Ya en la calle el nº 1041

La chelista Clara Toro Roca

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Ana María Vacas

Nuestra protagonista de hoy es una joven de carácter sociable, disciplinada y metódica,  que transmite vitalidad y energía a todo aquel que se encuentre a su lado. Aunque había hecho algunas incursiones en el Conservatorio en la especialidad de Danza anteriormente,  su primer contacto con la música no fue por iniciativa propia, empezó porque su madre quería estudiar canto y necesitaba que le acompañara, la matriculó  en la Escuela de Música  de Caravaca mientras ella asistía a sus clases; sólo quedaba en ese momento la opción instrumental de Contrabajo o Violonchelo,  eligiendo este último; quizás la esperaba, el destino y las circunstancias marcaron su decisión.  Al principio fue más un tormento, pues llegaba a conectar con este y decidió abandonar en cuanto se presentó la primera ocasión.  Un año después arrepentida retoma las clases de Chelo y a partir de ese momento comienza su inmersión en la música conscientemente. Su adaptación se inició  de manera natural durante esta nueva oportunidad,  ahora disfrutaba de ello y de todo lo que acompañaba en esta aventura, el profesorado y sus compañeros. Ese retorno se produjo en sexto de `primaria y  poco a poco sintió que la música le aportaba muchas cosas interesantes, nuevas amistades, motivación, alegría. Aprendió a valorar su tiempo en soledad cuando dedicaba horas al estudio, esa  nueva sensación le sorprendía por lo relajante e íntima que solía ser; empezó a reflexionar y  se dio cuenta que con el Chelo sentía una enorme sensación de libertad que podía expresar sin condicionamientos.  Comenzó a interesarse por profesores, aprendió  a  saber cómo estudiar, a quien escuchar, como escuchar y sin darse cuenta sus horizontes comenzaron a ampliarse, la música era mucho más de lo que ella veía inicialmente en el Conservatorio,  aportaba a su vida nuevas motivaciones que anteriormente no había podido sentir.

Clara Toro Roca
Clara Toro Roca

Satisfecha del profesorado que ha formado parte de su desarrollo en el Conservatorio “Leandro Martínez Romero” pero con la inquietud por ampliar conocimientos en otros ámbitos musicales,  conoció  al profesor holandés  Adrian van Donger,  el que considera su padre musical,  cuando se presentó a la prueba selectiva de una Orquesta en Valencia en la cual se encontraba como jurado. Aceptándola como alumna  durante tres años los cuales fueron muy productivos, le enseñó una base técnica con la que ahora se puede mover libremente en el instrumento. Clara admiraba su metódica tanto como su lado humanista, escuchándola y consiguiendo que se sintiera cómoda y querida a su lado, pudiéndose expresar libremente en todo momento.

Se dio cuenta que había un mundo por descubrir; diferentes técnicas y que cada profesor podía aportar una visión única y personal, así que comenzó sus estudios con María de Macedo en Madrid,  asistente de Yaile Starki profesora muy respetada dentro de la profesión en España y Europa. Con ella ha trabajado más la expresividad y ha aprendido que puede escuchar las opiniones de los demás,  consiguiendo sentir que tiene una técnica propia y un criterio definido que aplicar a su personalidad musical. Posteriormente ha asistido a masterclass con  Anit Peled, Son Won Yang, Johaness Krebs, Fernando Arias, Iván Siso, Bongshin-ko, Timera Rouler, Claudio Behurguez, y Susana Gregorian, violinista esta última con la participó en Orquesta de Cámara. Considera importante tener contacto con el profesor que se elige para la propia  formación y asistir a masterclass antes de empezar  a trabajar definitivamente con él , porque tiene que  existir una necesidad mutua, una conexión palpable; tu eliges un profesor para estudiar porque aprecias su forma de tocar, su expresividad o cualquier virtud, pero él también tiene que conocer tu manera de tocar anteriormente al proceso de inicio y querer dedicarse plenamente al desarrollo del alumno con un compromiso real.

Escuchando música es cuando vas adquiriendo una enorme mochila de conocimientos; al observar a los demás tocando un instrumento aprendes la manera de expresar, que es única para cada persona, por ello es muy importante tener una base técnica buena para minimizar los problemas de velocidad, tempo, ect .La música  tiene la virtud de la reciprocidad, por lo tanto el oyente también tiene su parte de responsabilidad, el estado de ánimo, la vulnerabilidad, la energía, todo influye. Un niño de siete años no escucha una obra igual que un adulto, aun siendo la misma obra cada uno lo interpreta de una manera, generalmente por el recorrido mental y los años de formación al escuchar; esta simbiosis madura nuestra capacidad auditiva y además lo hace de una manera única. No le gusta hablar de matices en la música porque considera que es algo abstracto o poco concreto, es muy personal y depende muchísimo del compositor (su intención) y de  la interpretación  personal constituida por tantísimas variantes como una paleta de  colores.

Clara tiene una mentalidad abierta a la colaboración, piensa que cuando compartes tus valores, y ayudas a potenciar los de los demás las posibilidades se multiplican, lo demuestra con mucha frecuencia participando de manera continuada en numerosos actos culturales. Aparte de las metas musicales, también tienes que tener metas personales y que ambas se complementen. Tienes que tener tiempo para estudiar pero también es muy importante que lo tengas para disfruta con las amigas, para relajarte y que el tiempo de ocio te sirva para amortiguar tantas horas de estudio.

Su futuro lo ve sin ninguna duda continuando sus estudios de Violonchelo en el  Grado Superior, con alguno de los músicos que llenan sus sueños, como Johaness Hidsr Bremen (Alemania) o con Mardi Jarrie Lucerna (Suiza), pero si eso no fuera posible, ya tiene una oferta para estudiar con una Beca  en Turleston (California) de la profesora Bongshin-ko. Cuando quieres estudiar con algunas de estos maestros tan célebres,  es posible hacerlo pues se relacionan mucho en el ámbito musical en España y es relativamente fácil ponerte en contacto con ellos, siempre existe una persona cercana que te puede conseguir una entrevista.

Admira muchísimo también a Fernando Arias  docente en Zaragoza y en el Conservatorio Reina Sofía de Madrid, por la capacidad de educar y transmitir, utilizando imágenes comparables a las obras que se están interpretando y consiguiendo que el lenguaje visual y el auditivo formen una relación mental que ayuda a la percepción.

Colabora con la Orquesta Filarmónica y de Cámara del Conservatorio Leandro Martínez Romero, Orquesta de la UCAM, Orquesta jóvenes de Noroeste, Internacional Youth Filarmónica Orquesta, Orfeón de Murcia, y ha tocado además con Gerardo Estrada, Alfredo Ovalles,  y Borja Quintas.

Su hermosa sonrisa lo dice todo de ella, comprometida en el amplio sentido de la palabra con su formación musical e inmersa en entenderse a sí misma por su corta edad, nos muestra  esfuerzo, disciplina, exigencia, carácter,  pero también amabilidad, respeto, ternura, sinceridad, positividad;  qué más podemos pedir de esta música caravaqueña que nos ha hecho soñar alguna vez con el hermoso sonido de su Chelo.

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