Ya en la calle el nº 1042

II Marcha contra el Paro, la Precariedad y los Recortes

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

PEPE ABELLÁN CARRASCO

Teniamos millones de razones para recorrer los pueblos y carreteras de la Región de Murcia llevando el grito de protesta, de inconformismo, de solidaridad, de persistencia y de fuerza: 6.202.700 personas sin trabajo, casi dos de cada 3 jóvenes en el paro (57,2%), 2 millones de hogares con todos sus miembros desempleados. Más de 400.000 desahucios desde que comenzó esta estafa a la que llaman crisis, otros tantos en proceso. Millones de personas que no van a poder tener una jubilación digna. Unos 2 millones de personas dependientes que se quedan prácticamente sin ayudas. Millones de pensionistas a los que se les recorta la pensión a través de repagos sanitarios y de servicios, subidas de impuestos, etc., pensiones que, en muchos casos, son las que dan de comer a hijos, hijas, nietos y nietas y que incluso pagan las hipotecas de éstos. Millones de jóvenes que no van a poder estudiar porque suben las tasas universitarias, crean leyes educativas para que sólo estudien los ricos, rebajan becas y recortan en recursos para la educación pública, la de todos y todas, en beneficio de la privada. Miles de educadores que se quedan sin trabajo. Millones de usuarios de la sanidad pública que tienen que esperar más tiempo para ser atendidos y cada vez con menos recursos. Recortes en pruebas de diagnóstico. Miles de ciudadanos y ciudadanas que no tienen servicio de urgencias. Miles de trabajadores sanitarios que se quedan en el paro. Millones de Pymes, autónomos y pequeños comerciantes que tienen que cerrar sus negocios porque sus clientes, los ciudadanos y ciudadanas, no tienen recursos económicos para comprarles, mientras los gobiernos les dan vía libre a las multinacionales. Millones de trabajadores que ven como cada día sus condiciones laborales son más precarias. Todos y todas tenemos razones. Y la paradoja: miles y miles de millones de dinero público para salvar bancos que están echando a la gente de sus casas, que están despidiendo a miles de trabajadores y trabajadoras mientras jubilan a sus directivos con pensiones e indemnizaciones millonarias. Miles y miles de millones para pagar aeropuertos sin aviones, autopistas sin coches, AVE sin pasajeros… y sobres repletos de billetes que van directos a sus cuentas en Suiza o a sus camellos. Ha sido la marcha de la dignidad del pueblo. Organizada desde abajo y de forma horizontal. Hemos caminado hombro con hombro personas desempleadas, familias desahuciadas o en proceso, pensionistas, jóvenes, trabajadores y trabajadoras con condiciones precarias, y también políticos como Cayo Lara o José Antonio Pujante. Porque no todos son iguales. Están los que se encierran en sus despachos y mansiones y legislan contra el pueblo, y los que marchan con el pueblo en la calle y lo defienden en las instituciones. Teníamos millones de razones para recorrer pueblos y carreteras, y lo hicimos. Desde Moratalla y Yecla hasta llegar a Murcia, y desde allí hasta Cartagena. Ni la lluvia ni el frío nos detuvo. No nos resignamos a dejar de comer para pagar la hipoteca (reforma del artículo 135 de la Constitución Española, perpetrado en un fin de semana de agosto por el PSOE de ZP y Rubalcaba y el PP de Rajoy), ni a no poder tener una jubilación digna, ni a tener una sanidad de beneficencia, ni a no poder formarnos, ni a tener condiciones laborales de hace dos siglos. Íbamos sembrando conciencia y pronto obtendremos la cosecha. Somos la mayoría y tenemos la fuerza, hemos demostrado que si nos unimos sí se puede, y ya estamos empezando a poder.

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