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La ganadería en el Cehegín del siglo XVI

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

La ganadería en el Cehegín del siglo XVI
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Francisco Jesús Hidalgo García, Cronista Auxiliar de Cehegín

Hay dos elementos importantes a tener en cuenta en el desarrollo de Cehegín durante el siglo XVI, el tema agrícola-ganadero y el crecimiento poblacional. Lógicamente, están profundamente interrelacionados, de modo que el primero es la base sobre la que se sustenta el segundo. Sobre todo entre 1500 y 1560 el número de vecinos aumenta de manera espectacular, hasta el punto de que en 1595 se ha quintuplicado con respecto a 1495. Así, podemos constatar que Cehegín tuvo un importante crecimiento económico desde principios del siglo XVI, con una lonja ya en 1508.

La producción ganadera en Cehegín durante estos tiempos era elevada, y entendiendo el concepto de ganado como animal doméstico destinado a la producción de carne y sus derivados encontramos, según las referencias documentales concejiles, ganado ovino, caprino, vacuno, porcino, avícola, y otros de menor relevancia. Además, también era grande la cabaña equina, mular y asnal. Consideramos, aunque no se trate exactamente de ganadería en el sentido estricto de la palabra, que la apicultura o cría de colmenas para la producción de miel y cera debe de ser estudiada, y de hecho las menciones a los colmenares son relativamente frecuentes en la documentación capitular. Por cierto, la cera era un producto bastante caro y, desde luego, la miel muy apreciada para su consumo. Esos colmenares ocupaban, generalmente, una buena extensión de terreno. También los había con pocas colmenas.

La cabaña ganadera en el Cehegín del siglo XVI estaba compuesta, básicamente, de ganado ovino y caprino, aunque tenemos noticias abundantes sobre la presencia de bueyes y vacas, estas últimas sobre todo con relación a las ordenanzas contra el entrar en los vedados de la huerta, también de cerdos, de lo que existen referencias a piaras que se alimentaban al aire libre en dehesas o terrenos no vedados, donde no tuvieran prohibido el acceso por los daños que pudieran causar.

En cuanto al ganado ovino, el macho, llamado carnero, era destinado a la venta de su carne, mientras que la oveja, la hembra, se guardaba para la cría de corderos, la lana y también la leche. De la misma manera el caprino era destinado en los machos a la carne, y las hembras a tener cabritos y a la leche. También la oveja y la cabra eran destinadas al consumo humano, pero en menor cantidad, y con unos precios de venta, como veremos, más baratos que el carnero y el cabrón.

Cada carnero no se podía vender a más de veinte maravedíes el arrelde, que es una antigua medida de peso equivalente a cuatro libras, o sea, a unos dos kilogramos. Normalmente esta medida se utilizaba para la carne. Cada macho cabrío se vendía a 15 maravedíes, y la cabra y oveja a 12, entendiendo, pues, que con destino a la carnicería de la villa.

Es evidente que el consumo de carne no estaba distribuido de manera equitativa entre la población. A pesar de que hablamos del siglo XVI como en el que se produce una mejoría económica de la villa con respecto al siglo XV, las desigualdades sociales eran muy grandes, algo propio de las sociedades de la Edad Moderna, por lo que el consumo de carne era proporcional al nivel económico de las familias.

La ganadería en el Cehegín del siglo XVI
Ordenanza de los ganados. 7 de marzo de 1515. Archivo Municipal de Cehegín

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