Culminan los trabajos de restauración, consolidación y recalce de uno de los tramos de las murallas medievales de la ciudad. Esta actuación de emergencia es una de las contempladas en el Plan Director del Castillo elaborado por el equipo de la arquitecta Isabel Bestué.
La muralla sobre la que se ha actuado tenía riesgo de derrumbe debido al paso del tiempo y el terreno sobre el que se asienta. Las obras de mejora daban comienzo durante el pasado otoño y han tenido una duración de seis meses con un coste de 97.000 euros financiados por la Dirección General de Bienes Culturales.
Los trabajos desarrollados sobre esta parte de las murallas han dejado al descubierto nuevos hallazgos como un torreón ya desaparecido y que se encontraba junto a la misma.
Además ha llevado a la conclusión de que la muralla del castillo cuenta con otros aspectos que no han sido documentados y que saldrán a la luz cuando se realicen las actuaciones previstas en esa parte según la urgencia que se recoge en el Plan Director y que prevé la puesta en valor de todo el entorno de la fortaleza.
