Ya en la calle el nº 1041

El Video Comunitario

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

José Antonio Melgares Guerrero/Cronista Oficial de Caravaca y de la Vera Cruz.

Durante el invierno de 1987 cuatro jóvenes caravaqueños audaces e imaginativos se embarcaron en un proyecto empresarial de incierto porvePlantilla incompleta del personal del Video Comunitarionir que, pasado el tiempo y tras vencer dificultades sin cuento, ha puesto a Caravaca en el punto de mira de otras empresas del ramo, siendo referente para muchas de ellas.

El 2 de febrero de aquel año, en una cochera prestada por Alonso Martínez en la Plaza de los Templarios, con una caja de albaricoques como soporte y un video rudimentario de los ofrecidos por el mercado, se emitió señal por primera vez al bloque de viviendas edificadas sobre la citada cochera. Acababa de nacer lo que, a partir de entonces, se denominó popular y cariñosamente el Video Comunitario que hoy funciona como televisión local por cable denominada Telecaravaca.

La idea inicial la trajo desde Molina de Segura donde trabajaba, Antonio Buitrago. En aquella localidad acababa de comenzar un proyecto de televisión por cable fácilmente exportable a Caravaca. Se constituyó una empresa formada por cuatro socios: Antonio Buitrago y su hermano Francisco, Jesús Jiménez (el Cabezuela) y Diego García Blaya, quienes aportaron cada uno 25.000pts. al fondo fundacional de 100.000 pts con que se inició la misma, cantidad a la que enseguida hubo de sumarse otras cien mil pts.

Entre los primeros abonados: Matías Celdrán Juárez El Pancho ,José Salazar Pérez el Pepucho, y Los Bolillas (Paquito y sus hermanos), quienes recibieron señal enseguida, convirtiéndose en los mejores propagadores del invento.

Entre los socios fundadores, Diego trabajaba en Almacenes Nestor, Antonio Buitrago en el Centro de Capacitación Agraria de Molina, Jesús regentaba un taller de electrónica y Francisco INECA como ingeniero técnico industrial.

No se trataba en principio de un proyecto ambicioso de comunicación pública, sino de comunicación privada, por lo que su interés radicaba en hacer llegar la señal por bloques de viviendas. Hubo que vencer innumerables problemas no sólo legales sino también políticos. En lo local el entonces alcalde Pedro García-Esteller les dejó hacer aunque sin reconocimiento oficial. En lo regional la Presidenta María Antonia Martínez y el Delegado del Gobierno Juan Manuel Eguiegaray se movieron desde los oídos sordos del principio a la amenaza posterior por las presiones de empresas como ONO que influyeron lo suyo para que el proyecto no avanzara, por intereses propios de implantación en la ciudad y en la Comarca. También presionaron en contra los negocios locales de alquiler de películas o videoclubs, por la competencia en la emisión de filmes que dejaron de alquilar los abonados. Todo ello motivó un clima de incertidumbre permanente en la sociedad empresarial que, sin embargo, contó con el favor del público desde el primer momento.

Tras la ubicación provisional inicial, el Video Comunitario se trasladó a un bajo en la C. Navarra que pronto se quedó pequeño, trasladándose a la Gran Vía, a un piso propiedad de Cruz Baquero, donde había estado funcionando la Oficina de Extensión Agraria, pagando un alquiler mensual de 25.000 pts.

La siguiente ubicación fue en el edificio Reinón, erigido por Martín Carrillo sobre lo que tiempo atrás fue Garaje Reinón, donde la empresa adquirió un piso en propiedad que les costó 10.000.000 de pts, con la amplitud necesaria para estudio de grabación, plató, despachos etc. que aún conservan y donde se encuentra todo el cerebro de la emisora. Allí fue donde se consolidó el hasta entonces Vídeo Comunitario y donde se acuñó la marca o sello empresarial Telecaravaca.

Desde entonces comenzó la programación propia, se amplió la cobertura de señal y aumentó el personal al servicio de la información con personas como Sebastián Moya, Salvador Gómez, Ambrosio Martínez, Ambrosio Zarco y Amancio el Pacorro, comenzando a contar también con colaboradores ocasionales como Juan Fernández Robles, Juan Antonio Marín, Paca Salcedo, Alfonso de la Cruz, Gil López, Reme Ruiz, Mariano García-Esteller, Mari Carmen Martínez y el Cronista que esto escribe.

De los trabajadores iniciales aún permanecen algunos, otros entraron después como Ángel, Sebas, David, Jesús y Ovidio. María José, María José Caro, Oscar, Victor Ciller y Salvador Pérez; unos con contrato mercantil y otros fijos.

Tras quedarse pequeño el emplazamiento en el citado edificio Reinón, al incorporarse Internet, se adquirió un amplio bajo en la C. Ascensión Rosell 9, con 300 metros cuadrados disponibles, desde donde se ha logrado un índice de penetración del 50 % gracias a la tecnología inalámbrica, llegando a todo el término municipal de Caravaca, con cabeceras propias en Archivel y Barranda.

En amena conversación con Diego García Blaya y Antonio Buitrago, recuerdan que el primer acontecimiento local retransmitido en directo fue el traslado del Ayuntamiento, tras su ubicación provisional en la C. del Escritor Gregorio Javie,r hasta su emplazamiento en la Pl. de Arco, tras su restauración, el 7 de junio de 1991 Y que entre los más complicados programas emitidos fueron el que en tiempos del Hermano Mayor Antonio Romera se llevó a cabo con motivo del cambio del pavimento de la Basílica de la Stma. Cruz, así como el realizado para recaudar fondos para los damnificados por el huracán Minch. Así mismo recuerdan los plenos municipales retransmitidos desde el Teatro Thuillier mientras la casa Consistorial estuvo en obras durante el paso de la década de los 80 a los 90, y las retransmisiones de los cabildos de la Cofradía de la Vera Cruz.

Telecaravaca siempre se ha autofinanciado con las cuotas de sus abonados, así como con la publicidad comercial. Nunca ha tenido subvenciones de ningún tipo y presta un servicio informativo de gran calidad y eficacia no sólo en la ciudad sino en todo el término municipal. Sólo son de producción propia en la actualidad programas como El Tragaluz que dirige y presenta Juan Fernández Robles, los Informativos que también dirige y presenta Juan Antonio Marín, las Tertulias Festeras de Gil López, los programas de Semana Santa del Cronista que esto escribe y el amplio despliegue festero relacionado con las Fiestas de la Stma. Cruz.

El entrañable Video Comunitario, hoy Telecaravaca, es lo que han querido sus dueños que sea: un ejemplo de servicio al público, desde el autodidactismo más absoluto de sus inicios. Con total entrega de su gente a un proyecto que exige mucho sacrificio y en cuyo esfuerzo poco se repara. Abandonando a la familia en fechas singulares de Navidad y fiestas de la Cruz. Con ausencia de vacaciones y festivos. Multiplicando efectivos y hasta bilocando, si ello fuera posible, en momentos concretos en que se requiere su presencia en actos simultáneos.

El espíritu de sacrificio y entrega, la actitud en positivo, la dedicación absoluta al trabajo y la camaradería entre personal fijo, colaboradores eventuales y empresarios, donde prima la amistad y el compañerismo por encima de lo económico, definen a Telecaravaca como algo que la población considera indispensable en el transcurrir de nuestros días.

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