a 22 kilómetros de la población. Desde Huéscar hasta el santuario se pueden visitar las pinturas de la Piedra del Letrero, la presa de mampostería que desvía el agua hacia la Acequia de Montilla o el Puente de las Tablas, un deleite enmarcado en la grandiosidad de la Sagra.
Recursos Naturales
La Sagra es el pico más alto de la cordillera subbética. Cuenta con 2383 metros y está situada a unos 20 kilómetros de Huéscar. Se establecen diversas rutas en el acceso a su cima para senderistas y aficionados a los deportes de aventura y naturaleza. Posee una fauna y flora muy característica de su paisaje cárstico y forma parte de la Red europea de Espacios Naturales Protegidos.
Huéscar posee uno de los cielos más limpios de Europa debido a la escasa contaminación lumínica que hay en la zona, otro aspecto que atrae hasta la ciudad a aficionados a la astronomía.
A los pies de la Sagra, ubicado en la finca de La Losa, -a unos 23 kilómetros de Huéscar-, se localiza un bosque de 30 secuoyas. Estos árboles bicentenarios a los pies de la Sagra están considerados patrimonio natural y símbolo de identidad del municipio. Fueron traídos desde California en 1839 por el marqués de Corvera como regalo del duque de Wellington. Éstos miden 47 metros de altura, aunque pueden llegar a alcanzar los 115.
Otro de los recursos naturales es Fuencaliente, un manantial situado a dos kilómetros de la población, con una zona recreativa, pista de tenis, baloncesto y jardines. El agua nace a través de las ollas naturales situadas en el suelo, con una temperatura que se mantiene constante a 18º durante todo el año.
A través del Sendero Puente Roque-Potables se puede visitar el paraje de Perico Ruiz, la Sierra de la Encantada y una maravillosa vista de la ciudad de Huéscar al completo.
Huéscar forma parte también de diversas rutas y recorridos por la comarca. La Gran Senda de los primeros pobladores de Europa es un itinerario de 143 kilómetros dividido en etapas y que puede ser completado en seis días caminando con rutas perfectamente señalizadas que llevan desde los municipios de Orce hasta Puebla de Don Fadrique atravesando Galera, Huéscar, Castril y Castilléjar.
Puesto en marcha recientemente, el Camino Espiritual del Sur, es un camino de peregrinación con un itinerario histórico y cultural de enorme riqueza y de paisajes singulares. Parte de la comarca granadina de Guadix hasta la Ciudad Santa de Caravaca de la Cruz y consta de catorce etapas. La etapa que discurre por Huéscar es la 11 del camino.
El Camino Espiritual del Sur tiene una especial significación para Huéscar por acoger un lignum crucis y por ser Santa María la Mayor templo jubilar perpetuo, un gran atractivo para los peregrinos que realizan esta ruta.
Además, los 20 kilómetros del camino que discurren por el término municipal de Huéscar muestran su especial y variado paisaje y su riqueza histórica.
Otro de los símbolos característicos y destacados de Huéscar son sus casas cueva. Son parte de las viviendas más tradicionales del municipio, excavadas en el terreno y perfectamente acondicionadas, la mayoría de ellas han sido convertidas en alojamientos turísticos.
Parte de la economía de Huéscar ha estado ligada a la ganadería. En un principio destinada a la exportación de lana, llegando a contar con cinco lavaderos de lana, y actualmente a través de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cordero Segureño. En la ciudad se puede visitar el Centro de Interpretación del Cordero Segureño (CICOS) que permite conocer al visitante los aspectos más relevantes sobre la raza ovina segureña. Este centro de interpretación define la raza junto con sus características, la historia de la ganadería y del pastor, el procesado de la lana y la finalidad de este producto, la gastronomía. Además, el centro está ubicado en la antigua iglesia del Convento de San Francisco rehabilitado recuperando su arquitectura original.
La gastronomía, la cultura, el patrimonio y la historia de este cruce de caminos hacen de Huéscar un obligado punto de encuentro.
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