Ya en la calle el nº 1041

Dieciséis años de un auditorio inacabado

El plazo para finalizar la obra del Auditorio o devolver el dinero se ha prorrogado hasta 2027, fecha en la que el Alcalde de Caravaca confía en que haya comenzado su construcción

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

MARÍA GARCÍA/JAIME PARRA

Paseando por la calle Mayrena de Caravaca de la Cruz se puede ver el esqueleto de hormigón de un auditorio fantasma, como también en la vecina ciudad de Cehegín o en Puerto Lumbreras, por cuyo concurso de construcción dimitió Pedro Antonio Sánchez como presidente de la Comunidad Autónoma y por el que ha sido condenado a tres años de cárcel.

La construcción descansa desde 2012 esperando su destino -el Tribunal de Cuentas ha dado de plazo hasta 2027 para su construcción o en caso contrario la devolución del dinero hasta ahora invertido- y recuerda a los viandantes el Auditorio proyectado con capacidad para mil personas.

El proyecto del auditorio de Caravaca recibió la concesión de la subvención en enero de 2008. Lo que hoy se puede ver forma parte de la primera fase de la subvención del proyecto de los 12 presupuestados para el conjunto de la obra. La construcción que se ha realizado hasta la fecha tiene un coste de 5,5 millones de euros, de los que la Comunidad Autónoma ha aportado el 75% del presupuesto y el resto el Ayuntamiento. En enero de 2009 se produjo la concesión de la subvención de la fase dos del proyecto y en agosto de ese mismo año se presentó el proyecto.

La empresa que ganó el concurso del proyecto fue Ferrovial S.E, y el arquitecto a mando de la construcción era Julio Martínez Torreblanca. El proyecto contemplaba un espacio multiusos donde se encontrarían salas de ensayo, almacenes, despachos, camerinos y zonas de administración. Además, una de las partes más polémicas de este plan, la torre de 42 metros que presidiría el auditorio. El centro iba a ocupar unos nueve mil metros cuadrados, divididos en tres grandes piezas prismáticas, como serían el auditorio, la biblioteca y el archivo, y la zona de recepción y exposiciones.

En junio de ese mismo año, Alfonso Sánchez Marín, en representación del Grupo Municipal Socialista, presentó un escrito en el que se denunciaba que el Centro Municipal y Auditorio previsto afectaba a la normativa correspondiente del Plan General Municipal de Ordenación debido a la altura de la torre. La altitud máxima fijada para la zona era de cuatro plantas y la torre alcanzaría una altura de trece plantas. Señalaba asimismo que el proyecto tendría un gran impacto visual que afectaría al casco antiguo colindante. Además, el Grupo Municipal Socialista planteaba sus dudas sobre el mantenimiento económico del edificio después de su construcción.

Jesús López, diputado regional socialista, presentaba una moción en la Asamblea Regional para que la Comunidad Autónoma se pronunciara sobre la construcción de la torre de 42 metros que incluía el proyecto. Asimismo, planteaba que el proyecto supuestamente afectaría a una parcela reservada para vivienda protegida, una zona de uso de vivienda residencial que pasaría a zona de servicios.

En junio de 2010 hubo una aprobación del Plan Especial de Construcción para poder comenzar con la obra. En 2012, en plena crisis económica, la construcción del edificio quedó suspendida por falta de financiación autonómica.

Tres años más tarde de la paralización de las obras, el 29 de mayo de 2015, una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia declaró la nulidad del Plan Especial urbanístico aprobado para la construcción del auditorio. Intersa, una de las empresas que concursaron en el proceso de adjudicación del proyecto, había presentado un recurso que discutía la legalidad del plan urbanístico del proyecto debido a la altura de la torre principal y a la supuesta previsión de vivienda protegida en la zona. Intersa en la actualidad se encuentra liquidada.

Finalmente, la sentencia anuló el Plan Especial, pero no por los motivos que presentó Intersa, sino por el tipo de modificación del plan de ordenación, ya que la sentencia manifiesta que debería haberse realizado una “Modificación Puntual del Plan General” y no la aprobación de un Plan Especial urbanístico.

El Tribunal de Cuentas advirtió que los plazos para realizar las obras subvencionadas terminaban en diciembre de 2023 y, en caso de no realizarse, la inversión debía ser devuelta. Un plazo que ha prorrogado hasta 2027. Si la obra sigue a delante y no es Ferrovial la empresa constructora que acaba encargándose del auditorio, se liquidaría el contrato entre el ayuntamiento y la empresa. Además, Ferrovial podría exigir una indemnización de entre un 8% y 20%, entre beneficio industrial y gastos generales. Quizá después del aplazamiento de la devolución de la subvención el paisaje de la calle Mayrena cambie y los vecinos de Caravaca puedan ver su auditorio terminado.

Dieciséis años de un auditorio inacabado

“Caravaca necesita un auditorio”

Así lo afirma su alcalde, José Francisco García, aunque también realza que, dado el alto coste de mantenimiento y de programación, el auditorio cobra todo su sentido si acaba siendo comarcal y entrando en la Red Regional de Auditorios.

Y pone fecha para el comienzo de su construcción:  en esta legislatura, antes de 2027, fecha en que caduca la última prórroga que ha concedido el Tribunal de Cuentas para realizar la obra o devolver el dinero.

Hecho este último impensable, señala el Alcalde, dado lo avanzado de su construcción y la necesidad de un espacio escénico que sustituya al Teatro Thuillier, aunque pronto se acometerá en el mismo una reforma importante.

Sus contactos con el Ejecutivo regional, recalca, han sido fructíferos, ya que comprenden la carencia de una infraestructura de este tipo en toda la comarca del Noroeste.

Un auditorio, recalca el Alcalde, que deberá entrar en la Red Regional de Auditorios, ya que un ayuntamiento pequeño como el caravaqueño no puede permitirse por sí solo ni su mantenimiento ni de costear una programación atractiva para llenar las cerca de novecientas plazas que tendrá.

Eso sí, será un auditorio más modesto que el inicialmente planeado y que, como el de Puerto Lumbreras o el de la vecina Cehegín, no terminó de construirse debido a la crisis económica que asoló el país.

Desde el año 2009 en el que se adjudicó a Ferrovial, en Caravaca de la Cruz se ha reformado la Casa de la Cultura y la Biblioteca (que inicialmente se pensaba trasladarla al Auditorio) y se ha construido la sala de estudios Encarna Reinón.

Sin embargo, siguen faltando espacios para las actividades culturales, como el lugar de ensayo de la Banda de Música o una ubicación más apropiada para el Archivo Histórico y Municipal.

El Alcalde tampoco descarta que algunas de las actividades del Conservatorio de Caravaca puedan trasladarse al Auditorio.

Mientras que, en Cehegín, donde ningún partido tiene mayoría, discrepan sobre qué hacer con el edificio semiconstruido, en Caravaca, José Francisco García, con mayoría absoluta y un Gobierno regional del mismo color, se muestra tajante: «las obras del auditorio comenzarán incluso antes de lo que nosotros pensábamos»

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