IRENE CANTÓ/MÚSICO
Fotografías: ENRIQUE SOLER
El concierto de navidad, organizado por el semanario El Noroeste, que tuvo lugar el pasado miércoles en el teatro Thuillier de Caravaca de la Cruz a cargo de la orquesta de cámara del noroeste, a mi parecer, como espectadora, fue un concierto exitoso con buenos músicos y con un programa acertado.
Me parece buena iniciativa que se organicen conciertos (y que sean benéficos) de música clásica en nuestro pueblo ya que tienen bastante éxito, se hacen pocos conciertos así y se deberían hacerse más, muestra de ello es la gran afluencia de personas que hubo. El teatro se llenó de gente, desde el patio de butacas hasta el anfiteatro.
En mi opinión el lugar no fue el idóneo para los músicos porque la acústica no es muy buena para los instrumentos de cuerda, aunque sí para los de viento. Para este concierto los instrumentos tuvieron que estar amplificados con micrófonos y el sonido no fue tan puro como cuando no lo están. Quizás en cualquier iglesia del pueblo con mejor acústica se hubiera escuchado mejor.
Con respecto al programa fue muy acertado, quizás un poco denso para el público que no está acostumbrado a escuchar música clásica. Muy acertada la idea de hacer dos partes de distintos estilos, una clásica y otra más moderna. La participación de dos alumnas de danza, el coro de niños y la presentadora, contribuyeron a hacerlo más entretenido.
La actuación de las dos alumnas de danza fue bonita, quizás les faltó algo más de espacio en el escenario para poder lucirse mejor.
Con respecto a la interpretación la orquesta lo hizo bastante bien, se nota que todos los integrantes tienen una buena formación musical. Hay que hacer una mención especial al director de la orquesta, Rafael González, brillante en la dirección del concierto.
Al terminar el concierto y escuchando las opiniones de la gente, una de las piezas que más gustó de la segunda parte fue la de “Bohemian Rhapsody” de Queen, una de las canciones más famosas de esta banda de Rock. Su interpretación fue extraordinaria y completa, con esa famosa melodía al teclado que tocaba Mercury, y que interpretó de manera magistral el pianista, Luis Cantó y con el mítico solo de guitarra de Brian May interpretado por Ángel Bartomeu.
Fue buena idea interpretar la Marcha Radetzky, obra que se interpreta todos los años en el concierto de año nuevo en Viena. Que el público participe con la música hace muy enriquecedor el concierto.
El concierto terminó con un coro de niños que interpretaron unos villancicos, una buena manera de acabar este concierto navideño.
Visto el éxito que tuvo este concierto, reitero la necesidad de proponer más conciertos de música clásica en directo.
