JAIME PARRA
El acto del pregón de la Fiesta del Tambor, es un acto en el que el Teatro Trieta pone el cartel de no hay entradas varios días antes, es un acto muy emotivo, sorprendente y muy demandado por toda la familia tamborista de Moratalla.
Este año el elegido como pregonero la noche del 23 de marzo en el Teatro Trieta es José Rodríguez, presidente del Casino Cultural.
En este acto además se entregan los máximos galardones que un tamborista puede conseguir y que concede la Asociación de Tamboristas como son: Nazareno de Oro, Tambor de Oro y Mujer Tamborista.
Por otro lado, otras peñas tamboristas entregan galardones de gran importancia como “Tamborista Joven” y “Peña Tamborista”.
Un momento clave del acto del pregón es cuando los tamboristas representantes de Moratalla en las Jornadas Nacionales de Exaltación muestran la representación del toque moratallero realizada como delegación oficial.
¿Cómo le dijeron que era el elegido este año como pregonero?
Hace varios meses, la presidente de la Asociación de Tamboristas vía telefónica me comunicó su propuesta y elección que posteriormente ratificó la asamblea de la asociación. En ese momento me quedé sorprendido y lo único que le solicité fue que me dijera los motivos por los que habían pensado en mí.
Después de hacer algunas consultas con mis familiares y personas de confianza acepté con responsabilidad y orgullo la tarea de pregonar una de las mejores fiestas del mundo, la Fiesta del Tambor de Moratalla.
¿Qué significa para usted que lo hayan nombrado pregonero de la Fiesta del Tambor?
El significado de ser pregonero de la Fiesta del Tambor en Semana Santa, bajo mi punto de vista, es un nombramiento que me hace mucha ilusión por poder trasmitir la pasión que tengo a los tambores de Moratalla. Este nombramiento implica responsabilidad para intentar hacer un pregón que llegue a los tamboristas y anime a la participación en esta fiesta.
Como moratallero y tamborista es un honor poder ser el pregonero de 2024, hecho del que quiero disfrutar y hacerlo extensible a las personas que me escuchen el próximo 23 de marzo en el Teatro Trieta.
¿Existe tradición tamborista en su familia?
Por la difícil vida de mis padres en su juventud mi padre no llegó a ser nunca tamborista ni a tener tambor. Parte de su vida tuvieron que emigrar y pasaron muchos años fuera de Moratalla lejos de los tambores en Semana Santa.
Por tanto, en mi núcleo familiar ascendente no había tradición tamborista pero desde que era bien pequeño mi madre me preparaba túnicas y mi padre me compró mi primer tambor, ellos siempre han querido que su hijo fuese tamborista y pusieron todos los medios para que me introdujese en esta pasión. Desde edades tempranas me inscribieron en la escuela del tambor, me animaron a ser socio de la Asociación de Tamboristas y siempre me han ayudado para estar con todo dispuesto para poder estar tocando el tambor cada Jueves Santo en la calle Mayor.
Siempre digo, que también me he hecho tamborista en la calle, han sido muchos los tamboristas que han influido en mí para hacer crecer esta afición en mi interior, gran calado en mi evolución como tamborista la ha tenido mi tío materno “Pepe el Tropa” tamborista de los de antaño, mis amigos de la peña URM a la que pertenezco y en la que formamos un bonito grupo tamborista, también ha ayudado a mi afición el haber ido participando en muchas de las actividades que la Asociación de Tamborista ha ido preparando a lo largo de las tres últimas décadas.
¿Cuáles son sus primeros recuerdos de esta celebración?
Mi infancia, mis primeros años cuándo mis padres o mi hermana me acompañaban por la calle Mayor mientras golpeaba débilmente, un pequeño tambor de cordel que me había preparado mi padre. Una túnica roja, con capirote alto y la glorieta donde los niños y niñas tocábamos el tambor la mayor cantidad de tiempo mientras reponíamos fuerzas consumiendo helados del “Tío del Chambí”. Adentrándome un poco en la adolescencia recuerdo mi primer tambor del 55 y cuándo fuimos formando la peña de tambores URM con mis amigos Juan Francisco, Jose Domingo, Juan, Cristóbal, Alberto, Diego. Los primeros paseos por la calle Mayor con buenos tambores son recuerdos que siempre estarán en mí, e infinidad de momentos de tambores vividos más en mi juventud, muchos de ellos con primos Juan y Ramón.
¿Han heredado sus hijos esta pasión?
Por suerte sí, estoy muy contento de que amen los tambores de Moratalla, de que les guste tocar el tambor y además de que me acompañen los bonitos días de Semana Santa.
Disfrutan tocando su tambor y lo hacen bastante bien. El tambor es un nexo de unión entre mis hijos y yo, compartimos una pasión y la vivimos intensamente. Este año están aún más felices por el hecho de vivir el pregón de una manera más intensa que en años anteriores.
¿Qué pregones a los que ha asistido le han llamado más la atención?
En general todos, el acto del pregón de esta fiesta durante los últimos años tiene un componente de sorpresa y novedad que siempre hace que el espectador este en alerta de los elementos nuevos que la asociación incluirá en el acto para sorprender al público asistente.
A todos los pregones que he asistido me han llamado la atención de una forma u otra, por ese elemento diferente y de sorpresa que caracteriza este acto.
¿El suyo será más un pregón con mensaje o de vivencias personales en torno a la fiesta?
Estoy convencido que un pregón deber ser un mensaje que haga notorio que se avecina un acontecimiento y que llegue esa información al mayor número de personas posibles para que participen del acto festivo que se anuncia. Mi objetivo es hacer un pregón que no sea tedioso, que el espectador este entretenido y poder despertar en los tamborista la ilusión y la pasión de formar parte de una fiesta única e irrepetible en el mundo entero, la Fiesta del Tambor de Moratalla. Intentaré combinar los aspectos que componen esta fiesta junto a tradición y alguna anécdota o recuerdo personal.
Explíquenos a los que no somos de Moratalla, ¿cómo viven los moratalleros la Fiesta del Tambor?
El moratallero o moratallera vive esta fiesta de una forma muy pasional. El toque de tambor en Moratalla es una fiesta que combina ilusión, convivencia, pasión, rivalidad amistosa y respeto para expresar con el toque del tambor los sentimientos que el tamborista tiene dentro.
Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurreción Moratalla se echa a la calle, a tocar o a disfrutar del sonido de los tambores. El casco antiguo de Moratalla se llena de colorido de las túnicas, de redobles y de tamboristas. El visitante o autóctono disfruta de la buena gastronomía con amigos tanto en bares como en peñas que adornan el bonito casco viejo de nuestra villa.
En un ambiente sonoro con los mejores toques de tambor, desde niños hasta ancianos tienen su lugar para poder disfrutar de una fiesta que late en Moratalla y una Moratalla que vive el tambor con tradición y pasión.
