VICTORIA VALERO/CANDIDATA SOCIALISTA A LA ALCALDÍA DE MORATALLA
Mirar por el bien para un pueblo nunca fue tan difícil a la vez que gratificante, lo digo en primera persona. Llevo desde bien joven dedicándome a la política y siempre he sido una persona comprometida, confiando en que la buena política puede solucionar muchos problemas.
Esta legislatura que acaba, en la he sido concejala de cultura, turismo y comercio, ha sido muy complicada. He tenido que tomar muchas decisiones desde mi puesto de trabajo porque han sido tres las veces que hemos llevado a pleno la liberación de dos personas del equipo, obteniendo un no por respuesta. Las características de Moratalla y sus trece pedanías requieren presencia en el ayuntamiento, los vecinos que acuden a nuestras oficinas necesitan vernos para dialogar con nosotros y el funcionamiento de los servicios públicos, el acceso a subvenciones, reuniones y gestiones es dificultoso llevarlo a cabo así. Pero ¿quién ha sufrido las consecuencias de esto? Los moratalleros y moratalleras. Si no llego a la alcaldía, apoyaré las liberaciones del gobierno, es decir, que los miembros de gobierno que la ley permita, puedan dedicar su tiempo laboral a las necesidades de Moratalla. Mi pueblo me preocupa y debe estar atendido, lo gobierne yo, o no.
Nosotros hemos estado visitando el ayuntamiento antes y después de nuestra jornada laboral, aunque no todo lo que nos hubiera gustado. No podemos olvidarnos que tuvimos que hacer frente, junto a otras autoridades locales, a la gestión local de la pandemia que, por desgracia, fue un hecho insólito y sin precedentes. Aun lidiando con todo esto, estamos satisfechos de haber solucionado cuestiones de mucho, mucho peso.
Estar en primera fila del equipo de gobierno me ha ayudado a conocer los verdaderos problemas del consistorio y la localidad, la deuda. Encontramos al ayuntamiento en una situación caótica que no permitía ninguna acción y, tras muchas gestiones, hemos conseguido estabilizar la deuda, pasándola de la banca al Fondo de ordenación del Ministerio de Hacienda, reagrupándola y reduciendo los intereses casi en medio millón de euros anuales.
Esta gestión también ha permitido desbloquear el embargo del polígono. Hoy podemos decir que nuestro suelo industrial ya está siendo visitado por empresas interesadas de Moratalla, del noroeste y externas. Se han realizado varios planes de pago a proveedores reduciendo la deuda a las empresas que un día prestaron servicio y que era necesario que cobraran.
Los remanentes de Tesorería cuando llegamos al gobierno eran muchos años negativos y cerramos este 2022 con superávit en casi un millón de euros. Esto refleja la situación de liquidez de la entidad, un importante indicador de solvencia financiera a corto plazo si lo comparamos con el de las anteriores legislaturas.
Otro dato que permite el funcionamiento diario del ayuntamiento es que nuestros trabajadores, en esta legislatura, están cobrando sus nóminas en tiempo y forma. También se ha reducido el periodo medio de pago a proveedores, en 2019 rozaba los 600 días y hoy se reduce casi a la mitad.
Sin embargo, a pesar de todos los obstáculos que nos han puesto y lo sucedido, he podido llevar a cabo y colaborar en una gran cantidad de acciones y actividades que han mejorado la situación de Moratalla. Haciendo balance de estos años he decidido encabezar un nuevo proyecto para mi pueblo con un equipo sólido. Si algo me importa en esta nueva andadura es reducir las carencias que Moratalla tiene, tengo muy en cuenta las críticas y las necesidades que me hacen, de ellas obtengo la fuerza que este puesto requiere y de ellas nace el bienestar de los vecinos.
Me gustar creer que con la ilusión de las personas y las ganas de trabajar en equipo comienza el verdadero cambio. La fórmula del cambio y del éxito es rodearte de la certeza de personas con experiencia, de la creatividad de las nuevas generaciones y la precisión de los profesionales y técnicos que supervisan cada tema.
Para hacer política no se debe caer en el mal gusto, el insulto y el desprestigio, el respeto lo es todo. Se debe ser coherente y honesto, no todo vale para ganar un voto. No podemos prometer proyectos titánicos para embelesar a la gente, Moratalla necesita una política que comience desde abajo y sea consistente para poder llegar a lo más alto. Esa ha sido mi labor, la labor de mi equipo estos cuatro años, frenar lo que estaba asolando el consistorio y subsanar sus cimientos. Hemos hecho aquello que solo se ve desde dentro y poco se ve desde fuera. Hemos fortalecido las raíces de nuestro pueblo para que en este nuevo viaje, podamos construir la Moratalla que todos y todas pedimos y, por supuesto, la que merecemos.
No cabe duda que ser candidata a la alcaldía es un reto y un compromiso, pero seguiré las premisas que nacen de la educación que he recibido en mi familia. Trabajar duro, ayudar y escuchar a los demás sin esperar nada a cambio y hacer las cosas bien hechas, con pasos cortos y firmes, pero ni un paso atrás.
Con Moratalla siempre.
