Ya en la calle el nº 1042

Los entresijos del enjaezamiento de los Caballos del Vino

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

MARÍA GARCÍA

Las peñas suelen tener un grupo de personas que se encargan de coordinar el trabajo del diseño, bordado y montaje del manto, es el caso de la peña Júpiter. Hablamos con María Celdrán y Mateo Fernández que nos explican cómo ha sido el proceso.

¿Cómo fue el comienzo del diseño?

Mateo Fernández: Terminadas las fiestas dejamos dos o tres semanas de margen y en junio tuvimos la primera reunión con el diseñador, en este caso con Raúl. Se va haciendo una lluvia de ideas y poco a poco ver qué idea es aceptable para desarrollar un manto completo. Hay ideas que se quedan cortas de imagen y motivos.

¿Quiénes forman parte del equipo del manto?

M.F.: El que inició el grupo, Manolín, era el que más llevaba el manto el año pasado y este año están María, Alberto, Arturo, Víctor, Jorge Agüera, Juan Casicas y yo. Creo que no me dejo a nadie.

¿Cómo se concilia la vida laboral y personal con esta tarea??

María Celdrán: Eso depende de la situación personal de cada uno y sus horarios. Por ejemplo, trabajan las bordadoras, te tienes que adaptar a esos horarios. Hay que echar esos ratos que sabes cuándo entras, pero no cuándo sales.

¿Cómo ves la implicación de la gente más joven en el manto?

M.F.: Creo que a nivel general la gente joven, hay casos que no, pero están optando más por la carrera. También puede ser que sea porque sacar un manto de primera calidad es costoso y es necesaria mucha gente. Pero bueno, hay gente que se va haciendo mayor y ya le pica el gusanillo.

¿Por qué es importante el secretismo?

M.C: Lo de mantener el secreto hasta la fecha, para mí, es la esencia. Desde que esto empezó siempre se buscaba el factor sorpresa. No estoy a favor de que se den pistas, pero hay gente que lo utiliza para crear expectativa.

¿Qué inversión económica hace la peña?

M.F.: Quizá el manto sea un 20% del gasto, es un presupuesto grande, son mantos muy costosos. También depende del presupuesto que tengas ese año. Cada vez invertimos más, sacamos mantos más costosos, en torno a los 24 mil, más de 20 mil seguro.

¿Qué materiales se han utilizado?

M.C: Es un mundo inmenso, hay infinidad de texturas en el oro, la rocalla, las piedras y sus tipos. Si profundizas es increíble. Depende de la idea que tenga el diseñador.

¿Hasta qué punto la puesta en escena es importante?

M.F: La puesta en escena de cualquier cosa es importante, en el caso de los mantos desde que hay un jurado externo se supone que no se valora, pero puede ayudar a comprender mejor el manto.

¿Qué opináis sobre el sistema de votación?

M.F: Para mí los mantos son arte. Para cada madre su hijo es el más guapo, nadie es objetivo con los mantos. Se trata de que gane el más regular. Se trata de eliminar que quien va para un primero quede el décimo, se entiende que puede quedar tercero pero no en las últimas posiciones.

¿Quién conforma el jurado?

M.F: Es un jurado anónimo que lo propone el Bando de los Caballos del Vino para cada bloque. Lo componen especialistas en diseño, en seda, en pedrería, en caras, en todos los factores que lleva un manto y lo mejor es que no se sabe y que no se sepa.

¿Cuándo se da por terminado el caballo?

MC: Cuando está puesto en el caballo. Es cuando ves el resultado final, esa es la meta. Hasta que el manto no está en el caballo cuajado yo creo que no se ve el resultado final.

M.F.: En el taller se da por terminado cuando todo eso sale a la exposición, ahí dices que está terminado. Dependerá de cada peña, puede ser el 20, el 25 o el 30 de abril por la mañana.

¿Cómo se hace para que la ropa encaje en el caballo?

M.F: Se hace un patrón con otro tipo de material y se miden todas las partes, se cogen piezas anteriores y las contrastan. Se va sacando un molde y sobre eso se va planteando el diseño. Luego puede ser que se quede corto o largo, porque no es medir una pared, al final es un animal. Las piezas pueden encoger si no se preparan bien.

¿Cómo se eligen a las personas que aparecen bordadas?

M.C: Parte mucho tanto de la decisión del diseñador como de la gente que está en el grupo del diseño. El equipo también tiene la última palabra. Siempre hay capricho de que salga alguien.

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