Carmina Fernández Sánchez
Antonio José Espín Espín
(Diputados socialistas en la Asamblea Regional)
El rico patrimonio natural de la Región de Murcia no está solamente en las playas, el sol y los municipios de costa. En nuestra comunidad autónoma contamos con parajes naturales tan dispares e inigualables que sorprenden al viajero que consigue llegar de Calblanque al Macizo de Revolcadores en Moratalla, o desde el Salto del Usero en Bullas hasta Águilas, por poner solamente dos ejemplos de los muchos que podría enumerar. Sin embargo, para el viajero lo difícil es llegar de uno de estos destinos a otro, desplazarse por el interior de la Región para conocer nuestra rica y variada oferta turística, si es que consiguen saber qué pueden visitar y cómo hacerlo.
Disfrutar al cien por cien de una experiencia única es el objetivo de cada viaje. Cada viajero quiere vivir unos días lejos de su rutina y conocer lugares para recordar a su vuelta a la monotonía diaria. Los lugares y las experiencias están aquí, en la Región de Murcia, lo complicado es saber dónde están y cómo llegar.
Las comarcas del Noroeste y del Río Mula ofrecen espacios y experiencias inigualables para el turismo. Un turismo sostenible y basado en la naturaleza, que representa un valor añadido a la hora de elegir destino la nueva generación de viajeros, tal y como se ha puesto de manifiesto en los últimos dos años en los que la demanda de turismo de naturaleza y no masificado ha superado con creces a cualquier otra elección.
El esfuerzo que en los últimos años han realizado los ayuntamientos de los municipios del Noroeste y el Río Mula, conocedores de esta realidad, para complementar su oferta turística y brindar los servicios que necesitan quienes viajan a esta parte de nuestra Región, ha sido titánico, pero no se ha visto apoyado y reforzado por un Gobierno regional que lleva 26 años dando bandazos en materia turística y sin conseguir definir un modelo claro. 26 años “a salto de mata” en los que unas veces se ha promocionado el turismo rural, otras de aventura; unos años toca el turismo religioso y otros años, cultural, gastronómico o deportivo. Y este es el problema, que el Gobierno regional no ha sido capaz de elaborar una estrategia única, clara y sostenida en el tiempo que incorpore toda la riqueza y los valores turísticos de la Región para poder mostrar en una oferta integral y global.
Y la última demostración de esta falta de coherencia y que demuestra que los distintos gobiernos del PP en la Región nunca han creído en nuestras posibilidades turísticas ha sido la reciente Feria Internacional de Turismo. FITUR es el escaparate al que año tras año se asoma nuestra Región y en el que nos presentamos con nuestras “mejores galas” para dar a conocer al turismo nacional e internacional todos nuestros atractivos. Es el escaparate a través del que pretendíamos captar la atención de los agentes y operadores globales que son quienes venden nuestra oferta al mundo.
Pero, de nuevo, un año más nos encontramos con la inoperancia del Gobierno regional que este año presentó en FITUR, de nuevo, solo el sol y la playa. La escasa, por no decir nula, proyección de otros atractivos como el turismo de interior y el turismo rural son ya la tónica general de las presentaciones anuales de la Región en FITUR.
La práctica totalidad de municipios de la Región hicieron sus presentaciones en un maratón en el que en escasos 15 minutos y uno detrás de otro, como en la cola del supermercado, pudieron exponer sus ofertas. Así, la escasa proyección que le dio en FITUR a la comarca del Noroeste y el Río Mula es un desprecio inmerecido que tira por tierra la ardua labor que los ayuntamientos, empresas y asociaciones vienen haciendo todo el año con el fin de lucir sus mejores ofertas y productos en el mercado internacional, por el que tendrán que esperar un año más.
El turismo debe ser uno de los motores de crecimiento de nuestra Región y de nuestros municipios. Se trata de potenciar un sector con una gran capacidad de generar empleo, apoyo a la creación de pequeñas y medianas empresas y fijar población en zonas del interior, como el Noroeste y el Río Mula.
El Gobierno regional tiene la obligación de apoyar a este sector y de poner en marcha una estrategia turística que apoye el gran esfuerzo de los ayuntamientos para poner en valor de sus muchos atractivos turísticos, que garantice que todos los que visitan la Región de Murcia puedan conocer hasta el último rincón y todas las posibles experiencias de las que pueden disfrutar. Y, por supuesto, la Administración Regional debe hacer las tan anunciadas como necesarias inversiones en carreteras, transporte y modernización de las infraestructuras turísticas.
No podemos aspirar a un turismo moderno, que exige calidad y experiencias únicas e inolvidables, si nuestras carreteras están impracticables, no existe transporte entre municipios que están a escasos kilómetros y no se pone en valor los increíbles atractivos de los municipios del interior, del Noroeste de la Región de Murcia, como paradigma del turismo sostenible y que respeta la naturaleza que es una de las principales demandas de las nuevas formas de viajar.
Tener una estrategia clara, invertir para mejorar nuestras infraestructuras y apoyar a nuestros municipios, esta es la asignatura pendiente de los gobiernos del Partido Popular que llevan más de 26 años sin saber qué somos en materia turística, qué queremos ser y cómo conseguirlo, sin escuchar al sector, a las empresas y dando la espalda a los alcaldes y alcaldesas que son los mejores embajadores de nuestra tierra.
