Juan Antonio Espín Jiménez. Sábado 4-03-2017
Todo comenzó muy temprano sobre las 6:45 de la mañana, era de noche con mucho sueño, aire y sobre todo mucho frío. En el punto de encuentro para la salida todos muy abrigados y con ganas de marchar. Durante el recorrido todos nos pusimos las pilas y nos olvidamos del frío, disfrutando de los maravillosos paisajes que tiene nuestra vía verde del noroeste, entablando conversaciones entre amigos y conocidos y a muy buen ritmo el primer tramo hasta Cehegin, que era el más largo del recorrido, pasó como si nada. Allí paramos a comer algo y a recoger otro grupo de peregrinos que venia en autobús y se incorporaba para seguir la marcha hasta el Castillo de Caravaca de la Cruz.
El segundo tramo Cehegin- Caravaca de la Cruz costó un poco más arrancar, pero volvimos a coger el ritmo hasta llegar al punto de encuentro, la Plaza del Arco. Allí ya subimos al Castillo que al llegar todos nos sorprendimos de la cantidad de gente que había esperando para la celebración de la misa y la adoración a la Santa Cruz, con la mala fortuna que pasadas las 11:30 comenzaba a llover y decidieron anular la ceremonia dejando solo el momento de la adoración de la Cruz y realizar donaciones dentro del Castillo.
Una vez finalizado esto terminamos con una estupenda comida en el restaurante Aixa de Caravaca de la Cruz, en el cual pudimos disfrutar de risas entre compañeros y degustar productos de nuestra tierra y de muy buena calidad. A media tarde regresamos a casa en autobús algo cansados por el camino, pero muy satisfechos de nuestro esfuerzo realizado.
Se recomienda esta experiencia a cualquier persona que guste disfrutar de todo lo anteriormente mencionado.