David Sánchez tiene 25 años y es natural de Caravaca. Se describe como un novato del Muay Thai, también llamado boxeo tailandés, un arte marcial y deporte de contacto originario de Tailandia conocido por su énfasis en el uso de los codos, rodillas, piernas y puños en combate. Es considerado uno de los sistemas de lucha más efectivos para la defensa personal y también es un deporte de competición popular en todo el mundo.
Aunque David se vea a sí mismo como un principiante, lo cierto es que este sábado 10 de febrero pelea en un evento creado por Tiger Fighter Team en Jacarilla, Alicante.
Con alrededor de tres años de experiencia en el entrenamiento de este deporte, es su segundo evento de este tipo aunque en esta ocasión pelea en un peso distinto a su primera vez.
¿En qué modalidad combates?
Quiero decir antes de nada que todo lo que voy a decir es desde la poquísima experiencia que tengo en este mundo y sobre todo en el de la competición, en el que soy un auténtico novato. La modalidad en la que voy a pelear es en Muay Thai, en 68kg, que es muy diferente al peso con el que peleé el año pasado que fue mi primera, que eran 10 kg más, es decir, 78 kg
Háblanos del evento .
El evento lo ha creado Tiger Fighter Team y contará con unos 20 combates aproximadamente. El mío es uno más sin más importancia (ríe) pero bueno… estamos ahí.
¿Desde cuándo estás en esto? ¿Es tu primera vez compitiendo?
Entrenando Thai llevaré cerca de unos 3 años y medio, pero fue a partir del año pasado cuando decidí ponerme un poco más a prueba, tomármelo más en serio y realizar algún combate amateur, el año pasado en febrero tuve mi primera, y este año en febrero la segunda. Me lo tomo con calma (ríe)
¿Cómo surge empezar a practicar un deporte en el que sabes que vas a acabar dolorido?
Siempre me han gustado los deportes de contacto, los veía en películas, en videos, siempre me ha interesado y quería aprender. En Caravaca no había mucha variedad más allá de karate o taekwondo. Karate probé durante un par de años pero no me termino de convencer. Al llegar a Murcia capital vi todas las opciones y gimnasios que había y me decidí a empezar. Nunca he pensado que sea un deporte en el que vaya a salir destrozado, por lo que nunca he tenido eso en mi cabeza.
¿Cómo es la preparación física y psicológica? ¿Tiene mucho peso lo psicológico?
La preparación física es muy dura, por lo menos para mí, hay mucho cardio, mucha técnica y mucho combate con mis compañeros, y cuando se acerca el combate esta intensidad aumenta durante el último mes aproximadamente para llegar a tono al combate y poder darlo todo.
Y en cuanto a lo psicológico sufro bastante el hecho de saber que tengo una pelea cierto día, me obsesiono mucho con ello y lo tengo todo el día en la cabeza. Me gusta imaginar todas las posibilidades y todo lo que puede pasar en el combate, tanto lo bueno como lo malo, y que no se me escape nada. Pero no me gusta obsesionarme con el rival y estar pendiente de él, de cómo trabaja ni nada de eso, me da igual como sea él, sus puntos fuertes y débiles, etc… Yo voy allí a hacer mi pelea y a intentar que el se adapte a mí y no yo a él.
¿Cómo son los días posteriores?
Los días posteriores, tomando como ejemplo mi única pelea, fueron muy duros, porque llegué a la pelea con una fisura en la costilla y, al salir de la pelea, ya dije basta y estuve unas semanas casi sin poder respirar. Además de que esa situación de estrés que vives en el combate, aunque sea poco tiempo, te deja reventado.
¿Hasta qué punto estás comprometido? ¿Lo ves como una afición o te gustaría desarrollar una carrera más profesional?
No me veo dedicándome a esto ni pasar a profesional ni nada de eso. Es algo que me gusta y seguiré entrenando siempre que pueda y tenga las capacidades y, si de vez en cuando, me veo con ganas y preparado claro que iré subiendo al ring alguna que otra vez, pero profesionalmente por lo menos no. Tengo un gran respeto para todos aquellos que dedican su vida a esto porque lo veo algo muy duro y a lo que hay que dedicarle todo.
