RUGE Murcia
Las personas jóvenes de la Región no se olvidan del medio ambiente, pese a la pandemia de la Covid19. Así lo ha dejado claro la nueva organización juvenil de UGT, RUGE Murcia, quien ha trasladado a los principales representantes políticos, entre los que se encuentran el presidente López Miras, el delegado del Gobierno, la presidenta de la Federación Regional de Municipios y los portavoces de los grupos parlamentarios en la Asamblea Regional, la necesidad de abordar ya los retos medioambientales y ecológicos a los que se enfrenta la sociedad. “Sabemos que muchos esfuerzos están volcados en resolver las consecuencias de la pandemia, pero estamos ante una emergencia climática y no podemos esperar más”, ha afirmado el portavoz de RUGE, Miguel Lajarín, para quien es imprescindible afrontar paralelamente ambas cuestiones.
La juventud ha gritado un “SOS” y ha advertido de las estimaciones de los científicos. “Aumentará la temperatura, crecerá la desertización y modificará los procesos de la agricultura. También habrá escasez de agua potable, se incrementará el nivel del mar sobre nuestras costas y numerosas especies que no habitan en la Península, comenzarán a hacerlo (trayendo nuevas enfermedades)”.
En clave autonómica, RUGE ha demandado políticas públicas y nuevas acciones que protejan los espacios naturales. Entre ellas, los jóvenes defienden que se dote de personalidad jurídica al Mar Menor, así como que se le declare Parque Regional. “Toda protección es poca”, ha asegurado. En la misma línea, el sindicato joven de UGT pide que se siga investigando los pozos ilegales y cualquier práctica irregular.
Por otro lado, las nuevas generaciones han defendido la regeneración de la bahía de Portmán y que se facilite la protección de cabo Cope por parte de ANSE-WWF.
Reducir la contaminación
Los jóvenes también han puesto deberes a los políticos para frenar el calentamiento global y mejorar la calidad del aire. “El Gobierno regional debe desarrollar incentivos para que las empresas reduzcan drásticamente sus emisiones de CO2 antes de 2030. Además, hay que impulsar el transporte público. Y esto pasa por elaborar planes de movilidad que creen y/o refuercen líneas hacia centros de trabajo y de estudio”, ha añadido Lajarín. El descenso de enfermedades respiratorias sería otra consecuencia de esta medida.
La escuela tampoco se queda al margen. La juventud ha apostado por la educación como herramienta para sensibilizar en materia medioambiental. “Necesitamos aprender desde una perspectiva científica y académica. No se puede dejar en la esfera privada o familiar, ni como competencia exclusiva de las redes sociales, que el estudiantado entienda las consecuencias del cambio climático, de la contaminación o que adquiera buenas prácticas medioambientales a la hora de reciclar, consumir o visitar espacios protegidos”, ha expuesto Miguel Lajarín.
Los ayuntamientos
Para RUGE Murcia los ayuntamientos deben centrarse en impedir las quemas ilegales en la huerta y en el campo. Pide, en consecuencia, que se ofrezcan servicios públicos de recogida y trituración. Con respecto a la gestión y reciclaje de residuos urbanos, estudiantes y trabajadores coinciden en pedir a los consistorios locales que pongan contenedores en todas las calles y que apuesten por sistemas de retorno de envases. “Fomentaría mucho más que la ciudadanía recicle”, ha concluido Lajarín.
