JAIME PARRA
Entrevistamos a Alberto Castillo (Murcia, 1955), presidente de la Asamblea Regional, con una dilatada carrera como periodista a sus espaldas, lo que le permite reflexionar en esta entrevista sobre qué supuso el 9 de junio de 1982 en la vida de los murcianos y sobre el estado actual de la política y de la sociedad.
¿Qué importancia tiene en la historia de la Región de Murcia la fecha del 9 de junio de 1982?
Una importancia fundamental, porque en esa fecha el pueblo de la Región de Murcia nos constituimos en Comunidad Autónoma. Ese 9 de junio culminó un proceso que se inició en 1979, cuando el entonces Consejo Regional aprueba la creación de una Comisión para elaborar un anteproyecto de Estatuto de Autonomía para nuestra Región.
Con su aprobación en Cortes Generales, su sanción por parte del Rey de España y su publicación en BOE el 9 de junio de 1982, los murcianos iniciamos un nuevo camino de Autonomía. Y esta Autonomía nos ha dado el poder de decidir cómo queremos vivir, cómo queremos que sea nuestra sociedad. Nos ha dado el poder de autogobernarnos y autogestionarnos en múltiples temas, algunos tan sensibles como – lo que yo considero los dos pilares fundamentales de la sociedad – la salud y la educación.
¿Cómo recuerda usted ese día?
En aquella época, yo era bastante joven y los jóvenes teníamos inquietudes políticas. Tenga en cuenta que habíamos salido de 40 años de dictadura, donde no se podía hablar de política, donde la policía entraba en la Universidad… Yo recuerdo las primeras elecciones democráticas. Durante esa campaña electoral, íbamos a todos los mítines, vimos a Fraga, a Blas Piñar, a un jovencísimo Felipe González… eran los días de las plazas de toros a reventar (algo hoy imposible). Porque teníamos sed por conocer todo aquello que se abría ante nuestros ojos. ¿Cómo lo vivimos? Fue una auténtica transformación. Recuerdo perfectamente que el Estatuto de Autonomía se fragua y nace en un punto muy concreto de la ciudad de Murcia: el hotel Conde de Floridablanca, que, de hecho, tiene una placa de azulejos de Larios en la que se recuerda que allí se celebraban las reuniones para el nacimiento del Estatuto, y que da nombre al conocido Pacto de Floridablanca, punto de partida de todo nuestro proceso autonómico.
¿Echa de menos en la política actual algunos aspectos o valores de esa época?
Evidentemente, son otros tiempos, afortunadamente vivimos en una democracia estable desde hace más de 40 años, es otra manera de hacer política. Pero sí es cierto que echo en falta esa capacidad para llegar a acuerdos, para alcanzar consensos que permitan avanzar a nuestra sociedad. Y echo de más las tensiones políticas y el ambiente bronco que dificultan el diálogo, tan necesario para resolver los problemas de la ciudadanía. Es necesario escuchar más y dialogar más.
Como presidente de la Asamblea Regional, que representa al pueblo murciano, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a los ciudadanos en este día de celebración?
Me gustaría insistir en que la Asamblea Regional es la casa de todos. Porque es donde reside el poder del pueblo, es la representación del pueblo. Con las mayorías de unos y de otros, con pactos y buscando el consenso y la unidad, del Parlamento Autonómico emana todo aquello que tiene que hacer el Gobierno de la Región. Por eso, ejercer la democracia no finaliza el día de las elecciones, con la emisión del voto, sino que a partir de ahí, la ciudadanía tiene el derecho, y la obligación, de seguir participando de una manera activa, planteando demandas, preguntas, etc. Y para ello, dispone de la Comisión de Peticiones y Defensa de la Asamblea Regional, que es la encargada de gestionar estas cuestiones. Sin olvidar que la ciudadanía también tiene a su disposición la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), para poder impulsar proposiciones legislativas que terminen convirtiéndose en leyes.
¿Y alguno en especial para los más jóvenes?
Que tengan inquietud por conocer la política (bien entendida), que conozcan el funcionamiento de las instituciones, y de manera especial nuestra Asamblea Regional. Que nos visiten – de hecho, el próximo mes de septiembre retomamos las visitas periódicas de grupos escolares, que tuvimos que paralizar por la pandemia -, que hablen con nuestros diputadas y diputados, porque son sus representantes. Que ejerzan la democracia y adquieran capacidad para hacerla más grande.
Este año, entre las personas a las que se ha concedido la Medalla de Oro se encuentra el empresario caravaqueño Alfonso López y entre los reconocidos con el diploma de Servicios Distinguidos, otro caravaqueño, José Moreno Espinosa. ¿Qué le parecen estas y las otras elecciones?
Me parecen justas y acertadas. Alfonso López dirige una empresa familiar que nació como un obrador bastante modesto de dulces y turrones, fundado por su bisabuelo, en los años 20 del siglo pasado, si no recuerdo mal. Hoy en día, fíjese en qué se ha convertido y qué supone no sólo para Caravaca, sino también para toda la Región de Murcia, tener a Postres Reina asentada en esta tierra. Hablo de empleo, de impulso económico, pero también de generosidad y solidaridad para con los murcianos.
Y qué decir de José Moreno Espinosa… desarrollando un grandísimo trabajo cultural para toda nuestra Región desde la Fundación Cajamurcia, y posteriormente, desarrollando una encomiable labor en favor de los más necesitados de nuestra Comunidad, desde la dirección del Patronato de la Fundación Jesús Abandonado.
Insisto, me parecen justas y muy acertadas, las de estos dos caravaqueños de pro y la del resto de premiados.
