DAVID LÓPEZ
Michael Bay, director de barbaridades, y no por su calidad como “Transformers”, “Pearl Harbor”, “Armageddon”, “La isla” o “La Roca” (esta la he visto varias veces, la verdad), se desmarca en un giro de 180º de lo que ha venido haciendo hasta ahora para contarnos, basándose en unos hechos reales, que superan todo, un thriller cargado de humor negro, sangre, violencia, acción –a otro nivel– y testosterona en una película, que ojalá marque un antes y un después en la carrera de este angelino amante del cine donde los efectos especiales y el dinero para ellos, se le salen de los bolsillos.
“Dolor y Dinero” nos sitúa en Miami, años noventa. Daniel Lugo (Mark Wahlberg) y Adrian Doorbal (Anthony Mackie) entrenan muy duro en el gimnasio cada día. Debido a su profesión como culturistas, dedican más tiempo a atender su cuerpo que a cualquier otra faceta que suponga un esfuerzo mental. Daniel adora el fitness, pero es un trabajo que no da mucho dinero, y pensar que toda su vida se dedicará a ello le agobia, por lo que decide pasar a la acción y prepara un gran golpe. Junto a su compañero Adrian y Paul (Dwayne “The Rock” Johnson), un expresidiario que entrena con ellos, forman un grupo para extorsionar y secuestrar a un empresario adinerado. El plan parece dar resultado, sin embargo, cuando están disfrutando de su victoria, comienzan los problemas. Pues lo que no esperaba Daniel era el contraataque de su víctima, que como era de esperar, no se queda impasible tras sufrir la emboscada de la banda de los “Gym Sun”.
A un servidor le ha resultado muy divertida, cosa importantísima, bastante entretenida, disfrutable y loca. Un acierto inesperado el mío caer con lo nuevo de Bay y Wahlberg. Una película libre de todo, pero con posibilidades de ser encarcelada erróneamente.