Ya en la calle el nº 1041

Fallece en el quirófano, durante una intervención de cadera, Georgie Dann, “El rey de la canción del verano”

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Pedro Antonio Hurtado García

Un artista que colmó su vida de anécdotas, curiosidades y éxitos incontables. Cada uno de sus discos publicados parecía estar predestinado al triunfo y, esencialmente, a convertirse en “canción del verano”. En las décadas de los ´70 y los ’80 del pasado siglo XX, era impensable que Georgie Dann no presentara su candidatura, con un nuevo ritmo, a esa frenética lucha que buscaba identificar la mejor canción del verano, la que se disfrutaba en guateques, discotecas, bailes de diversa naturaleza y, sobre todo, en verbenas y pasacalles de las charangas que amenizaban las jornadas festivas de los diferentes municipios de nuestra “piel de toro”.

Clarinete, acordeón y saxofón.- Su nombre real era el de Georges Mayer Dahan (14-01-1940, París-Francia/03-11-2021, Hospital Puerta de Hierro-Majadahonda-Madrid-España), pero Georgie Dann fue el nombre que explotó en el campo artístico. Compositor, cantante, showman y, sobre todo, músico. Sus canciones, siempre de composición sencilla, letra divertida y ritmos bailables, le hacían ser bautizado como un artista comercial, facilón y muy vendedor. Craso error el de quienes así pensaban, porque el francés, afincado en España, era un distinguido clarinetista que cursó estudios reglados, durante nueve años, en el prestigioso “Conservatorio de París”​, dominando, al mismo tiempo, el acordeón y el saxofón, amén de haberse diplomado en magisterio. Artísticamente, dio sus primeros pasos en Francia, formando parte de diversos grupos de pop de la época, para “aterrizar” en España, en 1965, con el fin de representar a su país de nacimiento en el “VI Festival de la Canción Mediterránea”, defendiendo la composición titulada “Tout ce que tu sais” (“Todo lo que sabes”). ​

Nutrido repertorio.- Fue, a partir de ahí, cuando “se enamoró” de España hasta establecerse en nuestro país de modo definitivo. Se especializó, entonces, en la ya mencionada “canción del verano”, pero no de forma testimonial, ya que se convirtió en el más claro exponente de ese género al que aportó decenas y decenas de muy conocidas canciones, como “Casatschok” (1969), su primer gran éxito internacional. Y amontonó triunfos en las citadas décadas de los ’70 y los ’80 con temas de pegadizo y contagioso estribillo, letras atrevidas y “picantonas” y ritmos muy verbeneros: “El Bimbó”, “Carnaval, carnaval”, “Macumba” “La barbacoa”, “El africano”, “El koumbo”, “El chiringuito”, “Campesino”, “Una paloma blanca”, “El negro no puede”, “El dinosaurio”, “Cuando suena el acordeón”, “Cóctel tropical”, “Mi cafetal”, “La cerveza” y otros muchos. Dann era un artista de corte avanzado, creativo y de vanguardia, hasta tal punto que fue de los primeros en promocionar la figura de las “go-gós”, esas chicas “de buen ver” que siempre le acompañaban en sus actuaciones y que hacían más atractivas sus galas y conciertos.

Parodia del género.- Otra muestra de ello es la de que los primeros videoclips musicales emitidos en RTVE gozaban de temas compuestos por el galo. Y tantos éxitos cosechó con los ritmos veraniegos que quiso otorgarle su homenaje a esa suerte con una canción titulada “Mecagüentó” (2007), una parodia de la propia temática y condición veraniega con la que tantos éxitos y reconocimientos consiguiera, una canción, en definitiva, que contempla la historia de aquel padre que se marcha de vacaciones y todo, absolutamente todo, le sale rematadamente torcido. ​

Icono veraniego.- Su talante, formas de comportamiento y actitud social, son valores que, en él, siempre estaban representados por un carácter cercano, sencillo, humilde y con ánimo de atender a todo el mundo, condiciones que facilitaron que el público, en general y de forma colectiva, acabara calificándole como “El rey de la canción verano” y auténtico icono de ese movimiento de diversión. Si nos centramos más detalladamente en su trayectoria, tenemos que señalar que, finalmente, la mayor parte de su vida la pasó en España, al fijar su residencia en Madrid.

Esposa y manager.- Corría 1974 cuando contrajo matrimonio con Emilia García “Emy”, española que no era otra que una de sus bailarinas, las entonces conocidas como “go-gós”, tal como ya nos hemos referido al tema. Con ella, luego convertida en su manager, tuvo tres hijos, nacidos en Madrid. Dos de ellos, Paúl y Patricia, formaron el conocido dúo que se hace llamar “Calle París”. Y es que, cuando la afición va en las venas, nada se puede resistir a los deseos de seguir los pasos de un “grande” como su padre. El dúo, creado en el año 2004, ejercía su actividad enmarcado en el pop rock. Su principal aportación y mejor relación con el público fue “Palabras secretas”, su primer larga duración de estudio.

Multiinstrumentistas.- Los dos hermanos quisieron ser autosuficientes y no depender del nombre del padre. Y lo lograron ampliamente. Comenzaron sus carreras muy jóvenes, formándose en el dominio de muy variados instrumentos e iniciándose en la composición de canciones. La denominación del dúo viene de la canción “Una calle de París”, de la banda donostiarra “Duncan Dhu”. A sus atributos pop rock, “Calle París” incorpora reminiscencias propias del indie británico. Así que nada relacionado con la trayectoria de Georgie Dann. Casi cinco años de duro trabajo invirtió el dúo en ganarse la confianza de la discográfica “Vale Music”, logrando, con “Palabras secretas”, unas muy respetables ventas y más de cuarenta conciertos por toda España, siendo sus fuentes de inspiración más influyentes las de artistas nacionales como “M-Clan”, “La Oreja de Van Gogh” o Nena Daconte.

Coloso del pentagrama.- Georgie Dann, el protagonista real de esta crónica, padeció un cáncer de pulmón durante los últimos años, pero, al final, ha fallecido en el quirófano del “Hospital Puerta de Hierro” durante el transcurso de una intervención de cadera. Tenía 81 años, pero, a él, por su espíritu juvenil permanente, nunca se le percibió mayor. Nos deja un grato recuerdo y, además, ahora, las veladas veraniegas, las fiestas municipales de numerosas poblaciones, las charangas y las verbenas, servirán como los mejores encuentros para los recuerdos que podamos tributar a este gran artista que fue de modesto y sencillo, pero, en realidad era un coloso del pentagrama. Descanse en paz. Buenos días.

 

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