Ya en la calle el nº 1041

Hortalizas, sobres y PP

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Añade aquí tu texto de cabecera

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

JOSÉ MARÍA ORTEGA

No faltará quien desde los altavoces de nuestros ayuntamientos, los de la comarca del Noroeste, diga que ni la financiación irregular del PP y el pago de sobresueldos en dinero negro, en negros sobres de color blanco, a los dirigentes del Partido Popular, no es un asunto comarcal y no nos afecta. No faltará quien, como un mal guardameta, despeje a córner todos los balones que le lleguen sobre este tema y diga que el PSOE ya fue condenado por el caso Filesa, otro asunto de financiación irregular; que si los ERES de Andalucía o la financiación irregular de Unió, el partido del sibarita catalán Durán i Lleida. Habrá quienes pongan en marcha aquel ventilador inventado para esparcir mierda y poner de actualidad las miserias de otros, como fórmula de cobardes para minimizar el escándalo propio ensuciando a todos por igual. Sin embargo yo digo que lo que se sabe del caso – Que el tesorero del PP durante prácticamente 20 años, manejaba cientos de millones de pesetas de dudosa procedencia, que gestionaba cual mafioso, una parte en paraísos fiscales, otra parte en cuentas opacas y la otra para comprar voluntades y abonar la corrupción en los propios dirigentes del Partido Popular, en la mismísima sede central- supondría, en caso de confirmarse, la constatación de que el partido más poderoso del estado, el que actualmente acumula más poder, está podrido en su mismo centro. Si el principal partido de un sistema de partidos creados para expresar la voluntad popular está podrido desde el cogollo, las consecuencias pueden ser enormes, empezando en Madrid y siguiendo por Murcia, para llegar a la Comarca y terminar en las pedanías, donde llegan las últimas ramas del poder clientelar del PP, una organización que ha crecido, más que como partido, como una eficiente máquina de gestión de intereses privados. De un tomate con un cacho podrido uno puede quitar el cacho y comer el resto, pero si una lechuga se pudre desde el cogollo, no podremos comer ni una sola de sus hojas, pues el mal del centro, como las decisiones sustentadas en la podredumbre moral, emanará hasta cada una de sus partes. ¿De dónde ha salido tanto dinero? El caso Gúrtel, el caso Palma Arena y otros nos muestran el siniestro camino de esta putrefacción: A cambio de contratos de obras y servicios pagados con dinero público, muchos de ellos con costes inflados, para desgracia del contribuyente y beneficio del corrupto, no faltan empresarios sin escrúpulos dispuestos a pagar comisiones que les garanticen más negocios. El político corrompido se esfuerza entonces por “trucar” la adjudicación de contratos para entregárselos, sí o sí, al empresario que le untó. El partido que tan pronto gestiona con una tijeras, que clava sobre las personas más débiles, a las que recorta y arrebata servicios públicos esenciales, es el mismo que tiene unos dirigentes engordados con la leche tóxica que emana de esos sobres de dinero negro, con los que financian un modo de vida de vida de ricos caprichosos y horteras que llaman al bigotes el día de navidad diciendo “una lata de caviar, please, te lo juro, amiguito del alma”. Los que aceptan un sobre son gusanos morales, porque se creen con derecho a llevar una vida de abundancia, de falsos señoritos, de opulentos vendidos. Se creen con derecho a quemar Roma, como Nerón, con sus habitantes dentro, para inspirarse en sus vidas que creen de emperador de capital, pero son vidas de mierda, desde el momento en el que nunca podrán volver a mirar a los ojos a sus vecinos de escalera, esos a los que han quitado las urgencias, a los que no les pagan la ley de dependencia y les cobran los medicamentos. Claro que es un tema de nuestra comarca, porque si los alcaldes, concejales y militantes del PP de nuestros pueblos caen en la trampa que les van a tender sus propios dirigentes corruptos, serán cómplices morales del escándalo. Pueden exigir que el campo de lechugas se limpie, se labre y se plante de nuevo, es decir, que sus dirigentes implicados se vayan a su casa, en espera de la cárcel, para quienes la merezcan, que se devuelva el dinero no declarado y se pida perdón. O también pueden fingir que no pasa nada, agarrarse al poder que aún ocupan y seguir subidos al perigallo vendiéndonos las ventajas de su campo de lechugas, ese que se ve verde, pero tiene los cogollos podridos más podridos que la declaración de la renta de Luís Bárcenas, el repartidor. Uno puede estar a una hora en lo alto del perigallo y un segundo después mordiendo el polvo del suelo. A ver qué pasa. Es la hora de la verdad en la finca del PP.

¡Suscríbete!

Recibe cada viernes las noticias más destacadas de la semana

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.