Víctor Martínez-Carrasco-diputado PP en la Asamblea Regional
Con una inflación por encima de la media europea, los españoles estamos sufriendo la peor crisis asociada a una subida de precios en cuarenta años. La cesta de la compra se ha vuelto un verdadero quebradero de cabeza para millones de españoles que hoy pagamos, por ejemplo, un 71% más por el aceite de girasol un 39% más por un paquete de pasta o un 26% más por un cartón de leche.
Pero es que además las familias tenemos que hacer frente a una de las mayores subidas de tipos de interés de las hipotecas desde que existe el euro. Ante esta complicada situación hay dos formas de afrontarla: o ayudando de verdad a los españoles gobernando, o desgobernando, y este segundo camino es el que ha elegido Pedro Sánchez.
No es lógico que, tras muchos meses con una inflación superior a los dos dígitos, el Gobierno Socialista siga obstinado en pedir esfuerzos a los españoles que ellos no están dispuestos a asumir. Ni es lógico que en esta crisis el Gobierno siga batiendo récords de recaudación.
Frente a esto están las políticas útiles, las del Partido Popular. Y no lo decimos nosotros, sino que hasta los presidentes socialistas en otras comunidades han hecho la rebelión interna a Pedro Sánchez aprobando rebajas fiscales aplicadas en las comunidades gobernadas por el PP.
El Gobierno de López Miras lleva varios años aplicando políticas de moderación fiscal que han permitido a los ciudadanos ahorrarse 1.400 millones de euros, a razón de un millón diario, y a su vez están demostrando que estimulan la economía y generan empleo.
Este año se ha dado un paso más, se ha llevado a cabo un ajuste del tramo autonómico del IRPF para poder compensar la inflación y que las subidas salariales, que en realidad no representan una mejora en la capacidad de los hogares para consumir, no acabe suponiendo un mayor pago de impuestos a los ciudadanos.
Solo queda Pedro Sánchez por convencerse de que en este momento hay que seguir bajando impuestos para ayudar a las familias y para devolverles parte de esos 22 mil millones de euros que el Gobierno de España ha recaudado extra gracias a la inflación.
Siguen obcecados sin utilizar esos ingresos para poder aliviar la difícil situación que atraviesan los españoles, porque la anunciada reforma fiscal de Sánchez no aliviará la carga que sufren los ciudadanos hasta 2023: olvida a las rentas medias, no actúa sobre el incremento de la cesta de la compra, y lastra competitividad a las empresas.
Frente a esta nefasta gestión, las políticas de los gobiernos del PP llegan a todos los ciudadanos. Y ejemplo de ello es la gestión del PP también al frente de ayuntamientos como el de Caravaca de la Cruz, cuya buena gestión demuestra que, con trabajo y rigor, se traduce en hechos tangibles. Así ha ocurrido con la concesión de importantes inversiones a través del Plan de Sostenibilidad Turística que ha destacado por encima del resto de propuestas presentadas en la Región; se ha traducido en la adquisición por parte de la Comunidad Autónoma del antiguo convento de San José, o en las mejoras en el Cementerio Municipal y en el nuevo acceso de la Vía Verde por el Barranco de San Jerónimo con financiación de la Fundación Camino de la Cruz.
La eficiencia en la gestión económica ha generado un superávit que ha permitido que puedan acometerse inversiones muy necesarias en pedanías o afrontar sobrecostes en el coste energético.
Y todo ello sin estridencias, sin la búsqueda constante de la confrontación, trabajando por aquello que realmente importa y preocupa a los ciudadanos.
