Ya en la calle el nº 1040

Quien a buen árbol se arrima… buena sombra le cobija

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

CRISTIAN CASTILLO

Y es que la cosa va de sombras, pues el último capítulo de este surrealista año jubilar nos ofrece como argumento la historia de un colosal chiringuito que quiere montar la Cofradía de la Sta. Cruz. y no hablamos del económico, sino de la gran pérgola que pretenden endosar junto a la puerta y fachada de la basílica en el recinto del castillo. Es cierto que el termómetro este año está subiendo más de lo común por razones que también podríamos sacar a pasear, pero no es lo que nos ocupa, y que este calor ha azotado con dureza las macro-misas al aire libre, pero nadie se imaginaba -sólo en irónicas bromas- que la solución que alguien se sacaría de la manga iba a ser un armatoste gigante en medio de un edificio histórico, que es Bien de Interés Cultural, y la joya de nuestro pueblo. Como idea ya es, aparte de valiente, casi ridícula pero parece que vamos a ver como trasciende del mundo de las ideas y se hace realidad ante la mirada incrédula e indignada de todo un pueblo.

Parece que se ha corrido bastante para que la pérgola funcione cuanto antes y sabemos que es un camino que llevan meses recorriendo, pero algo huele un poco raro en todo esto, y es que hace unas semanas, la cubierta de la Casa de la Tercia o Palacio de la Encomienda se derrumbaba mientras se espera el desenlace de los menesteres burocráticos que autorizaran su rehabilitación y puesta en valor, mediante una iniciativa privada que pretende convertirla en parte de la solución a la falta de oferta hotelera en nuestra tierra, es decir, llevan AÑOS esperando informes y permisos de la administración pública. Cómo cambia la historia cuando la Ilustre (y Real) Cofradía caravaqueña es la que solicita el papeleo pertinente para su faraónica sombrilla, pues parece que esto va rapidísimo y que esperan colocarla en próximas fechas (aunque lo verdaderamente cómico sería que algo se retrase y ponerla cuando acabe el calor).

Bien, después de comparar ambos casos en lo que es solamente un ejemplo, nos viene otra pregunta ¿Va a poder opinar el pueblo? Pues me temo que no. Parte del papeleo necesario tendrá que salir del consistorio municipal y entre ellos el permiso y visto bueno del gobierno, pero la cosa está estructurada de manera que puede ser la Junta de Gobierno la que autorice esto sin tener que pedir opinión o voto al resto del pleno y recordemos que el pleno es el que representa a la totalidad del pueblo de Caravaca lo que convierte esta decisión en una auténtica CACICADA.

Sobre todo viendo la reacción del pueblo a semejante osadía pensamos que podían los “señores” “socialistas” haberse planteado llevar esto ante la corporación y dar la palabra al pueblo para que opine, aunque fuese por pura ética, pero parece que sería esperar demasiado de estos soldados y adalides de la transparencia y la democracia.

Recordemos que el Castillo es del pueblo de Caravaca y no de la cofradía, a los que no sólo se les deja , si no que se les aplaude cuando campan a sus anchas o hacen con nuestro patrimonio y nuestro turismo lo que se les antoja; aunque claro pensando que el Teniente de Alcalde dejó su puesto como secretario de la Cofradía para entrar al gobierno, y que la junta directiva cofrade cuenta también entre empresarios y banqueros, con algún que otro acertado funcionario municipal, pues entendemos mejor que el desesperante (para otros) camino burocrático sea esta vez tan rápido y ágil, y también entendemos así que el gobierno del PSOE no se pare en pequeñeces como contar con el pueblo para cargarse una de las vistas más icónicas de la ciudad. Por supuesto se dirá que no nos va a costar un duro, que lo paga la fundación (aquí va de regalo el silencio del PP), y es cierto, pero tengo una lista de cosas más necesarias que la fundación puede hacer con ese dinero, que es igual de larga que la lista de alternativas que existen para paliar el calor de la explanada, así que el argumento de que no nos cuesta (que está por ver) es sencillamente insignificante (pues encima sólo faltaba que lo pagase el pueblo).

En definitiva, creo que como el pueblo no se exprese, o incluso se movilice, más pronto que tarde vamos a dejar de ver nuestro monumental Castillo como lo hemos visto hasta ahora, para ver la sombra que va a dejar el chiringuito de la cofradía, Y para ver la pérgola también. Y es que hay gente que sabe hilar de maravilla, y hacer equipos directivos que cubran todos los caminos, los que van y los que vienen, y es que como dice el refrán: “Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”.

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