ANA ANDÚJAR/www.dar
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El Fiera podrías ser tú. O alguien que conoces. Son tantos los lugares comunes de los personajes de la novela “Ya no somos modernos” que casi parece un diario de ruta de una generación entera. Los bares como único templo de descanso eterno; las drogas iniciáticas que terminan siendo compañeras imprescindibles; los amigos que se transforman en desconocidos incómodos pero a la vez siameses de lo familiar; las mujeres, con las que es tan fácil dejarse tentar, caer y salvarse. El Fiera es el protagonista de esta bildungsroman de provincias, un muchacho que huye del pueblo para empezar una vida adulta que nunca llega en una ciudad que está a punto de devorarlo, en un cambio de década que fagocitó a los que se quedaron atrás carcomidos por el dinero fácil de una falsa modernidad española, cuyos efectos colaterales, casi siempre personas, podemos ver todavía apoyados al final de una barra mohosa con un futuro tan turbio como sus almas.
Jota Martínez Galiana (Valencia, 1972 ) es el autor del libro, una suerte de Irvine Welsh del levante y romántico Sombrerero Loco, cuya psicopatía está deliciosamente alimentada por la música, más concretamente, aquella que tumbó hordas enteras de jóvenes en los 90. Periodista (trabajó en El País y en la SER), traductor y subtitulador audiovisual, le es imposible dejar de impregnarse por las palabras y la lengua de lava cultural. Después de “Satanismo y brujería en el rock” (1996) y “Sermones en el desierto” (2002), centrados en el mundo de la música y siendo el último una amante biografía de los Surfin’ Bichos, con “Ya no somos modernos” ha saltado sin red hacia la ficción, con un libro que es honestidad brutal y reconocibles rutas hacia lo salvaje.
La novela se subtitula como un “experimento de novela generacional con 13 canciones y 776 samples”, y ya deja claro la importancia vital de la música en esta obra. Durante su viaje de vuelta al pueblo, El Fiera va escuchando diferentes tracks que se enlazan con los recuerdos vividos. PJ Harvey, Massive Attack, Beck, Björk, Los Planetas… y sobre todo los Surfin’ Bichos y Fernando Alfaro, de los que podemos encontrar hasta 96 referencias, asentando la supremacía del mítico grupo manchego en la idiosincrasia del escritor. Poesía encubierta clasificada deliciosamente en un glosario musical al final del libro, donde el mejor palmarés noventero encuentra su sitio.
“Ya no somos modernos” es una novela honesta, terriblemente divertida y dolorosamente triste, donde las personas intentan encontrar su sitio entre triposos caminos y en el que la música guía hacia la salvación como único faro de una generación entera que sigue tratando de entenderse a sí misma.
