Ya en la calle el nº 1042

Encarna Palazón (profesora) “Mi abuela, a pesar de vivir en el campo aprendió a leer y escribir, en cambio mi otra abuela tuvo que hacerlo a los 70 años en la Escuela de Adultos”

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

MICAELA FERNÁNDEZ

Encarna Palazón Lara recibía el pasado viernes, coincidiendo con el acto institucional por el 8 de marzo, un homenaje a la Mujer.

Los valores de solidaridad, esfuerzo, implicación y una trayectoria personal y laboral destacada la hacen, entre otros, merecedora de este gran reconocimiento.

Encarna es profesora en el IES Ribera de Los Molinos de Mula y uno de los pilares del Grupo Scout Balate de Mula. Desde hace años está ampliamente implicada en el Proyecto Bolivia 2025 de la Fundación Palliri habiendo tenido la oportunidad de viajar a este país para conocer la realidad y el trabajo que desarrolla la fundación en Bolivia.

¿Cómo te sentiste cuanto te anunciaron que habías sido propuesta como homenajeada por el Día de la Mujer?

Recibí una llamada de Ana Belén Pérez, que había sido alumna mía, y Antonia Gabarrón y, al principio, pensé que querían proponer alguna actividad con los scout por el 8M. Lo primero que sentí fue sorpresa, después le dije «madre mía que bochorno que a mí estas cosas me dan mucho apuro» pero luego es verdad que me hizo ilusión y me sentí muy honrada cuando me ofrecieron este honor porque realmente es un honor. Me dio mucho bochorno al principio, pero sí me hizo mucha ilusión.

Sin darle mucha difusión, de un amigo a otro se fue corriendo la noticia y llegó incluso a Bolivia hasta Cristóbal, de la Fundación Palliri, con quien tengo mucho contacto y me dijo «nena», porque él siempre me llama nena, «que ilusión que se hagan esas cosas y que sea a gente de a pie», porque al final la sociedad la mueve la gente de a pie. Nosotros los ‘soldaditos’ la gente normal somos los que le damos forma.

¿Cómo has vivido hasta ahora el 8M y cómo lo vas a vivir a partir de ahora?

Lo que sí que es cierto es que este reconocimiento me ha hecho reflexionar. Yo no he sido nunca de fechas en el calendario, creo que todos los días se debe celebrar el 8M, igual que todos los días se deben celebrar otras muchas cosas.

Sería maravilloso que no tuviera que existir el 8M para recordar el papel fundamental que ha tenido la mujer a lo largo de la historia, de la importancia de nuestras madres, de nuestras abuelas. Creo que debe haber igualdad, pero sin locura, que todos tengamos los mismos derechos y las mismas obligaciones. Este 8M lo viví de una manera muy especial, lo que más me gusta es que me hizo pensar, en mi madre, mis abuelas, lo importante que ellas han sido para que yo tenga esa libertad que tengo ahora. Y, a partir de ahora estaré mucho más pendiente de esta celebración, por lo menos a nivel institucional. 

Hablabas de tu infancia, tu madurez, de la influencia de tu familia…

Mis abuelas no podían ser más opuestas, a cada una le había tocado vivir en la misma época una realidad diferente aunque las dos eran mujeres fuertes y valientes que siempre nos han animado a hacer lo que quisiéramos. Mi abuela Juana me decía, cuando me veía conducir, «qué maravilla que puedas conducir» o incluso yo haría tantas cosas ahora», cuenta que vivía en el campo y que para hacer cosas de chicos se tenía que disfrazar de hombre y su padre siempre se enteraba y acababa riñéndola, cuando se ponía pantalones y ropa de sus hermanos para poder subir a los tejados, una serie de cosas que impresionan mucho. Pero, mi abuela, a pesar de vivir en el campo aprendió a leer y escribir, en cambio mi otra abuela tuvo que hacerlo a los 70 años en la Escuela de Adultos, siempre han sido mujeres muy fuertes, muy valientes y adelantadas a su tiempo. Les encantaba que saliese, no era un problema que yo saliese y me recogiera tarde, para ellas era una maravilla. Lo más normal para ellas era que yo, mis hermanas y mis primas hiciéramos lo que ellas no habían podido hacer. Me contaba mi abuela que ella no llegó a ver su casa hasta el día en el que se casó, cosas a día de hoy impensables.

El recuerdo de mis abuelas es diario y creo que eso en nuestros jóvenes se ha perdido, tener la oportunidad de hablar con sus mayores y conocer sus vivencias.

El escultismo ha formado parte de tu vida, ¿cuándo entraste en los scout pensaste en algún momento que seguirías a lo largo de los años?

Yo entré a los scout con 12 o 13 años y la verdad que me sentí comodísima. Allí conocí al que a día de hoy es mi marido y, estar los dos en el mismo movimiento también me ha ayudado. El entorno del grupo con los que mi inicié ha sido mi grupo de amigos y sigue siéndolo. El que no está dentro no entiende la relación tan maravillosa que hay. El escultismo bien entendido, esa defensa de la naturaleza, esa ayuda al prójimo, el trabajo, esfuerzo, sacrificio, dejar un mundo mejor, aunque suene cursi, te hace vivir en paz, porque intentas hacer de tu entorno un lugar mejor.

Me da la impresión de que ha habido un retroceso en nuestros jóvenes, la dependencia a la tecnología, la música que escuchan que en muchos casos sexualiza a las niñas, las relaciones enfermizas, creo que deberíamos vivir las cosas con mucha más naturalidad. La televisión, las redes sociales, nos están mostrando una realidad falsa, tenemos que tener relaciones sanas basadas en el respeto, el cariño, la empatía y yo eso lo encontré allí. La modernidad de la que hablaba mi madre por el hecho tan simple de dormir juntos chicos y chicas, para mí ha sido lo más natural del mundo y veo que es fundamental que hagamos natural ciertas cosas que son naturales.

Ha habido momentos de tu vida que te han hecho más fuerte…

Tuve la oportunidad de viajar fuera para el aprendizaje de idiomas, me fui muy joven a Irlanda, con 16 años me compré mi billete con Iberia y mis padres me apoyaron. Luego me fui de Erasmus y aunque soy consciente del esfuerzo de mis padres, siempre me apoyaron. Mi padre me decía, «hija tu si te tienes que ir, vete» y mi madre le seguía, «pero ya sabes que si te pones mala yo no voy a ir a por tí». Recuerdo que contrataron el Europa 15 un paquete telefónico que te permitía hablar 15 minutos a cualquier lugar de Europa y, hablaba todos los días con mis padres, mis abuelas, mis tíos, se reunían todos los días en casa de mi abuela y allí hacíamos revista. Ese momento lo recuerdo con mucho cariño.

Lo de Bolivia fue espectacular, un antes y un después. Nos fuimos mi marido y yo, Cintía, José y mi sobrina María. Nuestra relación con Cristóbal es muy estrecha, sabíamos perfectamente a lo que se dedicaba allí pero no éramos conscientes de la verdadera realidad. El país es espectacular, los paisajes, las mariposas son gigantescas, las frutas son gigantescas, todo es maravilloso pero hay muchísima pobreza. Él está en el Alto, allí tiene un cole, los niños acuden, pasan el día allí fuera del entorno de la calle, y han conseguido que la educación sea algo importante para ellos.

Sí es cierto que hay algunos que han llegado a la Universidad, han creado una continuidad contribuyendo ahora de vuelta para ayudar en Palliri, un trabajo maravilloso.

Los niños tienen asistencia médica, han conseguido que las familias se impliquen, algo dificilísimo porque allí el concepto de familia para nada tiene que ver con el nuestro, las mamás se quedan solas muy pronto, cargadas de hijos, los papás desaparecen, hay muchas situaciones de abuso. No era consciente de lo bien que viven nuestros niños aquí y la falta y carencia que tienen allí. Como experiencia hacen una labor maravillosa, los enseñan a quererse, a respetarse, a ir limpios, y a sus madres las integran a través de talleres de costura. Pero sí es cierto que viven con una alegría que tampoco veo aquí.

Encarna Palazón (profesora) "Mi abuela, a pesar de vivir en el campo aprendió a leer y escribir, en cambio mi otra abuela tuvo que hacerlo a los 70 años en la Escuela de Adultos"

¿Qué te depara el futuro?

Seguir viviendo como lo he hecho hasta ahora, intentar hacer cada día mi buena acción, seguir en mi línea, mi trabajo, los scout y el Proyecto Bolivia para 2025.

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