Ya en la calle el nº 1041

Jesús Navarro Egea publica “Casas-Cortijo de entonces. Arquitectura popular y espejos de vida”

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

JAIME PARA

Editado, como su anterior obra, por Tertulia Cultural HISN MURATALLA, Jesús Navarro Egea publica “Casas-Cortijo de entonces. Arquitectura popular y espejos de vida”.

Jesús Navarro Egea, según sus prologuistas Cristina Sobrado y Jesús Rodriguez: “En este último libro, tiende la mano a una parte de nuestra historia que, ante nuestros ojos, está pasando de bien material a inmaterial. Las construcciones de una España que se ha vaciado, que se ha abandonado porque los estilos nuevos de vida, no tienen cabida aquí. Recoge en esta obra, toda la información que le ha sido posible de la arquitectura popular, y de lo que los cortijos escondían dentro, utensilios y herramientas de uso cotidiano, y que nos permitieron vivir hasta nuestros días. Aban- donados en pos de una nueva vida, a ojos vista mucho menos sostenible que aquella”.

¿Qué podemos encontrar en “Casas-Cortijo de entonces. Arquitectura popular y espejos de vida”?

Un paseo realista por el ayer humilde de nuestros antepasados. En la región murciana se han estudiado bastantes arquitecturas palatinas, de mansiones y hasta de edificaciones funerarias, pero las casas sencillas entre las que se hallan las de estas apartadas y bellas serranías, no fueron objeto de suficiente atención. La finalidad por tanto de la presente obra, dar fe de unas moradas y formas de vida que existieron y aún perviven.

¿Cómo ha estructurado su libro?

Como indica el subtítulo básicamente comprende dos apartados, el estrictamente arquitectónico, perfil del cortijo, aspecto exterior, distribución interior y ajuares correspondientes que con sus peculiaridades muestran regularidad, a esos espejos de vida los he tratado de reflejar de la manera más emocionalmente cercana, pero a la vez he procurado preservar la objetividad, lejos de críticas inoperantes o mesianismos interesados. En el apartado referido al habitante, excluyo aquellos rasgos o características que he expuesto en otras publicaciones de corte etnográfico aunque redunde en alguna observación; el lector encontrará descripciones de labores campesinas, aspectos de la vida escolar, juegos de niños, también calamidades, delitos o enfermedades sufridas.

¿Por qué ha elegido este tema?

Por su olvido tradicional, por su mensaje y lección de vida en sus muros a lo que debería contribuir el estudio que presento, no quiero que este legado secular quede sepultado, borrado de la memoria, al menos en lo que yo pueda aportar, las tierras de nuestros antepasados tienen todo el derecho a ser recordadas. Además, consideremos el alto porcentaje de población rural que hoy vive en las principales ciudades del Noroeste y diferentes lugares, que además de echar una mirada nostálgica hacia su pasado montaraz puedan incluso emprender iniciativas de futuro sobre las viejas ruinas, ayudándose si lo desean con este documento.

¿Qué queda en la actualidad de esa Moratalla de cortijos y cortijadas que investiga en su libro?

Desgraciadamente cada vez menos; es verdad que se nota cierta revitalización del turismo, que repercute según casos en la conservación de tales habitáculos u obrando otros nuevos que a veces respetan la esencia ancestral, pero eso no siempre se da. Parece que ese ocaso de la vida tradicional que diría el desaparecido catedrático Flores Arroyuelo no tiene fin, al menos si las tendencias de desarrollo continúan en la línea actual.

¿Cómo ve el fenómeno de la despoblación en Moratalla? ¿Lo considera irreversible?

El asentamiento humano y de manera genérica tendría unos determinados vectores hacia los que se orienta: propensión hacia el norte geográfico, valle o costa, y por supuesto capitalización o inversión monetaria, la marcha del campo a las ciudades hoy por hoy es imparable, las dinámicas migratorias mediterráneas y de regiones hispanoamericanas así lo indican aunque siempre es posible cambiar la inercia si la decisión es fuerte y firme. Ello requiere al menos planificar programas con los correspondientes recursos, desarrollarlos con creatividad y sostenibilidad, y claro, muy especialmente la voluntad de llevarlos a cabo con independencia del gestor eventual.

En mi opinión, la despoblación de Moratalla que ya es un proceso largo, no depende exclusivamente de sus habitantes, necesita una apuesta resuelta de las administraciones, de todas incluidas las europeas, pero a la vez es imprescindible un decidido liderazgo local. En cualquier caso y globalmente el municipio tiene muchas más potencialidades que otros de emplazamientos aún más aislados y alejados de áreas dinámicas.

Tras “Lobos en Moratalla” y “Casas-Cortijo de entonces”, ¿en qué está trabajando?

En efecto, no hay dos sin tres, si es posible quiero culminar una trilogía que culmine estos estudios de corte medioambiental que vengo realizando de desde 2014. Del conjunto de datos que poseo y sigo recopilando, extraería un tema que hiciera hincapié y tratara de concienciar acerca de la mala explotación de recursos naturales y sus efectos en el medio o personas, está en mi ánimo establecer un novedoso banco de datos y desde luego no cejaré en subrayar que el polemizado cambio climático no es por desgracia una entelequia; a lo mejor si emprendemos ya una actuación inteligente y responsable quizá con suerte lo noten nuestros descendientes.

 

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