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Betania: atendiendo en la comarca del Noroeste adicciones con o sin sustancia

El Programa Reinicia atiende variedad de problemáticas adictivas, pero especialmente aquellas llamadas adicciones sin sustancia o comportamentales

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Miriam Aldaba, psicóloga en Betania

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

JAIME PARRA

El programa Reinicia de la asociación comarcal Betania (con sede en Cehegín) es un servicio que se ofrece de forma ambulatoria, es decir, con citas semanales o quincenales. Se atiende variedad de problemáticas adictivas, pero especialmente aquellas llamadas adicciones sin sustancia o comportamentales, que son las que, a día de hoy, están creciendo alarmantemente en nuestra sociedad.

El juego patológico, el abuso de internet y las redes sociales, la adicción a las compras, al sexo o al trabajo son las principales adicciones comportamentales.

Miriam Aldaba, natural de Pamplona y formada como Psicóloga General Sanitaria. es actualmente la psicóloga y coordinadora a cargo del Programa Reinicia de Betania.

¿Cuándo puede considerarse que una persona tiene una adicción?

Desde Betania consideramos que, para hablar de una persona con adicción, antes debemos diferenciar entre el uso, abuso y dependencia de una sustancia o comportamiento.

Hablamos de uso cuando consiste en un consumo aislado y recreativo; abuso, cuando existe un consumo recurrente y en mayores cantidades que se emplea para evitar el malestar que provocaría disminuir o abandonar el consumo; y por último, de dependencia, cuando existe un consumo permanente, necesario para sentirse bien y que se prioriza ante otras responsabilidades. En el momento en que la persona se ve privada de su libertad y con dificultades en su funcionamiento, tanto a nivel laboral, familiar o social, se considera que existe una problemática adictiva.

A nivel clínico se evalúan, entre otros, criterios como el uso recurrente que lleva a descuidar las obligaciones, el consumo de grandes cantidades o durante mayor tiempo del que se pretendía, el deseo persistente o intentos infructuosos de abandonar el consumo y el gran gasto de tiempo en actividades necesarias para obtener la sustancia o recuperarse de sus efectos.

¿Con qué clase de adicciones trabaja en Betania?

En Betania se abordan tanto las adicciones con sustancia, como las adicciones sin sustancia o comportamentales. Esto engloba adicciones a alcohol, cannabis, cocaína, opioides, bebidas energéticas, juego presencial y online, apuestas deportivas, lotería, internet, videojuegos, uso de dispositivos electrónicos, pornografía, compras…

El Programa Reinicia, que es como se llama el programa con régimen ambulatorio que ofrece la Asociación Betania, se centra especialmente en las adicciones sin sustancia.

Además, de tratamiento psicológico, ¿de qué otras formas se puede ayudar al paciente?

Para el tratamiento de las adicciones, el tratamiento psicológico, especialmente en formato individual, es una parte muy importante. Desde ahí se trabaja para psicoeducar y dotar de herramientas que ayuden al usuario a afrontar sus problemas de manera más funcional.

Otra parte relevante del proceso es el asesoramiento familiar, donde se informa, educa y resuelven dudas que puedan surgir en las personas que se ven envueltas en la situación. En algunos casos, el tratamiento psicológico se combina con el farmacológico, para facilitar la abstinencia o paliar la sintomatología adyacente.

¿A partir de qué edad se puede diagnosticar una adicción?

Dentro de los manuales diagnósticos, no se menciona una edad específica a partir de la cual podamos comenzar a diagnosticar, por lo que en el momento en que dos de los once criterios diagnósticos planteados se cumplan durante doce meses, se podría diagnosticar. Sin embargo, desde Betania no es necesario que exista un diagnóstico clínico para comenzar a trabajar, ya que en el momento en que la conducta comienza a producir un malestar significativo en el usuario ya se considera necesaria una intervención.

¿Qué adicciones trata con mayor frecuencia en sus pacientes de Betania?

Las adicciones que más se repiten en consulta son adicción al alcohol o cocaína, aunque generalmente se observa policonsumo de diferentes sustancias o combinado con problemática comportamental, especialmente máquinas tragaperras o juego online.

¿Qué señales pueden advertir a familiares y amigos de que una persona sufre un problema de adicción?

Generalmente podemos comenzar a advertirlo en comportamientos diferentes a los habituales, respuestas incongruentes, movimientos económicos extraños o gastos excesivos, advertencias por llegar tarde o faltar al trabajo, aislamiento de la persona, escasa comunicación y dificultades para concentrarse, mentiras y engaños, nerviosismo que no consigue paliar, abandono de actividades que disfrutaba…

¿Para dejar una adicción qué papel juega usted como profesional y cuál la familia?

Para vencer una adicción, quien juega el papel más importante es la propia persona. La familia generalmente tiene una gran función como apoyo y acompañamiento. El profesional actúa como una guía, educando, clarificando y dando herramientas de afrontamiento, también como un punto de apoyo incondicional para el usuario desde donde comenzar a explorar nuevos hábitos y exponerse a nuevas situaciones más adaptativas.

¿Qué consecuencias tienen las adicciones para el paciente?

A nivel cerebral, las diferentes sustancias actúan sobre los neurotransmisores alterando y perturbando su correcto funcionamiento.  Pueden provocar cambios en el circuito de recompensas produciendo la característica euforia y eliminando las sensaciones de estrés o ansiedad, al principio esta sensación se extiende en el tiempo, pero a la larga, cada vez es menor, y el consumo se transforma en una manera de aliviar el malestar que produce mantenerse sin consumo. Además, alteran la capacidad de pensamiento, planificación, toma de decisiones, resolución de problemas, control de impulsos…

Por otro lado, suponen consecuencias a nivel funcional, social, laboral y familiar, dificultando las relaciones interpersonales, impidiendo una vida familiar saludable y en muchos casos truncando el recorrido laboral. En muchas ocasiones las personas contraen grandes deudas que conllevan problemas económicos. Además, pueden derivar en diferentes problemas físicos como la cirrosis hepática en el abuso de alcohol o la contracción de enfermedades por transmisión sanguínea en el consumo de heroína.

¿Son similares para las personas con adicción que no consumen sustancias estupefacientes?

En efecto, las personas con problemáticas adictivas comportamentales o sin sustancia, también presentan unas consecuencias muy similares a las problemáticas que presentan un consumo de estupefacientes, tanto a nivel cerebral, como a nivel funcional, ya que de igual manera se observa un deterioro en la actividad laboral, social y familiar, alteración del control de impulsos, deseo persistente y pensamientos continuos sobre juego, conseguir dinero para ello, elaborar estrategias, puede conllevar un síndrome de abstinencia, mentir para ocultarlo… del mismo modo que en las adicciones con sustancia.

¿Qué adicciones suelen ser las más habituales entre los jóvenes?

Las adicciones que más se suelen repetir entre los jóvenes son el alcohol, el cannabis, la cocaína y desde hace unos años, se comienza a observar un incremento alarmante en la problemática con el juego y las apuestas, tanto en formato online como presencial. Desde la Asociación Betania, se está desarrollando un Programa llamado MOVISIFATE, que va enfocado a la prevención en comportamientos de riesgo en el marco educativo, proporcionando información y conciencia desde las aulas. Se ha acudido a institutos de Cehegín, Moratalla y Mula.

Actualmente se está debatiendo el uso o abuso del teléfono móvil entre niños y adolescentes, ¿qué consejos les daría a los padres sobre la edad y el tiempo que se les debe dejar?

«Lo más relevante es que los adultos supervisen lo que hacen los menores y se formen en lo que estos emplean el tiempo: las redes sociales.»
Miriam Aldaba, psicóloga y coordinadora del programa Reinicia de Betania
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Lo más relevante es que los adultos supervisen lo que hacen los menores y se formen en lo que estos emplean el tiempo: las redes sociales. Nos encontramos con padres que generacionalmente están lejos, no comprenden el funcionamiento de internet y cuando algo no se conoce parece peligroso. Conocerlo ayuda a que se pueda supervisar y mantener canales de comunicación abiertos con ellos, que sientan que nos pueden hablar de cualquier cosa y viceversa, ya que si no podrían pensar “para que les voy a explicar algo si no lo van a entender”.

¿Una persona con adicción puede dejar de serlo?

Una persona que en algún momento de su vida ha convivido con una adicción es probable que lo siga haciendo por el resto de su vida, aunque implementando las herramientas y estrategias de afrontamiento, podrá ser capaz de mantenerla estable y que pase a estar en un estado de “hibernación”.

Betania: atendiendo en la comarca del Noroeste adicciones con o sin sustancia

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