Ya en la calle el nº 1041

Cien años de presencia franciscana en Calasparra

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

MANUELA SEVILLA ARNAO

Nuestro Colegio de las Monjas como es conocido en el pueblo pertenece a la Congregación HERMANAS TERCIARIAS FRANCISCANAS DE LOS SAGRADOS CORAZONES. Este curso escolar que comienza se celebrará el Centenario de su fundación, cosa singular ya que es el único colegio de esta congregación en el levante español.


Los franciscanos como orden no son ajenos a nuestro pueblo ya en el siglo XVII fundaron el Hospicio de Nuestra Señora de los Ángeles que contaba con iglesia, claustro, celdas y huerto y donde se enseñaba gramática y latín hasta que en 1837 sufrió la Desamortización de Mendizabal y paso a particulares.
Esta congregación de HERMANAS FRANCISCANAS fue fundada en Antequera 1884 por María del Carmen González Ramos, después de enviudar.Como dato anecdótico de su fuerte carácter y decisión, decir que se casó a través de una ventana dentro de su casa, estando el sacerdote y el novio al otro lado de la calle, debido a la oposición de su padre. Junto con otras siete compañeras residen en el Convento de la Victoria de Antequera redactando la constitución de la Congregación basada en : “fraternidad franciscana en sencilla vida de familia, que contempla a Cristo y María en la grandeza de sus corazones” por eso el escudo que siempre hemos visto cosido en el pecho de nuestras monjas lleva el brazo de Cristo enlazado con el de S. Francisco coronado por un Sagrado Corazón. Pronto se extendió por España siendo la región del Levante la única sin fundación dedicándose no solo a la enseñanza sino también a los enfermos y beneficencia. En 1925 ya tenían casas enAmérica.
Y es en Calasparra donde encuentran una devoción y un lugar donde asentarse en la figura de Dª Francisca de Paula Galiano Fernández, señorita adinerada, soltera, Camarera de la Virgen de la Esperanza y de gran devoción cristiana , había manifestado a su Director Espiritual D. Esteban Cuenca Navalón (Párroco de San Pedro) la intención de “socorrer a las personas desfavorecidas que pasaban necesidades de todo tipo en aquél tiempo en el pueblo, para lo que estaba dispuesta a aportar recursos de su hacienda, incluyendo la cesión de unos terrenos para establecer un centro de asistencia en el que se enseñara a leer y escribir a los niños y niñas pobres”.Parece ser que este cura conocía la intención de esta congregación de fundar una casa en la zona del Levante y se pone en contacto con ellas a través un jesuita murciano Padre Cadenas.
Y así comienzan los orígenes de la fundación del Colegio Nuestro Sagrado Corazón donando el “huerto de los Santos” con edificio en 1913, pero sería un año más tarde cuando se otorgará la escritura, para lo que vinieron de Antequera, cuatro monjas entre las que figura Sor Trinidad una de las siete monjas que con Sor Carmen del Niño Jesús (nombre de la fundadora cuando tomo los hábitos) fueron las pioneras de la congregación. Parece ser que esta monja Sor Trinidad paso un tiempo en Calasparra pues existen noticias pidiendo permiso al Ayuntamiento para postular en 1915.
Y es así como la vida del Colegio corre paralela a la vida de Calasparra pues desde el principio han estado integradas en la comunidad. En 1921 se crea el Hospital de la Caridad en un solar donado por D. Joaquín Melgarejo y Escario Conde del Valle de San Juan cerca del Colegio del Sagrado Corazón y siendo las hermanas, con la Junta de Beneficencia las encargadas de atender a los pacientes, donde se trataban enfermedades leves, alumbramientos y se ponían las vacunas. Aún recuerdo el miedo aterrador que pasábamos detrás de la cancela de cristales esperando nuestro turno.
En un principio había clases de señoritas (de pago) y de pobres dedicándose a la escritura, lectura y las cuatro reglas aunque también se dedicaba mucho tiempo a las Labores realizando los muestrarios con los diferentes puntos y zurcidos.
En Mayo de 1936 se pide que se tapie y cierre el colegio y las monjas tuvieron que salir y fueron acogidas en casas del pueblo vestidas de calle y pasando los años de guerra con estas familias. Ya en esta época estaba una monja emblemática, Sor Araceli, siendo la más joven del grupo, residió en casa de Prudencio Rosique Bartolomé y nunca quiso abandonar hasta que enfermó y fue trasladada a Málaga a la residencia de las Hermanas donde falleció. También tuvieron que cesar en su actividad de enfermeras del Hospital que fue utilizado durante un tiempo como Hospital de Sangre (hospital provisional durante la guerra civil española para atender los heridos de la contienda civil).
Al terminar la guerra vuelven al colegio que se había respetado, continuando con sus labores docentes, se impartían clases de niñas y de señoritas en tres niveles: párvulos (niños y niñas), elemental y superior, apoyadas en la famosísima “Enciclopedia Álvarez” y también se preparaba para la carrera de Magisterio con arreglo a la Normal de Murcia, también dedican a la comunidad su trabajo como catequistas, llevando la comunión a los enfermos. También han surgido vocaciones en Calasparra, en esta u otras Congregaciones siendo Rosa Trujillo Ponce la única que permanece entre ellas en Melilla.
Pocos vestigios quedan del colegio que conocí y corretee: la campana que sonaba en la tan esperada hora del recreo y la imagen de Nuestra Señora del Sagrado Corazón que anteriormente estaba en la capilla y ahora corona “la cueva” como le llamábamos y que nos servía de escenario para el belén viviente que representábamos en Navidad.
Lo que si guardo en mi memoria y en mi corazón son las travesuras que realizábamos, como vestir el esqueleto en clase de ciencias con Sor Teresa, asomarnos a la zona prohibida de los dormitorios de las monjas: hileras de camas, o la esperada hora de Gimnasia con la falda y los cucos debajo (para no enseñar nada) en la que los niños se subían a la tapia a vernos saltar el potro. Y las misas del Gallo en Nochebuena celebradas en la Capilla del Colegio donde acudíamos toda la familia y después cantábamos por el barrio de Los Santos.
Ahora entiendo el porqué de obligarnos a tomar la 1ª Comunión vestidas de monjas y con las sandalias franciscanas que ellas mismas llevaban.
La celebración del Centenario se realizó el 10 de Mayo de 2014 con diversos actos, se quiere formar una Asociación de Antiguos Alumnos y Alumnas, exposición fotográfica para lo que se están recogiendo documentos y cualquier otro material de una época y de una institución que nos ha acompañado a lo largo de nuestras vidas y seguirá acompañando a generaciones futuras.

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