Ya en la calle el nº 1041

Antonia Martínez La Salerito (2ª Parte)

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Francisco Fernández García

(Archivo Municipal de Caravaca de la Cruz)

Habíamos dejado a La Salerito a comienzos de abril de 1912 dirigiéndose a Bilbao para presentarse en el Salón Vizcaya; también en él triunfó rotundamente por lo que tuvo que prorrogar el número de funciones inicialmente previstas, regresando a su finalización a Caravaca, al Salón Novedades, donde estuvo hasta el 7 de mayo, para a continuación emprender una gira por varias ciudades andaluzas que comenzó en el Salón Novedades de Málaga; visitando también, entre otros, el Salón Variedades de Rota, el Salón Imperial de Melilla y el Cine Escudero de Cádiz, donde debutó el 14 de junio; pasando el resto del verano en Murcia, julio en el Pabellón El Brillante de Cartagena y agosto en el Salón España de Águilas. Del 7 al 16 de septiembre la encontramos en Cehegín en el Salón de Varietés «y ni una noche se entibió el entusiasmo del público», siendo también la encargada de pedir la llave en la corrida de toros del día 12, «montaba una magnífica jaca de su propiedad, siendo muy ovacionada»; de aquí pasó al Teatro Pastor Rubira de Calasparra, y posteriormente al teatro de Moratalla, de donde se despidió el 1 de octubre, y al Salón Novedades de Caravaca, donde estuvo del 2 al 10 de octubre. Su siguiente escala fue Zaragoza, presentándose durante las fiestas del Pilar en el Salón Farrusini, asimismo estuvo en el Teatro Apolo de Valls y en el Teatro Principal de Tortosa. A principios de noviembre embarcó con destino a Mallorca, contratada para el Teatro Balear, siendo «aclamada a diario. Todo lo que canta sale de su garganta con ese ángel que arrebata a los espectadores, que prorrumpen en frenéticos aplausos y olés»; después regresó a la península instalándose en Barcelona hasta finalizar el año, contratada en el Salón Poliorama y en el Teatro Soriano.

A comienzos de 1913 la encontramos en el Teatro Principal de Castellón y en febrero en el Teatro Circo de Alicante, para dirigirse después a Granada, al Lux-Edén, obteniendo «un triunfo completo desde la noche del estreno». Permaneció en Granada hasta finales de marzo, en que regresó a a Caravaca para actuar en el Teatro Thuillier.

A mediados de abril se presentó en el Salón Azul de Cieza, visitando seguidamente el Cine La Rosa de San Fernando en Cádiz, el Teatro Oscense de Huéscar y el Salón Recreo de Baza y vuelta a Caravaca para inaugurar un nuevo local, el Salón de la Cruz, del cual era también propietaria. Se trataba de un acogedor teatro situado en las inmediaciones de la Glorieta con capacidad para 600 personas y un amplio escenario que permitía «no solo números de variedades, sino también compañías zarzuelas o verso que no cuenten con mucho personal»; este salón fue conocido también como Teatro de La Salerito, apareciendo anunciado indistintamente con ambos nombres. Tras confiar su administración a la Cofradía de la Stma. y Vera Cruz, que percibiría una parte de los beneficios, La Salerito emprendió otra gira por Portugal, no sin antes visitar Hellín, acreditando que «ocupa un puesto preeminente en el género de varietés».

En Portugal su primera escala fue el Foz Garden de la ciudad de Alges; a continuación se presentó en Lisboa, primero en el Salón Trinidad y posteriormente y con un «colosal éxito» en el Gran Salón Foz, demostrando a la prensa portuguesa de que «canta muy bien, tiene gracia y fastuoso lujo». Durante esta tournée cantó también en la Explanada de Rivamás en Algés y en el Casino Montego de Figueira; además estuvo unos días en el Salón Extremeño de Badajoz, ciudad a la que tuvo que volver posteriormente reclamada por el público contratada para el Teatro López de Ayala. En estas fechas estuvo asimismo en el Teatro Calderón de la Barca de Montijo, confirmando «el prestigio que no en balde goza», después regresó a Murcia, visitando el Teatro Pastor Rubira de Calasparra, el Salón de su propiedad en Caravaca y el Teatro Circo y el Cine Condal de La Unión, donde actuó 5 noches «siendo muy aplaudida en todas las secciones por lo bien que interpreta su selecto repertorio».

A finales de octubre inició una nueva gira por Levante, actuando, entre otros, en el Salón Novedades de Alicante, el Teatro Liceo de Alberique, el Palacio de Cristal de Valencia, el Teatro Circo de Denia y el Teatro Oberón de Burriana. El cambio de año lo pasó recorriendo La Mancha: el Teatro de Puertollano, el Gran Teatro de Manzanares y el Salón Liceo de Albacete, donde permanecerá hasta mediados de febrero de 1914; emprendiendo inmediatamente una nueva tournée por Portugal. Su presentación en el Salón de Villa Franca fue «un gran suceso, realizando una labor primorosísima digna del renombre que se ha conquistado»; tras visitar varias ciudades, concluyó la gira en Lisboa a finales de abril, repitiendo en el Salón Foz. Nada más hasta mediados de agosto en que la encontramos en el Teatro Moderno de Alcázar de San Juan; del último trimestre de 1914 conocemos sus actuaciones en el Salón Ideal de Gibraltar en octubre y en noviembre en el Salón Variedades de Ceuta y el Gran Cine de Córdoba, donde tuvo que prolongar su estancia durante varias semanas; en enero de 1915 intentó arrendar en esta ciudad el Salón Moderno, pero el proyecto no llegó a materializarse. A principios de febrero estuvo actuando durante más de una semana en el Teatro Ortiz de Murcia, iniciando seguidamente una larga gira que la mantuvo alejada de España durante año y medio trabajando en Cuba y otros lugares de Hispanoamérica. De este periodo no tengo ninguna noticia, excepto del último lugar donde se presentó, el Salón-Teatro Ideal de Tampa, en donde tuvo un «ruidoso éxito» de crítica y público: «En su género La Salerito es insuperable, lo non plus ultra, no tiene rival».

Regresó a España, desembarcando en Barcelona el 25 de mayo de 1916, y fue rápidamente contratada para presentarse el 6 de junio en el Follies Bergere, «la popular artista se guardo al respetable en un bolsillo en cuanto les cantó la primera canción, y no quieran ustedes saber la de ovaciones que se llevó la graciosa artista». En Barcelona actuó también en el Salón Doré, hasta julio en que se trasladó a Tarragona contratada para el Salón Moderno, «consiguiendo uno de los éxitos más grandes que se han conocido». En agosto actuó en varias salas alicantinas, entre otras, el Teatro-Circo Castelar de Elda, y el Teatro Artístico de Villena, y en septiembre en el Cine Cervantes de Almansa, para terminar el año en el Teatro Eslava de Valencia.

En mayo de 1917 regresó a Caravaca, publicitándose su aparición en una novillada pidiendo las llaves «vestida de amazona»; pero la lluvia impidió la celebración del festejo. En esta época hizo una serie de actuaciones para presentar a su hija, que también quiso dedicarse a la canción; juntas trabajaron a principios de julio en el Teatro de Vélez-Rubio: «Con ella alterna su hija Juanita Guerrero, bella canzonetista y bailarina, que a pesar del muy corto tiempo que lleva actuando, se ve en ella a la heredera legítima del elevado cartel de su madre»; acompañadas por el profesor de piano D. Modesto Pérez, visitaron varios lugares: Serón, Huércal Overa y otros de León y Granada; también estuvieron en el Teatro Ortiz de Murcia, donde se presentaron a principios de julio, anunciándose la hija como La Sánchez Guerrero. En febrero, ya en solitario, trabajó en el Pabellón Alfonso XIII de Melilla, realizando al mes siguiente una función a beneficio de los mineros huelguistas de Cartagena. La única referencia en lo que resta de año es su presencia en diciembre en el Salón Novedades de Sevilla.

A principios de los años veinte se instaló en Melilla para regentar un café teatro de su propiedad en el que invirtió todos sus ahorros, pero un desgraciado accidente hizo que lo perdiera todo al destruirse totalmente el local como consecuencia de un incendio; en estos años realizó varias funciones a beneficio de la Legión, lo que le permitió entablar cierta relación con el entonces teniente coronel Franco. De su posterior regreso a los escenarios tan solo he encontrado la noticia de su actuación en el Music-Hall Maravillas de Alicante en mayo de 1924, y otras referentes a un suceso acaecido en 1929, cuando La Salerito fue detenida acusada de haber robado un collar a una cantante con la que compartía cartel en un teatro de Oran; tras la correspondiente investigación, la caravaqueña fue puesta rápidamente en libertad al tratarse todo de una invención malintencionada provocada «por una venganza personal».

Tras su retirada, arruinada y sin medios económicos, se instaló Caravaca, subsistiendo de las ocasionales actuaciones que realizaba, y sobre todo gracias a la generosidad de sus vecinos y amigos. Falleció el 27 de agosto de 1959 cuando se le estaba preparando un homenaje nacional.

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