JAIME PARRA
José García Gómez preside desde 1996 la Agrupación de Industrias Alimentarias de Murcia, Alicante y Albacete (Agrupal) que representa a más de ochenta asociados entre los que se encuentran algunas de las empresas más importantes a nivel nacional.
La industria alimentaria aporta casi un tercio del PIB industrial a la economía regional y el 4,7% del valor añadido bruto regional (VAB); además emplea a más de 26.000 personas.
Las cifras en exportación del sector alcanzan 1,17 millones de toneladas lo que supone más de 2.000 millones de euros, un 5% más respecto a 2022.
¿Qué avances se han conseguido para la industria agroalimentaria desde que usted es presidente?
Han sido años de avances, años de progresos, años de cambios a una velocidad muy grande, sobre todo en el ámbito de las tecnologías, en el de los procesos de producción; han sido años de implantación generalizada de sistemas de garantía en la seguridad en la producción de alimentos.
Incluso, a pesar de que éste es un sector muy maduro que ha estado presente, y que está, desde hace muchísimos años en el comercio internacional, también se han producido avances en los sistemas de logística.
Como en la sociedad, ha habido años de serenidad y otros de incertidumbre. En estos últimos años nos encontramos con turbulencias que nos han trastocado la forma de trabajar, hay que trabajar en el corto plazo pensando en cómo sortear las dificultades, cada día te sorprende un suceso nuevo: el coronavirus, las guerras de Ucrania y Palestina…
Ustedes cumplen este 2024 cien años, ¿cómo ha evolucionado Agrupal?
Es un año histórico, único, para nuestra generación. Recogemos el testigo de anteriores generaciones y si echamos una mirada retrospectiva, rica en matices, vemos que desde 1924 se ha sobrevivido a una Guerra Civil, a una Guerra Mundial, a la integración de España en la Unión Europea.
Lo que fue una industria conservera, hoy es una industria alimentaria.
Hay tres patas que definen lo que ha ido evolucionando este sector. Desde el punto de vista económico, cuál ha sido nuestra trascendencia; desde el punto de vista social y de empleo, incluso cultural, qué hemos aportado en el equilibrio territorial de nuestra región, incluso que hemos aportado a España. Y, por último, qué avances tecnológicos hemos conseguido para poder colocar nuestros productos con la máxima garantía en los mercados más exigentes del mundo. Recuerdo la dificultad de pasar la homologación del control de alimentos y de medicamentos en Estados Unidos y cómo ahora hemos fortalecido nuestra presencia en las ferias internacionales más importantes.
Todo esto quedará plasmado en un libro que pueda ser un legado del camino recorrido, de los hitos vividos, para que las generaciones futuras continúen con los avances en el sector.
Entre los actos que va a celebrar Agrupal, ¿cuáles destacaría?
El libro que comentaba, que va a documentar con rigor científico nuestro papel en la sociedad. Nuestro objetivo es que quede como una obra de referencia para los estudiosos de la sociedad murciana.
Luego cada una de las partes del libro irá acompañada de unas jornadas empresariales y técnicas en las que van a participar las máximas autoridades del tema y empresarios relevantes del sector porque, lo digo con orgullo, en la Región de Murcia tenemos empresas de cabecera a nivel mundial.
Por último, quiero resaltar que empezamos esta conmemoración en Caravaca (donde hay gran tradición conservera y una empresa que siempre ha estado presente en Agrupal) haciéndola coincidir con el Año Jubilar. Son dos hechos que van a fortalecer la imagen de la Región de Murcia. Somos un sector centenario que está presente en más de ciento veinte países y que lleva con orgullo el nombre de la región.
Ustedes se han convertido en el interlocutor de las empresas de alimentación con las distintas administraciones.
La patronal juega un papel clave en este mundo que cambia a velocidad de vértigo. Cada empresa tiene sus singularidades, no es lo mismo afrontar un problema si eres una gran empresa, una pequeña o una microempresa, pero a todas afectan los cambios legislativos y somos nosotros quienes tratamos de darles apoyo y voz a todas ellas.
Ahora mismo estamos todos de acuerdo en calificar de necesaria una ley como la de la Cadena Alimentaria, pero a su vez pensamos que las últimas medidas que se han tomado nos crean mucha inseguridad jurídica y la hacen impracticable.
Estamos abordando unos convenios nacionales de empleo que hacen que haya paz social en el sector.
Estamos integrados en una asociación europea que sigue de cerca la legislación que sale de la Unión Europea para defender los intereses de nuestros asociados.
En el ámbito tecnológico impulsamos el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación como un brazo potente en el ámbito de la innovación y de la investigación, de las relaciones con las universidades, de los avances en el tipo de envase, de la seguridad alimentaria, de los procesos de producción e innovación en los productos…
¿Qué requisitos tiene que tener una empresa para estar entre sus asociados?
Son muy sencillos, dedicarse a una actividad que tenga que ver con la industria alimentaria o afines. Pero también cabe otro tipo de empresas que tienen relación con este sector, por ejemplo, de envases o de cartón.
De los aspectos positivos que tiene esta organización empresarial es que convivimos. Y convivimos, además, de manera constructiva y positiva. Compartir las experiencias empresariales de pequeños, medianos y grandes siempre enriquece en la toma de decisiones.
¿Cómo responde el sector al reto del aumento de los costes para tratar de que no repercutan en el consumidor?
Hemos hecho un tremendo esfuerzo a consecuencia de la subida de costes energéticos y de las guerras, que han trastocado la escala de costes de suministro de materia prima por dos vías: una por el encarecimiento económico propiamente dicho y otra por las dificultades derivadas del transporte y de no tener la seguridad de dar respuesta a los clientes en determinadas circunstancias.
Ha habido una adaptación a costa de renunciar a una parte de los márgenes para que el incremento de costes para el consumidor final sea asumible.
Hemos vivido un par de años con muchísimo temor, jamás se había producido en la historia una subida tan importante de nuestros productos. Hubo empresas que se encogieron un poco y otras que fueron más valientes. Pero todas hemos salido adelante y hemos puesto nuestros productos, que no lo olvidemos son esenciales, en el mercado durante la pandemia para que los supermercados tuvieran en sus estanterías nuestros productos y llegaran sin mayores problemas al consumidor.
¿Cómo se adapta la industria a la escasez y el alto coste del agua?
Probablemente seamos el sector industrial que más agua consume agua, y hemos sido pioneros en las políticas de ahorro y de uso eficiente con medidas para que el agua de la industria pueda reutilizarse, básicamente en agricultura.
¿A qué retos se enfrenta Agrupal en los próximos años?
Como hemos venido haciendo a lo largo de cien años, saber adaptarnos a las demandas de la sociedad. Una sociedad cada vez más exigente con su alimentación y salud
Y por supuesto a un reto que es global, en el ámbito tecnológico tenemos a las puertas la inteligencia artificial. Se trata de una revolución auténtica y ya estamos trabajando en ella. Por ejemplo, hemos contactado con un gran experto como es Andrés Pedreño para ir abriendo camino para el futuro que viene.
Estamos inmersos además en varios proyectos medioambientales. Nosotros entendemos que la sostenibilidad es un compromiso de la de la industria alimentaria. Debemos preservar los recursos naturales sin agotarlos pensando en las generaciones futuras.
