José Clemente Rubio García
Cientos de personas se dieron cita el pasado sábado en El Calar de la Santa, en el término municipal de Moratalla, para participar en el ENCUENTRO DE CUADRILLAS DEL ANIMEROS EN EL NOROESTE MURCIANO, en su edición 31.
Como cada año, desde hace ya 33, salvo los dos años de Pandemia del dichoso Covid, a mediados de verano, coincidiendo con el último sábado de mes de julio, la música tradicional tiene un referente en todo el Sureste Español como es el presente.
Las pedanías altas del término municipal de Moratalla se convierte en un punto de Encuentro para las personas amantes del la música tradicional, esas músicas y esos bailes que, de generación en generación, de padres a hijos es transmitida de forma oral formando ese rico patrimonio inmaterial que debemos de cuidar y potenciar para que no se pierda.
En esta edición han sido invitadas las Cuadrillas de Beniel, Animeros de Cehegín, Cuadrilla de Patiño y los Animeros de San Blas de Bullas, que junto con la Cuadrilla organizadora Animeros del Campo de San Juan, El Sabinar y Calar de la Santa, llenaron todas las calles de jotas, malagueñas y pardicas, donde tanto el vecindario como las numerosas personas que nos acompañaron vibraron, bailaron y se divirtieron hasta bien entrada la madrugada.
La jornada empezó a las las seis y media de la tarde, con la celebración de una Misa ante la Virgen de la Rogativa, tocada y animada por las distintas Cuadrillas.
Cuando ya el sol iba bajando y la temperatura era cada vez más agradable, todas las Cuadrillas, junto con los distintos invitados, llenaron ese improvisado gran comedor donde degustaron ricos manjares, acompañados por ese vino cosechero ofrecido y donado por nuestro buen amigo y amante de la música y el baile tradicional, Paco Cerezo, de su bodega Cortijo Manoles, vino exclusivo para amigos, que alegraron el cuerpo a cuantos tuvimos la suerte de probarlo.
La alegría se respiraba en el ambiente y, pronto, incluso mientras se servía los postres y dulces, la música ya empezó a sonar y se empezaron a juntar músicos de las diferentes Cuadrillas y dar los primeros toques y bailes alrededor del improvisado comedor.
Con la noche ya entrada, ante un escenario bellamente decorado con motivos florales y predominando la lavanda, con su aroma y su color, empezó, mejor dicho siguió el desarrollo del Encuentro.
Hay que señalar que, este año, en esta treinta y una edición, junto al escenario se montó una Exposición con todos los carteles de las 30 ediciones anteriores y algunos de los recuerdos que nos han ido dando por donde hemos participado, que fue muy apreciada por cuantos la pudieron ver.
Tras la presentación, un año más, por parte de Mari Paz García, y tomando la palabra Enrique García empieza un sincero acto que merece la pena destacar: Nuestro Agradecimiento a la Mujer de la Cuadrilla. Breves y sencillas palabras que lo pueden definir todo en esta bella copla de nuestro compañero José Sánchez, José de la Rambla:
“Tenemos unas mujeres
que son una maravilla,
veinticinco rosas rojas
que apoyan a esta Cuadrilla.”
Ante un silencio y acompañado por el aplauso del público presente, fueron nombradas todas y cada una que fueron subiendo al escenario a recoger un obsequio personalizado para cada una de ellas.
Sin dilación, las distintas Cuadrillas fueron subiendo al escenario dando lo mejor que tienen y el público a bailar hasta bien entrada la noche.
Mucho público bailando, venido de todas partes, de dentro y fuera de nuestra Región y, sobre todo, de gente joven que nos alegra por ver que estos bailes tradicionales no es cosa solo de personas mayores, sino que es un divertimento que agrupa a personas sin distinción de edad y, una cosa muy importante para los tiempos que vivimos, sin un solo conflicto.
