Ya en la calle el nº 1042

Diciembre de 1897: Fallecimiento de D. Quintín Bas y Martínez

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

FRANCISCO FERNÁNDEZ

ARCHIVO MUNICIPAL CARAVACA 

El 14 de diciembre de 1897 se hacía pública la noticia de la muerte de D. Quintín Bas y Martínez, a quien se le recuerda por ser el autor de uno de los cuatro libros que sobre la historia de Caravaca y de la Stma. Cruz se publicaron durante el siglo XIX, motivo por el cual existe en nuestra ciudad dedicada a su memoria. No obstante, su biografía es bastante desconocida, por lo que a continuación voy a intentar hacer un esbozo general de la misma, necesariamente incompleto, basado fundamentalmente en las noticias aparecidas en la prensa.

Quintín Bas nació en 1850 (o finales de 1849) en la población valenciana de Villanueva de Castellón, muy cerca de Játiva, ciudad natal de sus padres, según consta en el Archivo Parroquial de El Salvador, donde se conservan las partidas de bautismo de 6 de sus hijos. Se licenció en Filosofía y Letras y realizó también estudios de taquigrafía; materia a la que corresponden sus primeros trabajos, ya que en 1875 publicó en Valencia el libro “Principios de Taquigrafía Española”, publicitado en la prensa como una “obrita, con cuyo auxilio pueden con gran facilidad todos los profesores aleccionar a los niños en el arte taquigráfico” y dos años mas tarde “Cuadro sinóptico de taquigrafía española (el primero de España)”, basado en el sistema enseñado en Instituto San Isidro desde 1802, añadiendo “importantes innovaciones de método y de doctrina”. A pesar de la buena acogida de ambas publicaciones y de la reputación alcanzada, parece ser que Bas quiso orientar su labor profesional hacia la docencia histórica, ya que en este mismo año de 1877 aparece inscrito en la oposición a las cátedras de Geografía e Historia de los Institutos de Bilbao, Castellón, Canarias y Reus. Desconozco cual fue el resultado o si llegó finalmente a presentarse, pero el caso es que la siguiente noticia que disponemos es su traslado a Caravaca contratado como profesor de historia, geografía, psicología, lógica y ética del recién creado Colegio de la Santísima Cruz.

Este colegio, calificado como de Segunda Enseñanza, estaba agregado al Instituto Provincial y subsistió hasta 1887 en que fue sustituido por el de El Salvador, ubicándose en la antigua Casa Tercia de la Orden de Santiago. La amplitud del edificio permitía también que se utilizara como vivienda de los profesores, de modo que esa fue su primera residencia en Caravaca, y así aparece reflejado en su inscripción en el Libro de Matrícula Eclesiástica correspondiente al año 1878: “Quintín Bas y Martínez, 28 años, soltero, catedrático. Tercia, 9”. Poco le debió durar la soltería, ya que el 1 de agosto de 1880 nació su primera hija, a la que se impuso el nombre de María de las Nieves Petra Fe, fruto de su matrimonio con Dª. Dolores Alfonso y Madrona, natural de Játiva, ciudad en la que supongo tuvo lugar la boda. Además de esta, tuvo otros cinco hijos, todos nacidos en Caravaca: Maria Teresa Marcelina en 1882, José María Quintín Ambrosio en 1883, Maria de la Cruz Froilana en 1885, José María Julián en 1888 y Maria del Carmen Cándida Severiana en 1889.

Su afán por mejorar profesionalmente hizo que en 1880 participase en la oposición a la Cátedra de Geografía e Historia de los Institutos de Mahón, Ponferrada y Baeza; sin embargo, aunque aprobó el examen no fue incluido en ninguna de las tres ternas que posibilitaban el acceso a la plaza, de manera que continuó viviendo en Caravaca vinculado al Colegio de la Santísima Cruz, del que fue nombrado director en 1881. Fue en esta época cuando comenzó a realizar trabajos literarios de carácter histórico, siendo los primeros que conozco “El Triunfo de la Santa Cruz”, que fue leído en la velada literario-musical celebrada en Círculo Artístico de Caravaca el 1 de mayo de 1883 con motivo de las fiestas patronales de la ciudad, y “Mossen Jaime Febrer”, estudio sobre el poeta medieval valenciano del mismo nombre publicado en el número de diciembre de 1883 de “El Archivo. Revista de Ciencias Históricas” editada en Denia; emprendiendo asimismo la redacción de una historia de Caravaca y de su Stma. Cruz, cuya aparición se anunció en la prensa murciana a finales de febrero de 1885: “En Caravaca se va a publicar la Historia de aquella ciudad, que ha escrito D. Quintín Bas y Martínez, director del colegio de primera y segunda enseñanza”. El libro, impreso en Caravaca en la Tipografía de “La Luz”, se puso a la venta en abril al precio de 3 pesetas, pudiendo adquirirse “en Madrid, Librería de D. Agustín Jubera, y en Caravaca, portería del Colegio de Santa Cruz”.

Estos méritos hicieron que fuese nombrado socio (académico) correspondiente de la Real Academia de la Historia en la penúltima sesión de la temporada celebrada por esa institución el 19 de junio de 1885. La publicación fue muy recibida en Caravaca y también a nivel nacional, lo que se constata en la reseña que sobre el mismo realizó la prestigiosa revista madrileña “Civilización”: “El señor Bas recopila sustancialmente cuanto sobre esta materia han escrito historiadores, principalmente de Caravaca. Adicionada su recopilación con sus muchos conocimientos históricos. Nada se sustrae a su mirada…, cuanto el devoto de la santísima Cruz de Caravaca puede apetecer para fomentar su fervor, lo encontrará en el libro del señor Bas”. Sin embargo no fue del agrado de la Real Academia de la Historia, que criticó duramente algunos aspectos, dando origen a sendos informes de los académicos D. Francisco Codera y Zaidín “Historia de Caravaca” y D. Vicente La Fuente “La Santa Cruz de Caravaca”, publicados en el Boletín de la Academia en 1886, dictaminando que “la obra del Sr. D. Quintín Bas y Martínez, no satisface las exigencias de la crítica histórica, y al reproducir sin correctivo las patrañas de los grandes falsarios Luna é Higuera, no honra á la Santa Cruz de Caravaca, digna del culto que se le da, y aun de mucho más. Ni Dios, que es la verdad por esencia, ni el catolicismo, quieren ni necesitan para nada fraudes ni mentiras. La Real Academia de la Historia, encargada oficialmente de la depuración de los errores y falsedades que en gran número se han acumulado en la historia de nuestra patria, cumple con su deber denunciando, con motivo del libro del Sr. Bas, lo que á propósito de la Cruz de Caravaca se ha venido propalando”. La dureza de la crítica hizo que quisiera rectificar sus errores, escribiendo un folleto de 16 páginas al que tituló “La Santísima Cruz de Caravaca. Su aparición, santuarios, culto, monumentos, etc.”, que fue impreso en la Imprenta de Blas Belver en Játiva en 1887 y del que se hizo una segunda edición en Caravaca, en la Tipografía de Gonzalo de Haro, en 1906. El folleto fue enviado a la Academia, registrando su recepción en la sesión celebrada el 13 de mayo de 1887. No obstante no terminó con ello la polémica y en marzo de 1889 se daba noticia de que “el Sr. D. Quintín Bas defenderá su «Historia de Caravaca» de los comentarios hechos por los Sres. Codera y López (D. Pedro Maria) que han controvertido muchas de las afirmaciones hechas en dicho libro, principalmente que fuese Caravaca la ciudad donde se celebró el tratado de Tadmir”. En cualquier caso, si bien es cierto que algunos contenidos del libro eran discutibles, en lo referente a la descripción de la ciudad, monumentos y sobre todo las fiestas y culto a la Vera Cruz, su aportación es muy válida y en nada difiere de la tradición caravaqueña en lo referido a la aparición de la Cruz.

Mientas tanto trasladó su actividad profesional a Moratalla, donde se instaló el Colegio de la Santísima Cruz tras su cierre en nuestra ciudad, aunque continuó su relación con Caravaca impartiendo en 1888 un curso extraordinario de taquigrafía de 20 lecciones que concluyó el 24 de julio resultando de gran provecho para los alumnos: “Todos ellos han consignado en taquigrafía su despedida al profesor, manifestando que les ha dejado en aptitud para poderse perfeccionar ellos solos, practicando dicho arte”. También en Moratalla demostró sus cualidades docentes consiguiendo que el colegio adquiriese pronto reconocido prestigio: “Mucho sentí que mi ausencia en la pasada semana impidiese hacer a V. detalladamente la reseña de los brillantes exámenes que hicieron en esta los jóvenes que asisten á las clases del Colegio que con tanto celo como inteligencia dirige nuestro amigo el Profesor D. Quintín Bas. La comisión que vino de Murcia, marchóse muy satisfecha de tan lisongero resultado, y por ello felicitamos a los jóvenes alumnos, a sus padres y a su digno profesor”.

No tengo mas noticias hasta su prematura muerte (en 1893 hay un Quintín Bas inscrito en la oposiciones a la Cátedra de Retórica de y Poética del Instituto Jovellanos de Gijón, pero no creo que sea el que nos ocupa), comunicada en el valenciano diario “Las Provincias” el 14 de diciembre de 1897 por su corresponsal en Caravaca: “Víctima de penosa y larga enfermedad, ha fallecido en Valencia el que en vida fue nuestro particular amigo D. Quintín Bas y Martínez, Licenciado en filosofía y letras y Director del suprimido Colegio de la Santísima Cruz de esta ciudad. El Sr. Bas a quien distinguió la Real Academia de la Historia, con el titulo de socio correspondiente, ha dejado sentada la fama de su capacidad científica, escribiendo algunas obras de historia y de taquigrafía”.

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