Ya en la calle el nº 1041

Un olivo entre trigales: un relato cargado de intriga, romanticismo y supersticiones,

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

FULGENCIO CABALLERO

Durante muchos años, nuestra sociedad sufrió una férrea jerarquización, donde coexistieron dos espacios claramente diferenciados, el de los poderosos y el de los miembros de la servidumbre, cuyos miembros bajo ningún concepto debían mezclarse.

Utilizando de fondo este escenario y recurriendo a la técnica del flashback, Ángeles Castillo ha hilvanado un relato cargado de intenso humanismo. Saltando continuamente de la España de mediados del siglo XIX a nuestra época actual, consigue que el lector se introduzca en dos historias que convergerán en el último capítulo para desvelar un misterio que atrapa desde el primer momento. Describiendo con todo lujo de detalles un pasado que muchos lectores aún retendrán en su memoria, logra transmitir un universo de sensaciones. Los moños de rodete, el luto, los pañuelos negros, el delantal, las capazas de esparto, los alpargates, la fresquera, la hogaza de pan, la alacena, el jergón lleno de perfolla, el candil, las tablas de lavar, el jabón de sosa, el de olor, la colada, los capazos con ropa, la artesa, el amasador, el horno moruno, y un sinfín de costumbres y tradiciones, son recursos con lo que consigue marcar las diferencias sociales de la época. Aunque destila aromas de amargura, asomándote a las páginas de “Un olivo entre trigales”, tienes la agradable sensación de poder oler el incienso, el jazmín, el galán de noche, el romero, el tomillo y la lavanda, pero también, la tierra mojada, las mieses, las gachas, el arrope, la olla gitana, la de verano, el arroz con mondongo, el potaje de garbanzos y la ensalada de cerrajas. El bibliotecario Antonio Bayona, en el presente, logrará encontrar la conexión con la protagonista del pasado, Isabel Pérez de Vargas y Blaya, marquesa de Olmos, a través de un hecho acaecido hace siglo y medio en tierras murcianas. En definitiva, : que se convierte en una máquina del tiempo, donde descubriremos que todos, poderosos y desfavorecidos, señoritos y sirvientes, fueron víctimas de la época que les tocó vivir. Sin duda, una historia merecedora del premio concedido en el XV Certamen de Narrativa Femenina “Princesa Galiana”, de Toledo.

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