Ya en la calle el nº 1041

Cada vez hay menos excusas

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

PILAR GARCÍA SANTOS/PRESIDENTA DE SOMOS REGIÓN

Se acerca uno de los momentos cruciales y de los que más depende la economía de España y, por ende, también de nuestra Región. Los tiempos convulsos en los que nos movemos han afectado muy negativamente a la industria más relevante de nuestro país, la turística, pero las previsiones apuntan a que la recuperación se podrá producir en el periodo vacacional, vinculada al producto de sol y playa.

Sin embargo, la Región de Murcia no ha sufrido en igual manera el impacto del largo cierre del sector y las medidas restrictivas. De forma engañosa, podríamos interpretar que el crecimiento de la agricultura la ha convertido en el motor económico regional. Pero sería una lectura muy engañosa. Desde 2013, la aportación al PIB del turismo ha crecido de forma continuada, y su aportación al empleo alcanzó, en 2019, el 13% de la población ocupada en España, tan sólo por debajo del comercio. Sin embargo, los datos del turismo regional invitan a reflexionar sobre las razones por las que estamos tan lejos de los récords históricos de las provincias y comunidades limítrofes. Hasta 2020, nuestro crecimiento turístico ha sido inferior a la media nacional y, en lo relativo al turismo de interior, alcanzamos un 4,3 % frente al 7,4% del conjunto de España

Pese a gozar de kilómetros de costa mediterránea y un clima excepcional, la Región de Murcia no se encuentra entre las preferencias ni del turista extranjero, ni del nacional. Y no parece argumento suficiente basarnos en las deficiencias de las infraestructuras, arrastradas del pasado, los injustificables retrasos en importantes proyectos viarios y ferroviarios y su dudosa planificación, así como la incertidumbre sobre el mismo Corredor del Mediterráneo. Algo más está fallando, si nos comparamos con nuestra provincia vecina del sur, de características similares a la nuestra.

SI gozamos de los recursos naturales, culturales, y artísticos necesarios como para hacer de nuestra Región una de las más atractivas de todo el arco mediterráneo, el punto de mira lo tendríamos que poner en la ausencia de acciones relevantes de promoción impulsadas por el Gobierno Regional en colaboración con el sector privado, la falta de una marca definida, o en la necesidad de elaborar una alternativa turística diferenciada.

Pero quizás, uno de los grandes problemas de la Región es la necesidad de que el Gobierno Regional apoye a los ayuntamientos con el fin de garantizar los recursos financieros que garanticen el ejercicio de la actividad turística. Los planes de actuación comarcal supondrían el impulso para el despegue de zonas como el Noroeste murciano: el turismo religioso, la oferta patrimonial, cultural y deportiva, el atractivo de los Caballos del Vino, la naturaleza y el clima, y su gastronomía y restauración, debidamente articulados y coordinados en un destino turístico con contenido reconocido, contribuiría sin lugar de duda a potenciar un desarrollo equilibrado del turismo de calidad.

El Mar Menor, referencia fundamental del turismo regional, vio muy dañada su imagen por las inundaciones de 2019 y sus nefastas consecuencias. El aeropuerto de Corvera, intento de atracción del turismo internacional, no ha perdido viajeros porque nunca los tuvo. Ha llegado el momento, este verano ya no habrá más excusas.

 

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