Ya en la calle el nº 1041

6 de Junio de 1880: Construcción de la Plaza de Toros de Caravaca

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Añade aquí tu texto de cabecera

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Francisco Fernández García

(Archivo Municipal de Caravaca de la Cruz)

El domingo 6 de junio de 1880 tuvo lugar la ceremonia de colocación de la primera piedra de las obras para la construcción de la Plaza de Toros de nuestra ciudad. Caravaca era un lugar con una gran tradición taurina, habiéndose celebrado festejos de este tipo al menos desde principios del siglo XVI, pero estos se realizaban en distintos lugares de la población, generalmente en la Plaza Mayor, aunque también en la del Hoyo, Corredera, etc.

En 1870 ya hubo un intento para llevar a cabo su construcción, pero no se llevó a la práctica aunque si llegaron a realizarse los planos y proyecto firmados por el arquitecto Lorenzo de la Fuente, que fueron los que se utilizaron una década más tarde. A pesar de este intento fallido la idea no llegó a desecharse pues formaba parte del programa de activación económica de la ciudad, fomentando el comercio e intentando convertir la feria caravaqueña en una de las más importante de la provincia.

Para llevar a cabo el proyecto el 9 de mayo de 1880 se convocó una reunión en el Casino a la que asistieron 32 personas en donde se adoptó el acuerdo de crear una comisión para que se hiciera cargo del proyecto de la obra, incluyendo planos y presupuesto, creando una sociedad en la que todos participarían suscribiendo al menos un cuarto de acción.

Una vez constituida la sociedad se decidió la división el capital en un mínimo de cien acciones, con un valor cada una de 250 pesetas y con la obligación de mejorar cada acción en 50 pesetas en caso que fuese necesario. Estas se dividirían a su vez en mitades y cuartos. El éxito fue sorprendente y rápidamente se adquirieron la casi totalidad de los títulos; el número total de accionistas en el momento inicial fue de 193. El 16 de mayo se acordaba llamar a la sociedad “La Constructora Caravaqueña” formándose el primer consejo de administración que estaba integrado por D. Francisco Sánchez Olmo (Presidente), D. Antonio López y García Melgares (Vicepresidente), D. Emilio Escalante, D. Enrique Melgares y D. Luís Martínez (Vocales), D. Antonio Montoya (Tesorero) y D. José Martínez Carrasco (Tesorero).

El 27 de mayo el vicepresidente presentó la documentación en el ayuntamiento solicitando la pertinente licencia municipal y tres días después se aprobaban por la Junta general de accionistas el presupuesto, que ascendía a 136.000 reales de vellón, y los pliegos de condiciones técnicas y económicas.

El domingo 6 de junio a las cuatro de la tarde se reunió el consejo de administración dirigiéndose al lugar decidido para la construcción de la Plaza, lo que hicieron en compañía de un gran número de vecinos, procediendo con toda solemnidad al comienzo de las obras, lo que se verificó dando el presidente el primer golpe para el desmonte. Hubo a continuación varios discursos estando todo el acto amenizado por la banda de música que asistió desinteresadamente al acto. Marchando seguidamente a la casa de D. Felipe Martínez Iglesias, que era el propietario del terreno, ya que había adquirido años atrás el convento, iglesia, huertos y ejidos desamortizados a los religiosos de San Francisco, para otorgar la correspondiente escritura de venta. Los trabajos dieron comienzo el lunes de 7 de junio bajo la dirección del maestro de obras Francisco Puerta, siendo supervisadas diariamente por el ayudante de obras públicas Pedro Manero.

Las obras se realizaron en tan solo tres meses, concluyéndose el 24 de septiembre, ocupaba la Plaza una superficie de 4.020 metros cuadrados, tenía una capacidad entre 4.000 y 6.000 espectadores, según los diferentes autores, y contaba con varias dependencias para su servicio interior, tales como enfermería, taquilla, caballeriza, corrales y seis chiqueros. Su fábrica era a base de mampostería y madera con barandas y verjas de hierro y tenía seis puertas y dos escaleras para acceder a la grada y palcos. La inauguración tuvo lugar una semana más tarde con la celebración de dos corridas de toros los días 29 y 30 de septiembre en las que intervinieron los diestros Curro Arjona Reyes Currito y José Martín La Santera, lidiándose en ambas jornadas toros de la ganadería de Flores.

 

¡Suscríbete!

Recibe cada viernes las noticias más destacadas de la semana

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.