Ya en la calle el nº 1041

Nicolás de Maya: “El Entierro de la Sardina es el ensalzamiento de la vida, el amor”

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Añade aquí tu texto de cabecera

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

El ceheginero Nicolás de Maya ha realizado la escultura de la quema del Entierro de la Sardina 2024

Nicolás de Maya, pintor y escultor ceheginero, ha realizado el catafalco (túmulo adornado con magnificencia) del Entierro de la Sardina. La directiva le hizo el encargo a finales de diciembre, pese a una primera negativa del artista, acabó aceptando la propuesta. “No quería hacerla porque tenía mucho trabajo y otros compromisos adquiridos”, confiesa. Reconoce el honor que supone crear la escultura que se quemará en el Entierro de la Sardina 2024 y ser partícipe en una de las fiestas con más historia de la Región de Murcia.

Nicolás añade que el Entierro de la Sardina “es el culmen de las fiestas de primavera, el ensalzamiento de la vida, el amor y todo lo que significa el desarrollo económico de una población como Murcia que es tan huertana”.

Nicolás de Maya: “El Entierro de la Sardina es el ensalzamiento de la vida, el amor”

Nicolás se encuentra vinculado al arte desde su infancia. A los 11 años ganó su primer premio regional de dibujo, desde entonces el arte siempre ha estado presente en su vida. Su formación en el mundo de la pintura y la escultura ha sido casi toda de manera autodidacta. Sin embargo, estudió forja artística en Caravaca durante cinco años hasta que se mudó a Madrid para estudiar 3 años de diseño industrial.

Nicolás estuvo viviendo en Madrid desde los 17 hasta los 35 años. Desde 2006 reside en Cehegín en una casa habilitada del casco antiguo que ha convertido en hogar y estudio. Pese a estar instalado en su pueblo natal, viaja con frecuencia por trabajo a México u otros países donde realiza exposiciones. “El punto de unión con el pueblo es ese, la tranquilidad que me permite y estar a gusto y en calma”, añade.

El catafalco tendrá una altura de 8 metros, 12 metros de largo y 3 de ancho, Nicolás asegura que hay cinco personas trabajando en su construcción, “mi hermano como siempre que me ayuda con los proyectos escultóricos de grandes dimensiones y varios amigos profesionales que siempre me ayudan”.

Lugasa, una empresa calasparreña, ha facilitado al artista los materiales y las instalaciones para poder construir la escultura. “El proceso ha sido un mes y medio de cálculos estructurales para que eso se mantenga, ver problemas de transporte, instalación, color y todo eso”, comenta. Reconoce que cuando presentó la maqueta obtuvo una buena respuesta, pero matiza que lo más complicado ha sido materializar esa construcción. Nicolás ha estado implicado en todo el proceso, “al hacer las maquetas estoy viendo la complejidad de construcción que tiene, entonces creo una maqueta y sé los tiempos de tardanza, la complejidad de construcción y la complejidad de instalación.

Nicolás de Maya: “El Entierro de la Sardina es el ensalzamiento de la vida, el amor”

La escultura tiene 23 colores que representan los 23 grupos sardineros, la escultura queda presidida por una sardina sin color. “El truco está en que va a ser una escultura que va a ir iluminada en rojo, la pieza va a estar instalada durante toda la semana y se va a iluminar con un color rojo intensísimo”, explica. La luz roja que sale del interior de la sardina representa el fuego, estas luces led se quemarán a la vez que la escultura. “Color que simboliza una persona, la unión de todas esas personas forma la sardina y la suma de todos esos colores es la estructura que sostiene a la sardina”, explica.

Nicolás de Maya habla del catafalco como algo efímero que solo permanece en la memoria colectiva, aprovechando que cada año el catafalco sale de una ciudad diferente propuso dejar algo como huella. “Al ser el primer año que salía de Santomera pues ahí van a poner un monolito explicando que de ahí salía en qué fecha”, comenta.

Si se le pregunta por si está nervioso porque se acerca la fecha contesta que no, su preocupación es la correspondiente a su trabajo, por si algo sale mal. “Lo único que me preocupa es que sucediese algún percance o alguna cosa imprevista”, comenta. “El criterio que tengo es quedarme yo contento con mi trabajo, cuando yo me quedo contento lo demás no me importa. Me importan los criterios de profesionales coetáneos míos, artistas y gente con cierto criterio”, aunque matiza y reconoce que es una pieza que tiene que gustar por lo que representa.

Reivindica la libertad artística y que en ella reside el criterio y el gusto del artista, “todas las cosas no pueden gustar, odio cuando haces algo y gusta a todo el mundo, cuando haces algo y gusta a todo el mundo la has cagado”, agrega. Explica la importancia de que la controversia aporta otro enfoque distinto, una apuesta diferente.

Si se le pregunta por sus referentes o compañeros que admire, considera que respeta y admira a todos aquellos que se dedican a su profesión, sobre todo a los que le han precedido. “Recordar en la memoria hace unos días que falleció Ballester, lo quería con locura, aunque no éramos del mismo lenguaje artístico-plástico, pero era admiración perpetua”, concluye.

¡Suscríbete!

Recibe cada viernes las noticias más destacadas de la semana

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.