JAIME PARRA
Esperanza Caro García pertenece a una saga de policías que ha servido y sirven en muchos municipios de la comarca.
Fue la primera mujer policía en Bullas, donde lleva ocho años.
– ¿Por qué decidiste ser policía?
Principalmente mi vocación es hereditaria, mi padre y mi tío son policías, llevan dos años jubilados. En mi casa de siempre he mamado este trabajo. Luego más tarde se unió mi hermano y luego seguimos los pasos mi primo y yo. La policía para mí es algo más que un trabajo.
La primera mujer policía que hubo aquí, María, también me despertó la vocación. Me daba educación vial en el cole, era muy cercana y cariñosa con los niños. Luego he coincidido con ella en cursos de policía y lo hemos contado como anécdota.
– ¿Qué cualidades debe de tener un buen policía?
Creo que tiene que ser vocacional porque a todos nos gusta ayudar al ciudadanos. No hay un perfil de un buen policía: debe gustarte tu trabajo, dejarte la piel en él, formarte constantemente y que le pongas muchas ganas.
– ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Personalmente me gusta todo, y disfruto con todo. Ahora, por motivos de salud, estoy en una segunda actividad. Pero he estado muchísimo tiempo patrullando por la noche, he llevado la moto en tráfico…
– Aunque cada vez son más las mujeres en los cuerpos de seguridad, ¿en algún momento has notado discriminación por el hecho de ser mujer?
Con los compañeros de Bullas genial, ellos me acogieron super bien. Como si fuera uno más. En ningún momento ni superior ni inferior ni diferente. Me hicieron muy fácil la adaptación.Llevo ocho años aquí, fui la primera chica policía, con coleta, como se dice. Al principio era la novedad. No estaban acostumbrados a ver a una mujer en intervenciones fuertes como en peleas.
-¿Cómo llevas el desempeño de tu labor profesional y la conciliación con la vida familiar?
Estoy en turno de mañana y tarde y estoy en segunda actividad eventual, no hago noches ni fines de semana, lo que me ayuda muchísimo porque tengo un niño de año y medio y no lo he tenido tan difícil como algunas compañeras que han sido mamás hace ocho meses y lo tienen muy complicado. Siguen haciendo noche y sus maridos trabajan, por lo que han tenido que quitar el pecho al bebé, además de otras complicaciones.
– ¿Cuál es tu función dentro de la policía?
Desde hace tres años doy educación vial. Es muy gratificante ver a los niños con el respeto que nos miran. También doy charlas en institutos de alcohol y drogas, del uso del monopatinete… Me encargo también de violencia de género. Creo que es importante que la policía tenga una figura femenina porque la parte más sensible en violencia de género o menores recae en nosotras.
