MICAELA FERNÁNDEZ
La tradición huertana de Mula, las peticiones a San Isidro Labrador por los campos y las cosechas muleñas, la música, el folclore y la alegría. El color y los bordados en los refajos, las flores y los momentos de reunión en torno a los platos más tradicionales, los embutidos y el vino. Todo esto y mucho más son los ingredientes para uno de los festejos con más arraigo en el municipio de Mula, sus Fiestas de Primavera en honor a San Isidro Labrador.
Unas fiestas que se remontan años atrás, datadas desde los años cincuenta del pasado siglo y que rinden homenaje a las más arraigadas raíces del pueblo y al sentir muleño por las tradiciones populares.
En estos días festivos, el muleño rinde honores a su tradición huertana, a los platos más típicos como las gachasmigas, el embutido y el vino. El traje regional forma parte de los desfiles y procesiones en los que las peñas huertanas y cuadrillas inundan las calles con música y bailes tradicionales.
Pero Mula sigue apostando por este festejo, por engrandecer cada una de las actividades en torno a esta festividad y para ello lleva años trabajando en la consolidación de estas fiestas como Fiestas de Primavera, un trabajo para el que cuenta con el apoyo y complicidad de la Hermandad de San Isidro, las peñas folclóricas, cuadrillas y, en gran medida, con todas y cada una de las peñas que participan en las actividades de esta fiesta.
Así, unido a su tradicional concurso de gachasmigas, el desfile de carrozas huertanas, la misa, procesión y ofrendas a San Isidro, se ha consolidado un importante programa que se desarrolla año tras año unido al recinto donde se instalan las carpas festeras y que se completa con mercadillo, conciertos, charlas y talleres para mantener viva esta tradición.
