Ya en la calle el nº 1042

Caballos “A pelo”. La apuesta por el caballo como animal

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Añade aquí tu texto de cabecera

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

MARÍA GARCÍA

El día 1 se celebra el concurso de Caballos a Pelo, los caballos se reúnen en la plaza Paco Pim más conocida como “Plaza Elíptica”, pasean por la Gran Vía hasta llegar a la Plaza del Hoyo. Durante ese recorrido un grupo de jueces foráneos, que no tiene implicación con ninguna peña, ojean a los caballos. Ese día el caballo es el protagonista. Algunas peñas como Chirinos y Zuagir llevan compitiendo en las diez primeras posiciones de este concurso gran parte de su historia. Ambas fueron en el año 2023 primer y segundo premio respectivamente. La peña Chirinos obtuvo la mejor puntuación con un 8,89 con un caballo de la Yeguada El Gato de Caravaca de la Cruz. Hablamos con Juan Gómez y Alberto García, de la Peña Zuagir, y con Blas Rubén Castillo, “Blasru”, de la peña Chirinos.

Tanto la peña Chirinos como la peña Zuagir repetirán caballo este año. Ambas peñas coinciden en que para que un caballo triunfe en el Hoyo no solo vale con cumplir las bases del concurso, una altura y unas medidas de proporción, sino que también se tiene en cuenta la actitud. “Se han hecho unas bases que se ajustan un poco a lo que nos gusta aquí en Caravaca”, Juan se refiere al tipo de caballo que no tiene tanto que ver con el que suele ganar en concursos más convencionales. “Aquí gusta el caballo más barroco, los caballos más vastos, más recios, con más kilos y caballos que se muevan”, añade.

“Blasru” coincide, “antiguamente no estaba eso tan estricto, ahora hay que buscar un caballo que tenga mucha alzada”. Un pura raza española y que mida más de 1.70 es la única imposición que tiene el concurso.

Asimismo, el componente de la peña Chirinos destaca la importancia de presentar al concurso un caballo que se comporte bien y que no muerda, que esté tranquilo pero que se crezca al lado de otros caballos y vaya con la cabeza alta.

“Al final, si seguimos trayendo ese tipo de caballo se podrá catalogar un pura raza caballo del vino, que es lo que se buscaría para caballo a pelo, algo grande y que vista bien el manto”, señala Alberto.

Ese día, como otro cualquiera, se lava y se peina. Lo importante es el trabajo que se realiza con él a lo largo del año, entrenarlo para que esté fuerte y mantenerlo cuidado. El caballo de la peña Chirinos lleva la misma preparación, pero “Blasru” destaca el cuidado en las crines por su longitud. Hay que mantenerlas y cuidarlas de forma constante.

En el caso de la peña Zuagir, pese a tener algunos premios de carrera, casi desde sus inicios apostaron por un caballo que pudiera competir en el Hoyo. Creen que a raíz del cambio en el sistema de puntuación, que consideran más justo, el concurso ha cogido auge y relevancia. “El día 1 cada vez gusta más y se suman más peñas, se suman tres o cuatro nuevas este año”, añade Alberto. 

Aún así, Juan destaca que pese al cambio de puntuación, tanto la peña Chirinos como la peña Zuagir, están ahí, y cree que eso dice mucho de ambas peñas y de la calidad de los caballos con los que compiten.

La peña Chirinos no tiene muchos componentes, y “Blasru” es de los más jóvenes, por lo que pensaron que era mejor decantarse por participar en este concurso. Viene de una familia de tradición caballista, “para mí es el día más grande que hay”.

Los caballos van entrando a la Plaza del Hoyo según se les nombra. Juan destaca la adrenalina que se siente al estar entre la gente, al entrar el caballo, los empujones y la tierra que salta. Es importante que quien dirija al caballo sea alguien experimentado porque el Hoyo está repleto de gente y es un momento de nervios y tensión. “Miras la respiración del caballo, su gesto y los ojos”, Juan dice que es esencial leer al caballo y entenderlo para tranquilizarlo en ese momento.

Alberto cuenta que cuando los caballos se esperan en la calle paralela a que anuncien los premios, en silencio, sin comentar nada, los caballistas se colocan en la posición que creen merecer. “Se van bajando por abajo los que más o menos saben que van a acabar dÉcimos, novenos”, explica Alberto.

Cuando se anunció a la peña Chirinos como ganadora del primer premio, “Blasru” confiesa que se le salía el corazón. Finaliza la entrevista dando las gracias a cada componente de la peña y desea para este año los mismos buenos resultados que el anterior.

La plaza del Hoyo y su monumento al caballo esperan ya el bullicio, la alegría y el trote de los caballos sobre su arena. 

¡Suscríbete!

Recibe cada viernes las noticias más destacadas de la semana

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.