Ya en la calle el nº 1041

Cofrade del Año 2019: Mariano García-Esteller Guerrero

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

José Antonio Melgares Guerrero

                                               Cronista Oficial de Caravaca y de la región de Murcia

Pocas personas pueden presumir de haber estado tan cerca de la Stma. Cruz en diversos puestos de mayor o menor  responsabilidad como la persona a que me refiero, quien vino al mundo en Caravaca, durante el otoño de 1940, en plena calle Mayor, como primer fruto del matrimonio entre Mariano García-Esteller Bañón y Pepa Guerrero Rodríguez, siguiéndole sus hermanos Caridad, Pedro y Rosa.

Aprendió las primeras letras al cuidado de sor Evarista, en el colegio de Monjas de la Consolación y luego de los padres Amado y Alfonso en el del “Niño Jesús de Praga” que durante tantos años regentaron los PP. Carmelitas en la Glorieta.

Cursó el bachiller elemental en el colegio “Cervantes”, junto a compañeros como Juan Manuel Robles Oñate, José María Richard Marín y Manolo Moreno Espinosa, entre otros; y el superior en el colegio “La Salle” de Almería.

Cumplió el entonces obligatorio servicio militar entre 1960 y 61 en el Regimiento Mixto de Artillería Nº 6 de Cartagena (Los Dolores), e inició los estudios de peritaje mercantil en la Escuela de Comercio de Murcia, que concluyó ampliando a Dirección y Administración de Empresas en la facultad de Derecho de la UMU, en 1966.

Se incorporó a la vida laboral en la empresa cervecera “Estrella de Levante” de Espinardo, donde trabajó durante diez años, incorporándose a la plantilla de la entonces Caja de Ahorros Provincial (luego Cajamurcia) en febrero de 1975, primeramente en la oficina de la Plaza Circular de la capital (Urbana Nº 1), y después en Caravaca (durante dos años), donde sucedió como interventor a Pedro García Córcoles, siendo director de la oficina Ignacio Alarte. En 1977 fue destinado a Moratalla, donde fue director y compartió espacio con Pascual “El Alín”; yendo a “apretar los tambores” frecuentemente con José Rogelio Fernández y otros apasionados de la Fiesta (ya patrimonio de la Humanidad por la UNESCO). De nuevo en Caravaca en 1978 como director de la entonces única sucursal de la Caja, sustituyó en el cargo al mencionado Ignacio Alarte, al ser éste elevado a la categoría de Jefe de Zona, compartiendo oficina con Antonio Martínez Ríos y Juan Navarro entre otros. Su vida profesional siguió en Murcia como responsable del funcionamiento de los entonces incipientes “cajeros automáticos”, en el área gestión comercial (con Miguel Galián y Javier Navarro Valls), y en la Obra Social y Cultural con José Moreno Espinosa, lugar en donde le llegó la prejubilación en 1999.

En junio de 1967 contrajo matrimonio con Maruja Sánchez López, de cuyo enlace nacieron sus tres hijos: Mariano, Diego y María José, con quienes a pesar de su residencia en Moratalla y Murcia nunca dejó de pasar los fines de semana y vacaciones en su casa de Caravaca, a donde se vino a vivir definitivamente en 2010.

Su vinculación a la Cofradía de la Stma. Cruz y al mundo de la Fiesta (a través de su Comisión de Festejos) le viene de niño, cuando ayudaba a contar el dinero tras las “pedimentas” callejeras de los días previos a las Fiestas, siendo su padre tesorero de la mencionada Comisión de Festejos. Con 17 años ya formaba parte de las comisiones de “pedimenta” durante los veranos, en el campo, y poco después sustituyendo a su padre bajo el “carro” de la Vera Cruz como “empujante”, junto a Pedro Antonio Melgares, Alfonso “el Pili” y Carlos Oliva Llamusí (que era el conductor). Fueron innumerables las ocasiones en que, junto a otros, cada cinco de mayo aguardaba la llegada del “Carro” a la “Esquina de la Muerte”, para ayudar a empujar el citado carro de la Patrona por las entonces abarrancadas cuestas del Castillo cuando éstas no tenían el pavimento asfáltico que hoy tienen, y el “carro” era de madera, muy pesado (del S. XVIII), hasta su sustitución por el de tubo metálico que años después regaló el hermano mayor D. José Abril.

Desde entonces lo ha sido casi todo en el entorno de la Stma. Cruz. Tesorero de Comisión de Festejos con el hermano mayor Luís Fernando Álvarez Pérez- Miravete. Teniente de hermano mayor con José González Martínez. Jefe de Protocolo con José Moreno Martos, con el cronista que esto escribe, con José Nevado Medina y con Francisco Sánchez Martínez. Vocal de Relaciones Institucionales con Pedro Guerrero Quadrado y de Estatutos con José Luís Castillo Guerrero. Fue Presidente del Bando Cristiano (1979-80) y “Capitan” de los “Armaos” (2006-2009), habiendo sido uno de los fundadores de dicha compañía tras la refundación de la misma en 1998.

 

En 1991 escribió el único libro que hasta ahora se ha escrito sobre el “Protocolo” de las Fiestas de la Vera Cruz. Formó parte de la peregrinación a Jerusalén que se hizo cargo del “Lignum Crucis” de la custodia franciscana, y de la junta representativa que, presidida por el hermano mayor Francisco Sánchez Martínez solicitó de la Santa Sede la institucionalización del Año Santo. También ha intervenido en actos de presentación de la Revista anual de Fiestas y de la concesión de los Escudos de Oro del Bando Cristiano.

Su otra vertiente colaboracionista se vincula a la Semana Santa local, primero y muy joven en la cofradía de “Los Azules” y posteriormente en la del “Silencio” donde, durante años fue encargado de regir la procesión utilizando un curioso sistema acústico por él mismo inventado y ya en desuso. Fue hermano mayor de la misma entre 2013 y 2018 y pregonero de la Semana Santa en 2015.

A pesar de la actividad mencionada, aun le ha quedado tiempo para ser miembro de la Federación Nacional de Tiro Olímpico entre 1976 y 1990, y activo militante entre los radioaficionados locales desde 1983 (con indicativo EB 5 FPK).

En el otoño de la vida, rodeado del cariño y atenciones de su esposa, sus tres hijos y sus siete nietos, con envidiable salud de cuerpo y espíritu, y dispuesto a seguir colaborando en cuanto se ofrezca al servicio de la Stma. Cruz y de Caravaca, aceptó, a finales de 2018 la invitación de la Hermana Mayor Mari Carmen López Navarro para ostentar el cargo honorífico de “Cofrade del Año” en este que nos encontramos, ostentándolo con dedicación y orgullo.

 

 

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