Entrevistamos a Luis Melgarejo, hermano mayor de la Cofradía, el cuarto en asumir el cargo en su familia.
¿Cuáles son sus primeros recuerdos de Fiestas en honor a la Cruz?
Mi padre fue hermano mayor en el año 1959 cuando yo tenía apenas 3 años. Mis primeros recuerdos son ya con 6, junto a mi él en la puerta de la Casa de la Torre, viendo pasar, después de la misa en el Templete, a moros, cristianos y caballos del vino. Recuerdo a mucha gente saludando a mis padres y parando los caballos en nuestra puerta, que siempre estaba abierta. Los Ceyt tenían costumbre de entrar a tomar una cerveza al patio de casa. También recuerdo a Manolo Mané llevando la bandera de los Khatar.
¿Cómo se vivían en su casa dada la vinculación de su familia con Cofradía?
R Con mucha intensidad y devoción. Eran las fiestas en honor a la Vera Cruz y tanto mi padre como mi abuelo nos transmitieron mucha solemnidad, se vivían desde un plano más formal e institucional que puramente festivo. Siempre se engalanaba la casa porque recibíamos a muchas autoridades civiles y eclesiásticas y se celebraba una comida con todos.
¿Qué valores le inculcaron sobre la Cruz y sus fiestas sus mayores?
En casa siempre escuchábamos una frase que resume la estructura de las fiestas. Nuestros padres nos explicaban que en ellas había moros, cristianos y caballos del vino; y sobre todos ellos, como un paraguas que los cubría y cobijaba estaba la Cofradía que custodiaba la Stma y Vera Cruz, Patrona de la ciudad.
¿Cómo le explicaría a un visitante por qué son tan importantes para los caravaqueños sus fiestas patronales?
R Para cualquiera las fiestas de su pueblo suelen ser las más importantes porque representan días de ocio y diversión. En Caravaca a todo ello se suma el regalo de tener a la Stma. Cruz que lo embellece y enriquece todo mucho más. Estas fiestas tienen una tradición histórica muy importante.
¿Desde que ostenta este cargo qué ha cambiado en su forma de vivir las fiestas?
He ampliado mi forma de vivirlas, porque siempre había estado más vinculado a Cofradía que a la Comisión de Festejos. En este tiempo he conocido cómo funcionan bandos, grupos, kábilas y peñas, y veo y valoro el inmenso trabajo que hacen todos ellos por mantener los festejos.
¿Qué motivos les han llevado a escoger a la pregonera de este año?
Estamos celebrando un Año Jubilar y María Dolores reúne muchísimas cualidades para ser una excelente pregonera de las fiestas. Es una persona que apuesta firmemente por el Año Santo, tanto desde la propia UCAM que preside, como desde la Fundación Camino de la Cruz y todo ello desde unas profundas raíces religiosas.
¿Qué espera de su pregón?
Quizá dos partes diferenciadas; las vivencias de la pregonera como una mujer de iglesia muy creyente, y las de sus recuerdos de juventud en Caravaca animándonos a divertirnos y pasarlo bien estos días.
¿Presentan alguna peculiaridad estas fiestas por coincidir con un Año Jubilar?
Los rituales que dan origen a las fiestas y que tienen como protagonista a la Cruz permanecerán inalterables, como se vienen celebrando desde hace más de 8 siglos. La proyección del Año Jubilar hará que recibamos muchos más visitantes.
¿Cómo se está desarrollando el Año Santo hasta la fecha?
Se está recogiendo el fruto de dos años previos de trabajo y preparación. Incluso se están superando las previsiones más optimistas. Ya son muchas las jornadas, especialmente los domingos, en las que se están superando las 3.500 personas en la Basílica.
El Año Jubilar de Caravaca está siendo la apuesta de toda la Región de Murcia, de las instituciones religiosas, colectivos de distinta índole, gobierno regional, ayuntamientos. El apoyo de todo el mundo está haciendo que la afluencia sea masiva.
