Entrevistamos a Simón Laborda, secretario de la Comisión de Festejos.
¿Qué esperas para este año?
Nuestro primer deseo es que las fiestas no se vean alteradas por motivos climatológicos o motivos externos a la organización. Y en cuanto a objetivos, que sean unas fiestas un poco más dinámicas, que nunca paren, que cumplamos con los horarios, con los plazos que nos hemos marcado. Para eso también este año hemos ampliado el equipo de organización, para intentar que sea todo más fluido, que todos los grupos estén asistidos durante todas las partes de los desfiles y las procesiones. Y por nuestra parte no va a faltar el trabajo y esperemos que todo se desarrolle con normalidad.
¿Qué novedades podemos encontrar este año?
Pues la principal novedad de este año viene con el desfile infantil, que se separan separan moros y cristianos por un lado y caballos del vino por el otro, con el objetivo de que también los niños puedan disfrutar y salir con las dos vertientes de nuestra fiesta. Y creemos que aunque el día cuatro es un día laboral y puede haber personas que puedan perderse ese desfile, creemos que la mayoría de niños se van a beneficiar de este cambio y vamos a ver cómo aumentan las filas tanto de moros y cristianos como de los ponis en sus respectivas mañanas.
¿Cómo acaba la polémica de los horarios?
Cuando estás en un cargo así, tienes que ser crítico, tienes que analizar todo y ver dónde están los puntos a mejorar. Y nosotros identificamos en la mañana del día dos un punto muy claro a mejorar. Después de estudiar varias propuestas, esta fue la mejor que encontramos. Nos queda la decepción, ya no de que no saliera, sino de que pensamos que no fuimos capaces de transmitirla correctamente, mucha gente votó sin saber bien qué votaba y eso sí que queda en el debe nuestro. Por perder o ganar la votación, la verdad es que a nosotros tampoco nos afectó tanto porque sabemos que los cambios cuestan, que esto es a largo plazo y que a nosotros simplemente nos tocaba abrir el melón y poner el problema encima de la mesa. Entonces, ese objetivo lo tenemos cumplido, aunque no saliera todo como como esperábamos.
¿Qué reivindicarías de la figura de Emilio, festero del año?
La pérdida de Emilio nos conmocionó a todos aunque ya se conocía los problemas de salud que tenía cuando se nombró. Fue precisamente su estado de salud lo que retrasó el hacerlo público esperando a que mejorara. Es una lástima que haya sucedido así, porque hubiera sido un gran apoyo para nosotros, siempre estaba pensando cómo innovar o cómo conseguir apoyos para nuestros festejos. Y en ese aspecto, la fiesta va a perder mucho y bueno.
Y sobre el Miguel Sánchez Robles, el pregonero.
La elección del pregonero surge de Luis Melgarejo, el lo propuso y yo desde el primer moment creí que era una opción muy acertada, es uno de los escritores más importantes, con más renombre y más galardonado de nuestro país. Tener la suerte de poder escuchar un pregón que además, como él me ha transmitido, quiere dejar un legado poético y literario a Caravaca con ese pregón. Estamos muy ilusionados con la elección y a el tambien se le ve esa ilusión. Estoy seguro de que Miguel va a conseguir emocionarnos estoy seguro que va a ser un pregón de los que vamos a recordar.
¿Consideras un éxito la procesión del día 5 del pasado año?
Al final yo una de las cosas que más orgullosos estoy es de esa procesión. Al final vino todo muy cruzado, las fiestas fueron un sufrimiento constante y el día 5 fue un día de disfrute y de gozo para todo el mundo, una de las cosas que a mí me gustó mucho fue que tuvimos convocado una reunión de urgencia el día cuatro por la tarde, convocamos a todos los grupos porque estábamos desesperados, no sabíamos absolutamente qué hacer y pensamos en convocar a todo el mundo y ver que se podía hacer. Me gustaría, aunque la realidad se impone y volvemos a las viejas rencillas de siempre, que ese espíritu que hubo esa tarde del día cuatro, en la cual entre grupos se dejaron bandas, entre grupos se organizaron todo para que saliera bien, el día cinco salió una precisión exquisita, donde todo el mundo cumplió, estuvo a gusto, feliz y contento. Ese espíritu, el que me gustaría que se mantuviera y que fuera la mecha para iniciar un proceso nuevo dentro de las fiestas de Caravaca. Personalmente será una de las cosas que recuerde con más cariño de mi paso por este cargo.
Un deseo
Deseo que todo el programa de fiestas se cumpla con normalidad, que todos disfrutemos, que no haya que lamentar heridos y que podamos pasar una buenas fiestas.