JOSÉ LUIS ÁLVAREZ CASTELLANOS/COORDINADOR IU-VERDES REGIÓN DE MURCIA
La Región de Murcia, y más concretamente la ciudad de Calasparra, se convertirá en el centro del arte rupestre europeo durante los primeros días del mes de octubre de 2023 por la celebración en dicha localidad del Simposio Internacional de Arte Rupestre incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
En este punto hay que recordar que la Región de Murcia es una de las seis Comunidades Autónomas, junto con Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana, Castilla la Mancha y Andalucía, que integran el Conjunto del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo en la península Ibérica, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, uno de los once de esta categoría existentes en Europa. Un conjunto de 758 yacimientos que representan la mayor concentración de estos de todo el continente, 72 de los cuales se encuentran en nuestra Región y 43 de ellos en la comarca del Noroeste y Río Mula, con una mayor concentración en el municipio de Moratalla (34).
También es necesario recordar que muchos de estos yacimientos forman parte desde 2010 de los “Caminos del Arte Rupestre Prehistórico”, una de los veinticuatro Itinerarios Culturales del Consejo de Europa, junto con nueve CCAA y siete países más.
Sitúo estos breves antecedentes de reconocimiento internacional para abrir la perspectiva de la dimensión e importancia que atesora el patrimonio prehistórico de nuestra Región que contrasta con la escasa difusión e impulso para su conocimiento que desde las instituciones regionales se le otorga.
Pruebas de ello son la poca presencia y mínima relevancia de este patrimonio en los eventos de publicidad y promoción turística, FITUR incluido, en los que participa la administración regional y que el Plan Estratégico de Turismo de la Región de Murcia para 2022-2032, nada menos, despache la referencia a este importantísimo patrimonio cultural en apenas dos renglones en un documento de más de doscientas páginas, dentro del epígrafe dedicado al turismo cultural y religioso, refiriéndose a él como “otro tipo de patrimonio de gran interés” tras haber situado en lugar preferencial los eventos religiosos.
Pero no solo desde el punto de vista turístico se desaprovecha este elemento dinamizador de primer orden, que en su promoción no va más allá de los esfuerzos de las corporaciones locales con sus escasos recursos y de una exigua ayuda del gobierno regional para el mantenimiento del Centro de Interpretación de Arte Rupestre de Moratalla, sino que desde el punto de vista educativo carece de toda divulgación en el ámbito escolar.
En este sentido, iniciativas tan sencillas como el “Pasaporte Rupestre” promocionado desde la Consejería de Educación entre los/as estudiantes y que enlazara los diez lugares de la Región de Murcia que integran el Itinerario Cultural del Consejo de Europa denominado “Caminos del Arte Rupestre Prehistórico”, al modo del itinerario sellado del Camino de Santiago, por ejemplo, podría ser un elemento difusor muy eficaz para el conocimiento y promoción de este conjunto patrimonial, como han demostrado iniciativas similares en CCAA como Cantabria en colaboración con regiones de Francia y Portugal. Una medida que solo requiere de una mínima voluntad política para coordinar a los distintos municipios donde se ubican los yacimientos y museos y de un pequeño presupuesto.
No estaría de más que, dado que el gobierno regional no contempla en su Plan Estratégico de Turismo para la próxima década nada relativo a la promoción del conocimiento del patrimonio de Arte Rupestre, fueran los propios municipios interesados coordinados entre sí o a través de la Federación de Municipios de la Región de Murcia, los que tomaran la iniciativa. El importante evento internacional del próximo octubre sería un buen momento.
