JESÚS AMO PÉREZ
Thaumetopoea pityocampa, más conocida como la Procesionaria del pino por su manera de moverse (caminando en fila india, como en una procesión) ha llegado antes de lo previsto y de forma abundante. Esto es así debido seguramente a los días primaverales que hemos tenido, en los que la ausencia de frío ha motivado su temprana proliferación. El problema de esta temprana proliferación y de la situación de plaga es que las orugas descienden en fila al suelo para enterrarse y formar un capullo (crisálida) del que saldrán en verano las mariposas para dar lugar a un nuevo ciclo. Pues bien, al mismo tiempo que las orugas se entierran, liberan al ambiente unos pelos urticantes que pueden ser potencialmente peligrosos para personas y animales.
JESÚS AMO PÉREZ
Thaumetopoea pityocampa, más conocida como la Procesionaria del pino por su manera de moverse (caminando en fila india, como en una procesión) ha llegado antes de lo previsto y de forma abundante. Esto es así debido seguramente a los días primaverales que hemos tenido, en los que la ausencia de frío ha motivado su temprana proliferación. El problema de esta temprana proliferación y de la situación de plaga es que las orugas descienden en fila al suelo para enterrarse y formar un capullo (crisálida) del que saldrán en verano las mariposas para dar lugar a un nuevo ciclo. Pues bien, al mismo tiempo que las orugas se entierran, liberan al ambiente unos pelos urticantes que pueden ser potencialmente peligrosos para personas y animales.
Cada oruga tiene alrededor de 1000 pelos urticantes responsables de provocar alergias e incluso asma en aquellos mamíferos que estén expuestos a ellos, bien sean personas o animales. Si bien el riesgo es mayor en animales, como perros o gatos ya que estos por su constitución se encuentran más cercanos al suelo y además tienden a explorar o examinar el medio que les rodea con el olfato, por eso es más probable que contacten con estos pelos urticantes o con la propia oruga (que se encontraría desfilando cerca del pino, tras romperse la bolsa de seda que la contenía junto a otras).
El contacto del animal con esta estructura urticante desencadena una reacción alérgica que se manifiesta en forma de inflamación de los labios, la boca, la cabeza e incluso inflamación local del tejido que haya contactado con el pelo urticante. Raramente se produce la muerte del animal, y de producirse sería consecuencia de una reacción alérgica muy aguda, aunque los casos registrados son mínimos.
Por esto, y ante la situación que se vive este año con respecto a la Procesionaria del pino, si hemos salido a pasear con nuestra mascota por zonas cercanas a pinares y observamos que el animal intenta rascarse incluso si babea exageradamente sería recomendable consultar con nuestro veterinario para prevenir que en caso de haberse producido este contacto, la reacción alérgica vaya a más.
Respecto al control de la plaga, hay varios métodos que se vienen aplicando desde hace años y en distintos puntos de nuestra geografía. Estos métodos pasan por el uso de insecticidas, trampas con feromonas, barreras físicas e incluso bacterias que infectan y matan a la oruga en cuestión como puede ser Bacillus thuringiensis.
Sin embargo, el mejor aliado para el control de esta plaga sería esperar que las temperaturas recuperasen valores más propios de la estación en la que nos encontramos y que la presencia de nevadas en zonas altas de nuestra comarca haga disminuir su presencia. Pues sus efectos no solo son perjudiciales, como hemos visto, en el mundo animal, sino que al alimentarse de las acículas de pinos y cedros se produce también la defoliación de estos y puede provocar que, en algunas situaciones se seque el ejemplar afectado, sobre todo si es joven.
