Ya en la calle el nº 1040

“Si dudamos que el manuscrito que tenemos entre las manos sea capaz de aspirar a construir un mundo mejor es mejor dejarlo estar” Francisco Serrano, editor de MurciaLibro

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

JAIME PARRA

“Recuerdo los comienzos con una cierta ternura por lo rudimentarios que fueron. Las primeras
publicaciones las imprimía yo mismo en casa con una impresora láser y su encuadernación
consistía únicamente en un doblado y un par de grapas. Eran pequeños cuadernillos de pocas
páginas que recogieron algunos poemarios y libros de cuentos que me confiaban algunos
amigos escritores e incluso también alguno mío. A pesar de los escasos medios, aquellas
publicaciones —que yo mismo distribuía– se vendieron en un gran número de librerías de la
Región. Insistí algunos años en pretender producir y distribuir mis propias publicaciones,
invirtiendo en una discreta imprenta digital en la que produje personalmente los primeros
títulos del catálogo de MurciaLibro, libros que luego distribuía yo con mi coche por toda la
geografía murciana. Estos innegables comienzos románticos no pudieron mantenerse por
mucho tiempo, como resulta lógico, y poco después externalicé los servicios de impresión y
distribución, poniéndolos en manos de profesionales competentes. En el momento presente,
las publicaciones de MurciaLibro ya se distribuyen a nivel nacional y pronto nos plantearemos
la salida al mercado hispanohablante”.
Quien así explica sus comienzos en el gremio es Francisco Serrano, responsable de MurcialLibro, editorial creada en torno a 2011 centrada en escritores y literatura vinculada a la Región de Murcia.

 

¿Qué tiene que tener un libro para que decida publicarlo?

A mi entender, un libro tiene que producir un estímulo inmediato en la mente del lector, originando procesos que pueden ser de diferente naturaleza. No todos buscamos lo mismo en un libro, pero nadie quiere que la lectura lo deje indiferente o lo aburra soberanamente sino todo lo contrario, que suscite su interés, que lo seduzca o lo emocione. Si pensamos en una novela, por ejemplo, es vital que un escritor sepa manejar con destreza la dosificación de la trama, despertando y manteniendo viva, creciente, la llama de la intriga, la curiosidad del lector; es fundamental que los diálogos sean verosímiles, adecuados a la competencia lingüística de los personajes; que el narrador nos traslade la historia con coherencia; que la ficción, en sí misma, sea original y esté bien construida… Los editores no tenemos, por desgracia, una fórmula mágica para dilucidar qué libro funcionará bien en el mercado, pues el éxito comercial atiende a otras muchas variables que a menudo sobrepasan los límites de lo literario, pero solemos dejarnos llevar por el lector intuitivo que llevamos dentro. Por ello, creo que decido publicar aquel libro que, como lector, me gustaría encontrarme en la librería y que no dudaría en comprar. Me gusta pensar, aunque pueda sonar cursi o pretencioso, que los editores tenemos el deber moral de publicar sólo libros que sean capaces de construir, en la medida de sus posibilidades, un mundo mejor. Si dudamos que el manuscrito que tenemos entre las manos sea capaz de aspirar a eso, es mejor dejarlo estar.

¿Cómo valora el momento del sector editorial en la Región?

Estamos viviendo un momento chispeante en este sentido. En los últimos tiempos han surgido un gran número de editoriales independientes tradicionales (cuando digo tradicionales, las estoy diferenciando de aquellas otras —quizá mal llamadas editoriales– que son meras imprentas que venden servicios y realizan libros por encargo, previo pago). Pero el florecimiento continuado de editoriales que apuesten y arriesguen no revela otra cosa que el buen estado de salud del que goza la literatura en la Región de Murcia. Si surgen editoriales será porque hay escritores. Efectivamente, los hay, y muchos de ellos son muy buenos. Lo mejor del asunto es que esta proliferación de editoriales no es percibida como una competencia amenazadora o “peligrosa” sino todo lo contrario; sabemos que hay espacio para todos, que entre todos sumamos y que la pluralidad no hace otra cosa que enriquecer el panorama literario y cultural. Lo que sí es una pena, hay que decirlo, es el escaso apoyo que recibimos desde la Administración, la cual, y por mencionar sólo una cosa, nos está privando de una Feria del Libro Regional desde el año 2009.

¿Qué próximas novedades prepara?

Aunque no soy muy dado a airear los proyectos venideros, sí que le voy a revelar dos importantes estrenos de Editorial MurciaLibro en los que tengo depositadas grandes expectativas. El más próximo es la publicación inminente, este mes de diciembre, pocos días antes de Navidad, de la nueva novela de la escritora cartagenera Lola Gutiérrez, titulada “Virazón”, que confío en que se convierta en el “regalo cultural” por excelencia para pedírselo a Papá Noel o a los Reyes Magos. Las novelas de Lola Gutiérrez no defraudan, son valor seguro para lectores de toda índole. También está a punto de salir “Prosas de atardecer”, de José Cubero Luna, que es el autor de las exitosas “Memorias de un niño murciano”, que publicamos en 2016. Este escritor va a hacer un doblete esta temporada, ya que para primavera estamos preparándole la segunda parte de esta entrañable historia autobiográfica en la que narra sus propias vivencias en la Murcia de los años cincuenta y sesenta, y que en esta segunda entrega se centran en el barrio de Vistabella. Más allá de unas simples memorias, esta obra constituye un valioso retrato costumbrista de la Murcia remota, ya perdida, de aquellos años.

¿Qué importancia tiene la figura del diseñador?

Indiscutiblemente, el diseñador o el ilustrador juegan un importante papel en la producción de un libro. Los estudiosos del márketing editorial teorizan incansablemente sobre las posibilidades y el poder de atracción de las portadas de los libros. No en vano, sabedores de su importancia, los grandes grupos gastan en estos conceptos importantes sumas de dinero que por descontado están fuera del alcance de las modestas editoras independientes. En MurciaLibro, aunque nos valemos de medios propios para estas labores, en ocasiones solemos recurrir a los servicios de reconocidos profesionales de la ilustración, fotógrafos o pintores, y a poder ser, también vinculados a la Región de Murcia. Por citar algunos, han ilustrado nuestras publicaciones artistas como José María Falgas, Guillermina Sánchez Oró, el dibujante Juan Álvarez Montalbán o el pintor y fotógrafo Javier Lorente.

Si pudiera elegir publicar un libro ahora mismo, ¿cuál sería?

Nunca me he planteado algo así y me costaría trabajo responder a esa pregunta. Más que intentar dilucidar qué libro me gustaría editar ahora mismo —que ya le digo que no sé por dónde tirar—, sí que afirmo rotundamente que me hubiera gustado ejercer en otro tiempo, por ejemplo en la España en los años setenta u ochenta, o incluso anteriormente en Hispanoamérica (porque en nuestro país no debía de ser muy estimulante hacerlo durante el franquismo, a no ser que se regentara una editora católica que publicara catecismos o se estuviese alineado a ultranza con el régimen).

¿Qué le parece el fenómeno de la autoedición?

Me parece una opción muy respetable para los escritores, pero entiendo que puede generar una cierta desconfianza a priori a los lectores, los cuales se pueden mostrar recelosos, con razón, ante la posibilidad de adquirir un libro de un autor que no conoce. ¿Quién no ha comprado alguna vez en Amazon algún libro que le ha parecido sugerente, sin saber nada del autor, y luego ha resultado un pestiño infumable con una maquetación endiablada y hasta con faltas de ortografía? Por supuesto, la autoedición no tiene por qué implicar publicaciones de baja calidad, pero no cabe duda de que la democratización de la escritura nos ha traído estos vicios. Una editorial tradicional, por el contrario y sin lugar a dudas, se dejará los ojos en depurar los manuscritos y casi la vida en hacer llegar a los lectores el mejor producto que es capaz de ofrecer. En ello le va el prestigio.

¿Cómo definiría el catálogo que ha formado en MurciaLibro?

Es una selección de buena literatura contemporánea producida en la Región de Murcia. Así lo atestiguan nombres que no necesitan avalistas que vengan a acreditar su probada solvencia, puesto que ya lo han hecho sus libros publicados, como Manuel Moyano, Paco López Mengual, Antonio Parra Sanz, Rubén Castillo, Pascual García, Lola Gracia y tantos otros.

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