PEDRO ANTONIO HURTADO GARCÍA
Llega el verano y a lo que más atinamos es a quejarnos del calor. Tomemos la parte positiva: el turismo, un valor que no se explota, desde nunca, en su intenso potencial.
Urgentísimo relanzar ese talismán de nuestra riqueza para “enganchar” al visitante, alejándole de indiferencias. Rutas que, durante varios días, paseen al turista por la monumental Lorca, nuestra costa mediterránea, con esa “joya de la corona” llamada Mar Menor. Bodegas vinateras extendidas por nuestras latitudes regionales, Tierra Santa y Jubilar de Caravaca de la Cruz, atractivas industrias que florecen en nuestro entorno geográfico, alojamientos rurales y ricos valores turísticos.
Capital de la región: Museo Salzillo, Catedral, Casino, centros culturales, calles, plazas y avenidas de nuestra capital del Segura, colección importante de atractivos para entretener al visitante durante varios días y no ubicarle en Murcia, exclusivamente, para, en una o dos jornadas, pasearle por toda la región, pero sin ningún entretenimiento establecido, sin guías culturales que les muestren la grandeza de nuestros valores y tanto como podemos lucir.
Caravaca de la Cruz, ansiosa de recibir turismo en mayor dimensión, presenta infraestructuras hoteleras escasas y sin modernizar, en su mayoría, aunque goza de atractivos edificios, pero insuficientes, como ocurre en todo el Noroeste.
Tras numerosos años perdidos por parte de todos, la administración autonómica, sea del color que fuere, tiene que capitanear un fuerte “tirón” en tal sentido, impulsando ese fortalecimiento turístico que clama ser convertido en fuente de riqueza constante e inagotable, capaz de codearse con agricultura, industria, comercio exterior y esas grandezas que exhibimos con favorable ritmo, grandezas que, como al turismo, no les vendría mal una constante “mano de pintura” en forma de tutelado apoyo institucional. Buenos días.