Ya en la calle el nº 1040

Una fundación para promocionar y divulgar el libro y la literatura murciana

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

JAIME PARRA

Quién le hubiera dicho en el colegio, cuando los libros que le imponían como deberes la alejaban de la literatura, a Encarnación Martínez Segado que un día presidiría la Fundación Amigos de la Lectura que desde 1999 entrega el Premio Libro Murciano del Año que en este 2021 ha recaído en Las Alegres de Ginés Sánchez.

Fue más tarde, cuando ella eligió sus lecturas… Julio Cortázar, Mario Benedetti, Nietzsche… cuando esta abogada especializada en Derechos Humanos conoció el veneno de la literatura que ya nunca la ha abandonado.

La Fundación, primero Asociación, creo los premios en 1998 a iniciativa de su impulsor y primer presidente, Mariano Sánchez Gil.

En 1999 “Todos los días amor” del moratallero Pascual García inauguró estos premios en los que ha repetido como ganador; también la novela “Mira si yo te querré” de Luis Leante fue elegido mejor libro del año 1997. Y hasta la fecha obras de Lola López Mondéjar, Ginés Aniorte, José María Álvarez y Miguel Hernández también han sido premiadas por la Fundación.

Estos premios, que cuentan con el patrocinio de la Comunidad Autónoma, la Fundación CajaMurcia y la Universidad de Murcia, dada la escogida selección del jurado, han conseguido darle una segunda oportunidad a obras que habían pasado casi desapercibidas y a otras el espaldarazo definitivo de la crítica.

Pero la Fundación además ha realizado concursos como “Palabras contra el virus” o “La poesía tiene nombre de mujer”…, y su presidenta Encarnación baraja la posibilidad de implicarse aún más con los desfavorecidos de esta crisis, como por ejemplo ancianos que apenas puedan salir de su vivienda: se trataría de un voluntariado en el que universitarios se desplazarían a sus casas para compartir con ellos afición por la literatura.

Aunque este interés por la promoción y divulgación de actividades literarias entre determinados colectivos (jóvenes, ancianos, infancia…), recalca Encarnación, ya se encontraba entre los fines para los que nació la Fundación, en esta etapa se incidirá aún más.

Sin olvidar, que la atracción por la literatura no entiende de edades y que en cualquier momento nace un nuevo amigo de la literatura que, con el tiempo, puede llegar a convertirse en un Amigo de la Lectura, para conocer cómo solo hace falta escribir a [email protected].

 

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