ESCRIBIR ES VIVIR
Mercedes Bautista Martínez (www.almadesuperheroe.blogspot.com
“La gente de Moratalla es muy de volver”. Eso me dijo una amiga de la universidad hace ya unos cuántos años. Y me parece una forma muy adecuada de definirnos.
Fue precisamente en mi época universitaria, al salir de aquí y conocer a personas de otros lugares, cuando entendí el valor que de verdad tiene el hecho de haber nacido y crecido en un pueblo. Y en Moratalla, especialmente.
Si hay algo que nos une, algo que todos compartimos, es el gusanillo y la ilusión cada año cuando se acerca el diez de julio. Ese momento en el que, aunque estemos lejos (por trabajo, estudios u otra obligación), ya tenemos la mente y el corazón aquí.
Empezamos a hacer listas: Tallas de camiseta. Quién se apunta a la comida este día. Qué vamos a beber. Qué compramos. Un sinfín de preparativos, detalles. Grupos de whatsapp que acumulan cientos de mensajes. Llamadas. Desacuerdos. “¿Quién tiene la tarjeta de la peña?”.
Porque hay cosas que nunca cambian. Las prisas a última hora. Tenemos el boquete sin poner. ¡El camión de los cubitos va por ahí! Sorteo para ver quién limpia cada día (rezando para que no me toque el día 11). No queda fanta de limón, vamos a pedir a alguna peña.
Y hay otras que sí, van cambiando. Nos hacemos mayores. Ya no podemos meternos en cualquier “cueva”, tenemos suelos limpios, mesas grandes y sillas nuevas. Un frigo lleno de comida, batidos de chocolate, zumos y Coca Cola sin cafeína.
La familia crece, las nuevas generaciones nos pisan los talones. Se nos van llenando las peñas de niños y van heredando nuestras ilusiones, nuestras tradiciones, nuestras costumbres. “Se parten las piernas”, tiran bombetas y lo gozan en la feria.
Esto es Moratalla, esto es lo que significan nuestras fiestas. Es volver a casa siempre, es saber que todo va a ser igual por mucho que hayamos cambiado.
Crecer juntos, hacernos mayores, ver llegar a los que vienen detrás… pero seguir manteniendo la esencia, la misma que hace veinte años cuando nos poníamos por primera vez la camiseta de la peña.
Las cosas más bonitas y con más valor de la vida, son las que unen, las que se comparten, las que hacen familia, amigos, felicidad. Por eso, más allá de los eventos, los encierros, las ganaderías, las luces y demás componentes de unas fiestas patronales, las fiestas en honor al Santísimo Cristo del Rayo de Moratalla, son las mejores de la Región. Porque abrimos nuestras puertas y hacemos sentir a nuestros visitantes parte de la familia. Nuestra gente es amable, generosa, abierta. Siempre dispuestos a ofrecer y compartir una cerveza fresquita.
Mayores, jóvenes, niños. Hay sitio y diversión para todo el mundo. Por eso, estáis todos/as invitados/as a venir, a nuestros encierros, a nuestra calle mayor, a nuestras peñas. A mezclaros con nosotros y contagiaros de nuestra alegría, de nuestra ilusión, de nuestro sentimiento de familia. Os haremos sentir uno/a más y disfrutar de todas nuestras sensaciones.
Después de tres largos años de espera, volvemos a vivir unas fiestas. Las más especiales, seguramente, de nuestras vidas.
Felices fiestas a tod@s los morataller@s, a nuestros vecinos y visitantes.
Disfrutad, pasadlo bien y cuidaos mucho.
Nos vemos en las calles.
