Ya en la calle el nº 1041

Un año, por Mercedes Bautista

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Un año, por Mercedes Bautista
Un año, por Mercedes Bautista

Hace unos años, Manuel Carrasco ganó un premio Ondas al mejor espectáculo musical por un concierto en el Estadio Olímpico de Sevilla. Cuando salió a recoger el premio, recitó un poema a modo de discurso en el que decía “fue una noche sí, pero fueron mil”.

Quería decir que el premio era como reconocimiento a una noche concreta, pero detrás de esa noche había miles de noches que le habían llevado hasta ahí. Para llegar a esa noche, a la explosión del gran espectáculo, había tenido que pasar por otras miles de esfuerzo, de sacrificio, de dolor, de frustración. De lucha.

Yo creo que esa misma explicación podemos trasladarla a todo lo bueno que nos llega en la vida. Porque, por lo general, el Universo no nos regala cosas maravillosas a cambio de nada, sino que nos las ofrece cuando más las necesitamos, al final de cada camino largo y pedregoso. Como un soplo de aire fresco, un respiro. Como una señal de que merece la pena seguir, de que, a veces, todo cobra sentido. De que valió la pena.

Eso me pasó hace un año.

Llegaste y fue como esa noche, como ese gran espectáculo. Como el mayor premio de mi vida.

Un año que valoro y agradezco cada día, cada noche, cada instante. Porque es el regalo que, aunque soñaba, ya no esperaba. Una noche que, aunque fue una noche, fueron mil. Un año que han sido muchos más. De no encontrar lo que buscaba, de dolerme el corazón. De dejar de creer en la suerte, de perder la fe en lo que yo jamás querría dejar de creer, el amor.

Agradezco al destino, al Universo, a la casualidad o a lo que sea que te puso en mi camino como premio, como regalo. Te agradezco a ti por elegirme a mí como tu premio también. Por considerarme regalo. Por tratarme como tal.

Un año de trabajo en equipo, de compañía, de soporte. Un año de construir, de crear y creer. De avanzar, de soñar y cumplir. De hacer, de crecer. De mirarnos y vernos, de escucharnos, de sentirnos.

Gracias por este año, que es un año, pero son mil. Por todo lo que pasamos, los caminos que hemos recorrido para llegar hasta aquí, los pesares, los dolores. Los llantos. Cada ensayo y error. Cada golpe en la cara, cada caída de bruces.

Un año que vale y compensa cada uno de los anteriores, que les da sentido, que me ha enseñado las respuestas. Es un año que fueron mil y que no lo olvido. Y es un año que es comienzo, que es principio y que es solo el primero.

Es un año sí, pero serán mil.

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